Capitulo 16: Herencia

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Apuesto a que te preguntaras ¿Donde estuve todo ese tiempo? Hice un trato con Edward pero eso te lo diré después, te dejare con la intriga un poco más, se lo que piensas ¿Cómo es posible que yo Máxime haga un trato con si mayor rival Edward Rider?
Bueno no fue un trato cualquiera, en realidad fue uno muy especial, el cual me situa en un pequeño pueblo a los límites de Francia tal vez imagines un pueblo como el que ves en películas, este sin duda habría Sido ese pueblo pero todo lo que invirtieron en el lo cambio por completo, tenía los restaurantes más modernos que pudieras imaginar, mini hoteles de cinco estrellas, galerías de arte, era como una parada de descanso para los millonarios que llegaban al país. Y en la cima de una colina se alzaba una gran mansión con aspecto tétrico pero muy lujosa, en ella vivía la familia más prestigiosa del lugar, los Baker, eran los dueños de literalmente todo el pueblo.

Máxime

Se imaginan la cara de sorpresa del señor Baker cuando me vio del otro lado de la puerta, desearía haber tenido una cámara en ese momento, su expresión fue de sorpresa y confusión pero a la vez con mucha intriga.

—Buenos días señor Baker, es un verdadero placer volver a verlo — Máxime extendió su mano para saludar a James Baker.

James lo saludo sin decir una sola palabra, se hizo a un lado para dejar pasar a Máxime — Acompáñame — El señor Baker dirigió a Máxime directo a su estudio — Vayamos al final de esta conversación ¿Que haces aquí?

Máxime lo miraba como si supiera exactamente lo que pasaría — Me sorprende que lo preguntes, creí que ya deberías saberlo o acaso tienes tantos secretos que ya ni siquiera los recuerdas. Padre.

Definitivamente hoy era el día de sorpresas para James Baker —¿Qué? No. Eso es imposible, no es posible que seas mi hijo.

Máxime esbozo una sonrisa igual que Edward, daba miedo — Refrescaré tu memoria, mi madre Verónica Evenson fue tu amorío de unos meses, tu pagaste mi educación y me convertí en uno de los detectives del escuadrón de homicidios que ahora mismo resuelven este misterio. Tu me convertiste en quien soy ahora y sabes a veces me preguntó ¿Que clase de hombre hubiera Sido de haber crecido contigo? Creo que siempre me lo preguntaré por que tal vez nunca lo sabremos.

James se mordió el labio —Y ahora me lo vienes a restregar en la cara, el pasado como dicen, es historia, pero debes aprender a vivir con tu propia historia por qué si solo vives asustado de quién eres jamás lograrás nada, a Roselyne le ha costado tanto entender eso pero tú, tu lo aprendiste rápido y lo aceptaste

—Los secretos no siempre serán secretos, algún día llegará una persona que los saque a la luz como aquel oscuro secreto de ls madre de Roselyne y debo decir que me sorprendió bastante el hecho de que no llegara a la prensa, lograste ocultarlo muy bien y deshacerte de ella.

—No te atreverías — James estaba retando a Máxime

—Yo no tengo nada que perder — Pero sus palabras no estaban al nivel de Máxime — En cambio tú, tienes tanto que perder

James se llevó la mano al rostro intentando pensar en una solución —¿Qué es lo que quieres?

—Lo que por derecho y herencia es mío. Dime padre, acaso dejaras que tú compañía pase a ser parte de Goldenbeth Industries

—Mierda. — James saco unos papeles de su escritorio — Enserio no puedo creer que mi propio hijo este chantajeando me. Necesito que firmes esto.

Máxime sonrió con satisfacción, tomo el bolígrafo y firmo los papeles que lo harían heredero de la fortuna de la familia Baker. Lo que James Baker no sabía era que probablemente había firmado un contrato de muerte

—Tu firma es muy peculiar — James examinaba los movimientos de Máxime con la pluma

—Es personal — Su firma eran tres letras M.A.R pero en una especie de letra cursiva algo extraña — Así de sencillo es arreglar un problema, no es necesario recurrir a la violencia — Máxime le lanzó una muy buena indirecta.

—¿Se te ofrece algo más? — Y James Baker con su sarcasmo idéntico a Máxime.

Y Máxime que disfrutaba del momento — Me gustaría un trago antes de irme

James abrió una pequeña alacena se la cual saco una botella de vino francés, sirvió dos copas y brindo con Máxime.

Y así fue como Máxime reveló su verdadera identidad pero no todos lo sabían, algunos aún lo ignoraban y seguían creyendo en aquel chico rubio que reveló los secretos de las personas que se hacían ver perfectas a los ojos de los demás.

Roselyne

Jeason quería que su amada esposa se sintiera feliz y dejara de darle importancia a todos los problemas que sucedían a su alrededor, planeo una sorpresa, algo que sabia a Roselyne le gustaría.

La sorpresa de Jeason era un baile de máscaras, uno donde cada quien llevaba a su pareja y usaban antifaces de distintos colores y diseños.

El lugar era un pequeño salón de aspecto rústico con un bar al costado derecho en la entrada debías bajar unas cuantas escaleras y al fondo una gran pista de baile.

Aquellas era las reuniones favoritas de Roselyne pues fue así como conocio a Jeason y después de un baile se hicieron inseparables.

—Es fabuloso Jeason

—Sabía que te encantaría — Jeason le ponía a Roselyne el antifaz color plata con un poco de brillo.

Caminaron tomados de la mano hasta llegar a la barra donde Roselyne pidió un trago con vodka y Jeason pidió su favorito un escocés, mientras terminaban sus tragos Roselyne noto que la intensidad de la luz bajaba y se encendían otras luces de colores con máquinas de humo.

Jeason la tomo de la mano y la llevó hasta la pista de baile dónde sonaba la canción “Dakiti”. Roselyne y Jeason bailaban tan cerca el uno del otro, el la sujetaba por la cintura para acercarla más hacia el mientras que ella lo tomaba por las mejillas después de un rato Jeason tuvo que reunirse con algunos de sus clientes.

Roselyne seguía bailando pero una chica la empujó accidentalmente, Roselyne escucho un sonido agudo, empezó a sentir pánico y que la respiración se le cortaba, rodeada de todas esas personas Roselyne se sentía extraña aunque el porque no era tan claro en ese momento o tal vez si, el recuerdo de un pasado que era un poco escabroso y fuera lo que fuera la atormentaba por dentro, Roselyne salió corriendo en dirección al baño se mojo la cara y empezó a llorar, se miro al espejo, enojada con sigo misma y sin pensarlo dos veces golpeó el cristal hasta romperlo provocando sangre en sus nudillos.

Jeason llegó corriendo al baño y son importarle que fuera el sanitario de damas entro por Roselyne, cubrió su mano y la saco lo más rápido posible del lugar para llevarla a casa. Eso comportamientos eran totalmente normales para Jeason

—Roselyne, necesitas ayuda es encerio — Jeason ponía una venda en la mano de Roselyne.

El sabía que cuando su esposa tenía esos ataques solían pasar horas incluso días sin decir una palabra, ella espero a que Jeason saliera de la habitación, se acerco al balcón que había en su habitación mientras ponía sus manos en el barandal todo volvía a su mente, el recuerdo de un ser amado la mataba por dentro, vivir con ello ahora resultaba ser imposible.

DesaparecidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora