Desaparecida

Capitulo 13: ¿Quién dice la verdad?

Viernes 2 de agosto 12:00pm

—Dime Roselyne, sabías que toda la familia Archer murió ese mismo día, sus padres fueron asesinados a sangre fría en las Bahamas y el resto de la familia solo fueron extrañas circunstancias

—¿Cómo sabes eso? — Roselyne sabía que algo estaba mal

—Te sorprenderías si te lo dijera Roselyne o prefieres Jessie, Delaila, Casey, Leslie, Christal ¡Solo los ví una vez y los recuerdos al pie de la letra! — Máxime estaba furioso y sacaba su ira con Roselyne.

—No tienes idea de lo que estás haciendo, te lo advierto no sigas.

—¿Por qué? Me matarás como a todas esas personas y no creas que no se lo de Thompson ¿Por qué lo hiciste?

Roselyne retrocedió con la mirada abajo

—¡CONTESTAME! — Máxime lo saco todo, quería respuestas, se acerco tanto a Roselyne que ella no tenía posibilidades de correr

—¡¿Qué quieres que te diga? Que lo siento, que no tuve elección! — Roselyne grito para apartar a Máxime — Yo hice lo necesario, crees que debería sentirme triste, asustada, temerosa. Nadie puede matarme yo morí ese día con Archer.

Máxime se pasó la mano por el cabello aún con el arma en la mano, apunto a su cabeza — Debí meterme una bala en la cabeza aquella vez

—¿Y porqué no lo hiciste?

—¿Por qué, enserio? Creí en ti, tenía esperanza en tí, ahora espero que en otro universo en un mundo paralelo, termine diferente — El teléfono de Máxime volvió a sonar — Es Edward

—Los dos tienes que venir ahora al restaurante de la calle 52

—Quiere que vayamos ahora mismo

—¿Piensas venir? — le cuestionó Roselyne

—Por supuesto — Máxime hablo como si fuera obvio — No pienso perderme ningún detalle

Ambos se apresuraron a reunirse con Edward.
El restaurante era rústico cada mesa con un mantel blanco y un centro de cristal que sobresalía con una leve luz blanca y las sillas modernas qué hacía contraste con todo el lugar. Edward había ordenado el platillo más costoso del menú, ahí estaba el como si nada hubiese pasado.

Máxime lo miraba y no podía creer que actuar tan normal como un día cualquiera “Es un asesino que esperabas”

Se sentaron a su lado, Edward actuaba como si estuviera solo

Roselyne fue la primera en hablar — ¿Por qué nos llamaste?

—No fue mi idea, fue de el — Edward apunto con su cuchillo hacia la entrada del lugar.

Un joven rubio platino con fríos ojos grises se acerco a ellos, ese chico iba vestido con un traje muy costoso color azul marino, un abrigo, todo hecho por un sastre, en la muñeca llevaba un reloj Michael Kors Lexinton plateado.

—No puede ser. Carajo — Roselyne estaba en shock

Máxime los miraba confundidos

—Es hora de decir la verdad — Edward miro a Máxime

—Miren que tenemos aquí — Ese misterioso chico se sentó en la cuarta silla — Lamento verlos antes de lo planeado pero en estás circunstancias, todo debe ser más rápido

—Jeason ¿Por qué no me avisaste que vendrías?

Al parecer Roselyne lo conocía muy bien

—Me decepcionas Ros, es algo que debías esperar y deducir con facilidad— Si, ese era su nombre, Jeason