Roselyne
Se podría decir que me libre de un infierno al no volver a casa al menos eso creí, cuando me case con Edward Rider creí que sería diferente, un nuevo inicio, una familia, creí que podríamos ser felices, pero como siempre surgieron los problemas y fue por eso que tuvimos que volver a Londres y arreglar asuntos que no debían salir a la luz. Soy una demente lo sé, pero jamás me sentí tan viva hasta que ese día llegó.
Roselyne entro a casa y Edward la esperaba en su pequeña oficina.
–Al fin llegas– La fría pero encantadora voz de Edward saco a Roselyne de sus pensamientos.
–Oh si, perdón por la tardanza
Edward se puso de pie y camino hacia Roselyne– Veo que te divertiste o me equivoco.
Roselyne retrocedió hasta chocar con la pared y Edward puso su brazo derecho en la pared y así acortar la distancia entre los dos. –Dime Roselyne, esto te satisface –La tomo del cuello, la beso en los labios y bajo hasta si cuello–Edward ahora no, quiero descansar –hablo Roselyne
Pero Edward no hizo caso a Roselyne y continuo besándola, con su mano izquierda sujeto la pierna de Roselyne y la llevó hasta su cadera.
–Por favor detente– Roselyne quería alejarse de Edward, pero, esos besos tan suaves y cálidos la hicieron perderse y corresponderle a Edward.
Roselyne lo beso apasionadamente y se recostaron sobre un sofá en la oficina de Edward, uno a uno Roselyne desabrochó los botones de la camisa de Edward y el metió su mano debajo de la blusa de Roselyne hasta quitársela por completo.–Tomaste demasiado esta noche– Edward distinguía el sabor a vodka con cada beso
Roselyne se rió– Me divierte bastante
Palabras incorrectas, las cuales provocaron a Edward – Que mierda dices.
–Edward relájate no paso nada –respondio Roselyne
–Te divertiste con tu querido amigo– Edward se puso de pie y golpeó a Roselyne en el rostro
–¿Qué carajo te pasa? –exclamo Roselyne
–Piensa con cuidado tu siguiente jugada y ahora ve a darte un baño–Edward arreglo su camisa y salió de la oficina
Roselyne se encontraba en la bañera con las piernas contra el pecho y en su cabeza veía aquellos desgarradores recuerdos que podían volver loco a cualquiera, mientras cepillaba su cabello noto que el golpe le dejo un par de rasguños por los pesados anillos que usaba Edward, fue complicado poder dormir con Edward a su lado pero los bellos recuerdos que había creado con Máxime le hacían olvidar todo.
La mañana siguiente fue aún más tranquila de lo que Roselyne esperaba
–Tengo que arreglar algunos asuntos con los 77 volveré por la noche– explico Edward, se acercó a Roselyne y le dió un beso en la frente– Te Amo, nos vemos más tarde.
Roselyne pensó y corrió a su habitación, se quitó el vestido, se puso algo cómodo unos jeans con una playera blanca y una chaqueta negra, del cajón saco unos lentes oscuros y un gorro, no quería que nadie la reconociera aunque no estaba segura de que, en aquel lugar la recordarán tan bien al borde de saber cómo se vería actualmente, tomo sus llaves y salió de casa rápidamente.
Máxime
Fue una buena noche, no solo buena, fue genial, fue la mejor noche que había tenido después de tantos años. Era muy temprano y Máxime ya estaba aseado y arreglado con otro de sus elegantes trajes de alta costura, escucho que alguien tocó la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Desaparecida
Misterio / SuspensoLa vida que todos desean la tenía Roselyne, una chica con ascendencia francesa vivía en Londres, asistía a una de las prestigiadas escuelas del lugar, ella lo tenía todo, un novio amoroso y tres grandes amigos, pero todo esto termino una noche como...