Desaparecida

Capitulo 4: Cerca de ti

Máxime no podía creerlo, estaba sin palabras.

–Puedo ayudarlos en algo– la chica hablo con una bella sonrisa

–Buscamos a Edward Rider– hablo Peter

–Por supuesto, pasen –la muchacha los invito a pasar, ella no despegaba la mirada de Máxime –Pueden esperar aquí

Era una pequeña sala de estar, muy bien decorada y acogedora. La muchacha desapareció por uno de los pasillos.

–Es ella, Peter, estoy seguro– hablo Máxime

–Lo se– respondió Peter–Y Edward está aquí

–Algo no se ve bien

La muchacha volvió con un hombre más alto, bien vestido y esa mirada solo podía ser de Edward Rider

–Cariño, estos caballeros vienen a verte– hablo la chica

–Detective Floyd y mi compañero Avery, señor Rider quisiéramos hacerle unas preguntas– dijo Peter

–Por supuesto, díganme en que puedo ayudarlos– respondió Edward– Por favor detectives siéntense

–Linda casa– hablo Máxime

–Era de mi madre –respondió Edward

–Señor Rider, investigamos un homicidio de hace cinco años– explico Peter

–Tal vez no sea de mucha ayuda, los últimos cinco años estuve fuera del país con mi bella esposa Mary

La chica sonrió y miro a Edward
–Querida, puedes terminar de revisar los papeles de mi oficina y avísale a Thompson que lo veré por la tarde
La chica asintió y salió de la sala

–Y ahora– continuo Edward– ¿Que es lo que quieren Peter y Máxime?

–Vaya Edward veo que no nos has olvidado– dijo Máxime

–Y como no hacerlo– respondió Edward– Están aquí por ella cierto, ella no irá a ninguna parte, Roselyne es mía.

–Tan seguro estas Edward– hablo Peter– ¿Y porqué volviste?

–Ella me lo pidió, además quería saber si era cierto, nunca dejaste de buscarla Avery, quería saber cuánto tiempo más te costaría encontrarla, oye no eres el único que tiene buena fuente de información. Saben incluso yo me sorprendí de lo bien que salió mi plan.

–Fuiste tu cierto, tu asesinaste a Anthony y a Joseph– dijo Máxime

–Aun que yo lo confiese, no tienen manera de probarlo – respondió Edward

–Creeme que lo encontraré –dijo Maxime– Cueste lo que cueste

–Aprendiste bien de tu padre – dijo Peter

Edward solto una pequeña risa –Mi padre, mi padre, vaya que si, aún sigo aprendiendo de el.

–Edward –hablo Máxime –¿Porqué? ¿Porqué a Roselyne?

–Acaso ella no se los dijo, no te dijo, sobre nuestra relación– Está vez la expresión de Rider era indescriptible, confundido, sorprendido, no había manera de saberlo.

–Decirnos qué– Peter trataba de manejar a Edward, pero era tan bueno como su padre.

–Su línea de sangre

–Mas allá de su línea de sangre, Avery, creo que tu mejor amiga omitió algunos detalles

–Dejame hablar con ella– añadió Maxime– No la he visto desde hace cinco años