Capítulo 9

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31 de julio de 1967, 9:21 de la mañana, Peverell Manor, Carlisle, Cumbria, Inglaterra, Reino Unido.

Thanatos se encontraba en el salón principal de la mansión arreglando los últimos detalles para ese día, los elfos domésticos le ayudaron en gran medida, la mayoría de estos se encontraban descansando tan usar mucha magia en más de veinticuatro horas, es por eso que ahora estaba enviando la última invitación del día, daría una fiesta para su hijo para dar a conocer que la casa Peverell no se extinguiría pronto.

Un ruido llamó su atención, Leo Black entró por la puerta con un pequeño regalo en sus manos.

-Pensé que Pollux está aquí -dijo extrañado, los elfos le dijeron que el amo se encontraba en el salón-.

Thanatos se rio antes de negar. -Aún no se ha levantado, aunque creo que será muy pronto –y tras ello se escuchó un grito de dolor-.

Media hora después pudieron sentir como la mansión temblaba antes de quedar todo en silencio. Baykko hizo presencia para avisar al padre de su amo.

-El amo Fenrir acaba de entrar en la sala de parto, el amo Pollux se encuentra solo en St. Mungo esperando una respuesta –y tras ello volvió a desaparecer por las sombras-.

Thanatos abrió grande los ojos antes de dejar todo donde estaba, tomando al chico por un brazo los apareció en el hospital mágico, siendo rápidamente atendidos por una enfermera que tenía la descripción del padre de uno de sus pacientes.

-Síganme, señor Peverell, su hijo se encuentra en la sala de espera con los otros futuros padres –dijo la enfermera ignorando las miradas de los magos que se encontraban en los pasillos-.

La Muerte y el Black caminaron tras la enfermera, al no haber un ala específica para los nacimientos tenían que compartir planta con los pacientes de heridas causadas por criaturas, algo no muy recomendable pero no podían hacer nada con eso, el ministerio de magia no les proporciona el suficiente dinero para poder crear un área específica, además de que las "donaciones" solo les alcanzaba a cubrir los gastos de tres meses, aunque varios políticos les donan para quedar bien con el pueblo.

-Aquí es –dijo la mujer antes de retirarse-.

La sala de espera era solo un pasillo con varias puertas a los costados, en este había varios hombres, algunos solos y otros acompañados, todos levantaron su cabeza para ver quien se acercó solo para volver a lo suyo. El único que paseaba era Pollux, quien caminaba en círculos frente a la puerta 1c24.

Los dos se acercaron al peliblanco, Leo lo abrazó cuando llegó a su altura, Fenrir y Pollux se volvieron una figura paterna para él.

-Cómo te encuentras hijo -preguntó Thanatos mientras ponía una mano en el hombro del peliblanco-.

-Bien, pero aún no tengo noticias de Fenrir -respondió preocupado-. ¿Y si el parto se complicó? -su temor era notable en su voz-.

-Él estará bien, padre, Fenrir es fuerte, y el cachorro igual será fuerte, tu solo confía -le animó Leo mirando a su maestro-.

Luego de eso los tres estuvieron esperando, Thanatos tuvo que enviar un notificado a todos los invitados a la fiesta que la fecha se movería al día siguiente con Hermes, el cuervo asustó a todos, pero se calmaron al ver que tenía dueño.

*Time Skip*

31 de julio de 1967, 12:57 de la tarde, St. Mungo, almacenes Purge y Dowse S.A, Londres, Inglaterra, Reino Unido.

Habían pasado tres horas desde que llegaron a St. Mungo, Thanatos tuvo que salir a recoger almas, por lo que dejó a su hijo solo con Leo, no quería dejarlo, pero el deber llamaba, además, Hades lo estuvo fastidiando desde ya un tiempo por su desaparición del inframundo.

Beast DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora