La extinción de una casta.

Parte 14

Escucho el sonido de puerta abrirse, es un sonido metálico y produce un gran eco, me incorporo ya que como siempre estoy durmiendo en el suelo, intento despertarme, sé que no son las jaulas así que de alguna manera no hay peligro, puede ser Nam o Hobi, aunque es muy raro que vengan por la noche, salvo cuando me cuidaron, pero entonces reconozco su aroma, es Yoongi, me levanto rápidamente y trato de huir por la pequeña ventana que hay en el cuarto, salgo de ahí y doy un salto hacia la grava, me levanto y empiezo a correr, no llego muy lejos, soy cazado en un par de minutos.

- ¡Suéltame!

-Hoy me conocerás cachorro.

- ¡No!

Se ha cumplido la fecha, me arrastra por las calles, debo guardar silencio para que nadie más nos escuche, pero tengo miedo, así que, para callarme me abofetea, su forma de sujetar mi brazo es por completo dolosa, llegamos a su casa, me adentra, me empuja a la cama, donde quedo acostado y rasga toda mi ropa hasta dejarme desnudo, mi respiración es rápida, mis manos me sudan, tengo miedo de lo que sé que va a pasar, su olor me embriaga, pero tengo miedo, Yoongi nunca ha sido sutil, mi cuerpo responde no lo niego, pero el dolor es lo que más predomina y por los ojos tan intensos que tiene, sé que podría incluso matarme.

Lo alejo con mis brazos, pero me los sujeta y los avienta contra el colchón, es una furia y una bestia, no tiene control... esto es su celo. Y a mí me va a cargar la chingada en este momento.

-Espera... por favor.

No hay respuesta de él, se quita su ropa de forma rápida y agresiva, mi corazón se desboca, intento bajarme de la cama, casi lo logro, pero siento su cuerpo por completo pegado al mío, me ha introducido a la cama con una sola mano, mi cuerpo chocó contra la pared, ya que la cama está en un rincón de ella.

- ¿A dónde vas?

-No, espera, trata de calmarte.

-Para eso te elegí, para satisfacerme, ¿Crees que te he mantenido vivo y alimentado por gusto?

Y sin decir nada me penetra, no, mi cuerpo no estaba del todo preparado para ello, conforme sus estocadas aumentan, mi cuerpo va reaccionando, siento el líquido salir por mi culo, pero es demasiada la fuerza que impone, mi cabeza choca contra la pared una y otra vez. Sus manos sujetan mi cuerpo de donde puede, porque no dejo de luchar ni pelear para que me suelte, mis costados, mi cadera, mis piernas son sujetadas con fuerza, con furia, es completamente dolorosos.

-Detente... duele mucho.

Nada, ni una sola palabra, solo quiere penetrar y embestir sin más. Tengo miedo, podría morir.

-Por favor...

Abre tanto mis piernas que siento que me las romperá, manoteo al aire, un golpe en mi cara me hace dejar de pelear por unos minutos, pero el dolor aumenta pues siento su coraje más intenso.

-Me lastimas... no puedo...

Sale de mí y me toma de la cadera y me gira para poder ponerme en cuatro, mi cuerpo tiembla, se estremece, no creo poder soportar tanta presión, mi cuerpo está sensible, pero mi trasero creo que he perdido sensibilidad, porque el dolor, aunque disminuye siento que dejo de disfrutar por momentos, si es que una parte de mi podría disfrutarlo, toma mi miembro y enseguida me corro, pero teniéndolo a él dentro y sin que pare de montarme... simplemente no puedo disfrutar nada de lo que hacemos.

Hemos tenido sexo por mucho tiempo, me duele demasiado, me ha dado muchas mordidas por todo el cuerpo, ninguna la puedo considerar como la marca, pero en todas me sangra la piel, estoy llorando por la crueldad, agresividad, ferocidad con que lo hace. Es la peor experiencia que he tenido. El celo de un alfa es lo peor que he vivido.