Parte 22

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La comunicación que tenemos Jimin y yo es magnífica, le digo por las mañanas que vamos a ir a cazar, conejo o mapaches, pero estando en cacería se comunica conmigo y me dice que mejor le lleve gato montés, me irrita que sea tan berrinchudo, pero por la tarde, tiene gato montés en su plato, salta de alegría cuando cumplo sus caprichos, me explica de alguna fruta que desea, pero que no sabe su nombre y se la llevo, pero no siempre le traigo la que quiere, pese a que es berrinchudo, me gusta consentirlo, sigue yendo a la montaña y ha encontrado una madriguera, dice que es más pequeña que la que tenía hace tiempo, pero es agradable y seca, sé dónde está, así que no se me pierde mucho, cuando se enoja por cualquier cosa conmigo va para allá y se esconde.

-Sabes que no me gusta que te vayas a la montaña solo.

-Lo sé, pero si estoy molesto, no quiero estar acompañado de nadie, es mi espacio y sé que lo respetas.

-No solo tu espacio, sino a ti y tus decisiones, pero entiende que me preocupa saberte solo.

-Pues entonces no deberías de hacerme enojar.

-Jimin... la última vez que te enojaste, fue porque te traje toronjas en vez de naranjas.

- ¡Solo tú, no puedes ver la diferencia!

-Lo ves, te estás volviendo a enojar...

-...

-Sigues aprendiendo, solo que, si no sabes algo, mejor pregúntame y evitaremos conflictos ¿De acuerdo? –Me hace sus pucheros, pero asiente.

Un nuevo día y salgo a cazar, después de mucho caminar, cae la tarde y vamos llegando a la aldea, tal vez unos quince minutos y estaremos por allá, solo que Jimin se comunica conmigo.

Nam, te necesito...

...Jimin, estoy con la manada...

Nam. Ahora.

Su mensaje es como una orden, le entrego a Jackson la parte de conejos que tengo que cargar.

- ¿Jimin otra vez?

-Sí, lo siento,

Jackson ríe al igual que Hobi y sé que se están burlando de lo bien dominado que me tiene Jimin, pero mi mayor esfuerzo es que sea feliz, aunque estos últimos meses se ha pasado de berrinchudo, debo ponerle un alto, corro lo más rápido que puedo para llegar, entro a la casa molesto, tengo ganas de reprimirlo, pero bendita imagen con la que me encuentro, que todo mal humor se desaparece de inmediato.

Jimin se encuentra boca abajo frotándose en las sábanas, solo tiene puestos los canzoncillos, jadea deseoso, está por completo húmedo, siente mi presencia y se gira para verme, está sonrojado, gimiendo, sudando, tocándose, al verme levanta los brazos cual niño pequeño pidiendo que lo carguen, pero lo que realmente quiere es que me meta entre sus piernas.

-Nam... ahora... por favor.

No puedo negarme ante esa petición, me voy desvistiendo mientras me acerco a él. Le quito el calzoncillo y me pongo sobre él una vez desnudo.

- ¿Entraste en celo?

-No lo sé, si se me ha adelantado, ha sido por dos meses...

Me lo dice jadeante, respira por la boca, como si estuviera muy cansado.

-Lo sé, es raro, tu y yo tenemos el celo al mismo tiempo.

- ¿Cómo lo sabes?

-Llevamos años juntos, desde hace años lo sé.

Me aleja de él con sus brazos me incorporo y lo veo, está asombrado.

-Pudiste haberme tomado en tu celo hace años y ¿no lo hiciste?

-Nunca he pretendido agredirte, si te tomaba sería porque tú lo deseabas, no porque yo pudiera desahogar mi celo en ti.

Me jala y besa de forma desesperada, lo conozco bien, está más que agradecido por siempre haberlo respetado.

-Nam... tómame.

Sin decir más nada, lo penetro, jadea y gime alto y fuerte, como si el mundo se fuera a acabar, como cuando está en celo, yo diría que mucho más, se lleva la mano a la boca, mete un dedo a su boca y se lo lame con toda la insinuación que puede, está tan dispuesto, se frotaba contra mí, queriendo llevar el ritmo y solo me exigía más y más, aún sin reconocer esta manera tan inusual de pedirme sexo, lo intento complacer, por lo que lo tomo con fuerza y lo giro para que él esté arriba y lleve el ritmo.

Me recargo en la pared para que él pueda moverse a su antojo, balancea su cuerpo en una forma rápida, como queriendo sentir el placer y lo hace, su miembro se frota sobre mi vientre y se rinde ante el placer, su semen se esparce entre nuestros cuerpos, su piel se estremece, espera uno segundos disfrutando de su orgasmo y vuelve a sacudir su cuerpo sobre el mío, entonces entiendo que lo único que quiere es sentir placer y orgasmos, sin duda él no es así.

Empecé a penetrarlo con fuerza, sus brazos se aferraban a mí de una forma fuerte y ruda a la vez, esta vez lo acosté y volví a penetrarlo con más fuerza, sujetando sus caderas, subiéndolas un poco, sus brazos los dejó caer, rindiéndose solo a la satisfacción, en cada orgasmo que tenía, su cuerpo se volvía más frágil, pero no dejaba de pedir más. Increíblemente anudé hasta el amanecer, cuando el cuerpo de Jimin no pudo más y se quedó dormido por completo.

Pasados los días la libido de Jimin, no bajó, por el contrario, subía más y más, no es que me estuviera quejando, pero le pedí a Sook que cuidara más de él, principalmente de su alimentación, el desgaste físico que teníamos ambos era algo que me preocupaba de él.

Una noche todos estábamos alrededor de la fogata, riendo y cantando, esas reuniones a Jimin le encantan, pero ahora se siente muy cansado para estar en ellas. Sook lo observa y sonríe cuando Jimin se va a dormir, yo por supuesto le reclamo, pero en secreto, lo que menos quiero es que sepan del cambio que Jimin ha tenido.

-No le encuentro gracia, tu sabes que a él le encanta estar aquí, no ves lo diferente que está.

-Me dices que han tenido mucha actividad física, es normal que se sienta cansado. Le estoy dando tés para que le ayuden, tranquilo Nam, tienes a un omega fuerte en tus manos.

Suspiro, me siento abrumado, no sé qué le pasa, pero sin duda disfruto de sus berrinches, de sus pucheros, de esta nueva faceta de deseo, es un Jimin regenerado y diferente, pero sin duda, sigue siendo mi Jimin.

Por qué no me recuerdan que hoy es sábado??? Quería preguntarles si querían capítulo doble porque ya viene el final, pero olvidé por completo que hoy era sábado!!!
Ahora no se qué hacer!
Bueno aquí está un capítulo más.
Gracias por todo lunitas!!!!

La extinción de una casta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora