La extinción de una casta.

Parte 16

Camino junto con la manada, Hobi es alegre y siempre cuenta aventuras que tuvo de pequeño, me la paso bien con él, me hace reír, es agradable hacerlo, hacía mucho que no me escuchaba reír. Nam me platica que más allá del otro pueblo tiene un amigo, su nombre es Jackson, él ha reunido a otro pequeño grupo de nuestra misma especie, quiere que todos vivamos juntos y formemos una manada aún más grande.

Dentro de nuestra manada hay varios alfas y betas, solo yo soy omega, espero pronto encontrar más omegas, Nam me cuida al igual que Hobi, pero, aun así, no me fio de ningún alfa, cuando acampamos procuro estar cerca de Nam y Hobi, de hecho si puedo estar entre ellos dos, todo es mejor.

Llegamos después de un par de días con Jackson, él al igual que Hobi es agradable, es un alfa por igual, pero le tiene un gran respeto a Nam, hubo un pequeño disturbio al encontrarse frente a frente alfas y omegas, ya que en la manada de Jackson predominan los omegas, pocos alfas, una sola pareja, cuando nuestros alfas llegaron quisieron marcar cierto territorio, pero entre Nam y Jackson los calmaron, curiosamente un omega sin más fue hacia uno de nuestros alfas y enseguida lo abrazó, al parecer llevaban años separados y por fin se habían reencontrado, pero uno de los alfas de la manada de Jackson, quería marcar y cortejar al omega, el cual siempre se lo negó y ahora entendemos el por qué. El alfa no tuvo opción más que retirarse, Nam le dijo que conforme avancemos iremos encontrando a más como nosotros, pero prefirió irse de ambas manadas, al final acampamos y pasamos la noche ahí.

Me siento más tranquilo al saber que hay más omegas, me siento más relajado, la atención ya no es toda para mí. Nam me ha ayudado a observar, a distinguir miradas, algunas miradas me hacían sentir incómodo, Nam las descifró como deseo, algunas de disgusto, principalmente de los omegas, al parecer querían la atención de Nam y esa atención era solo mía, le tuve que decir a Nam que sí él escogía a un omega, yo estaría bien, pero entre las expresiones que me ha enseñado pude ver claramente la de decepción en él, todos creen que "por derecho Nam me pertenece" es curioso porque al parecer es el omega quien decide aquí, cuando lo único que he vivido es que el alfa me ha elegido a mí sin siquiera pedir mi permiso.

Por el momento no tengo ningún interés en formar una familia dentro de esta manada, con que tenga comida, un lugar dónde dormir, ropa y seguridad, estoy bien.

Pasan los días y todo es mucho mejor, nos hemos acoplado ambas manadas, hemos hecho una buena fusión, en unos días nos volveremos a mover ya para poder asentarnos, el invierno está por caer nuevamente y debemos estar seguros en un punto más bajo, por lo que sé, saben que ha donde iremos, nos asentaremos, es decir, podremos empezar a construir casas como los humanos, estoy emocionado por ello, será como vivir nuevamente como cuando lo hacía con mis padres. Y mientras no elija a un alfa, podré vivir solo, en mi propio espacio.

Estamos reunidos alrededor de la fogata, todo es risa y cantos, me siento bien, aplaudo y rio con ellos, es de los mejores momentos, pero escuchamos y olemos que alguien se acerca, todos nos levantamos pues el olor es ácido y sin duda agresivo, Nam inmediatamente me pone detrás de él.

-Buenas noches, veo que la están pasando muy bien.

-Buenas noches, soy Kim Nam Joon, líder de esta manada.

-Soy JiHo, mi manada está algo lejos de aquí, pero siempre me acompañan dos de mis amigos.

El ambiente cada vez se ponía más tenso, sin duda eran tres alfas, el olor que tenían era demasiado ácido para mi nariz.

- ¿Qué es lo que desean?

-Omegas

Hobi y Jackson se acercaron más a mí por lo que los tres me estaban protegiendo.