Capítulo 20. 🥀

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En un momento llegué a cerrar los ojos.

El sueño me había dominado.

Por alguna extraña razón soñé con una realidad totalmente paralela.

En donde Kook y yo estábamos enamorados...el me amaba, y me trataba bien.

Sumiso en mi sueño, recuerdo haber torcido una mueca.

Acomodarme sobre la cama, y seguir durmiendo.

Volví a soñar lo mismo.

Pude llegar a distinguir el lugar.

Era la estancia Allison De'Kill, donde había sido mi luna de miel.

Había mucho pasto, y lo vi.

Me vi.

A mí mismo.

Estábamos abrazados.

Yo era como un fantasma, porque ellos no me veían, pero yo sí, algo así como mirar televisión.

Contemplé la imagen con mucha admiración, deseando que todo sea como antes.
Lo miré a los ojos, y coloqué mi mano en su mejilla. Su piel se erizó.

Luego de eso, bajo la vista hacia mi otro ''yo'' y me besó.

Pero luego.

Instantáneamente su mirada se tornó negra como la noche.

La pradera verde que había antes no estaba.
El fondo se había tornado a negro, con una pequeña iluminación.

Comprendí entonces que era nuestra habitación.

El tomó a mi otro ''yo'' y comenzó a golpearlo.

Era como estar viendo la situación que había pasado en primera persona, pero ahora la vivía desde un narrador externo.

Era como ver una película.

Lo raro es que me dolió mucho mas, verlo que sentirlo.

Tenía miedo.

Mucho miedo.

Sentía mucha debilidad hacia esa clase de monstruo que se presentaba en mis sueños.

Luego sentí un temblor. Y abrí los ojos.

Estaba en la habitación, pero no estaba solo.

A mi lado estaba Jungkook mirándome. Pero esta vez no pude leer su rostro.

Pensé en darme vuelta y seguir durmiendo pero en el intento me quejé.

Recordé las heridas, y quise llorar.

Él bajó la mirada hacia mi estómago y tragó saliva sonoramente.

-S-sería...mejor que...te bañaras

Lo miré seriamente, su rostro estaba diferente, ¿sentía lástima?

Al diablo con él.

Estaba seguro que si me enfrentaba a él...probablemente terminaría en una caja hermética de madera, muerto por violencia doméstica.

-Debes...limpiarte la...-tragó saliva nuevamente-...sangre

Sin decirle nada intenté pararme, pero no pude. Era como tener el abdomen acalambrado.

Él intentó agarrarme.

-NO!

El no dijo nada, solo se quedo observando.

Me paré con mucho cuidado.

Quería llorar, me dolía muchísimo...todo el cuerpo.

-¿Quieres que llame al médico? -dijo en voz baja

Lo miré incrédulo.

-¿Enserió?... ¿Qué piensas? En cuanto el doctor me vea vamos a tener a toda la policía en la puerta de casa...se nota a millas que me golpeas.

El calló por un segundo.

-L-lo siento

Tenía mucha rabia contenida dentro de mí. Apenas me podía parar ¿y me pide perdón?

-¿Sabes cuantas veces me has dicho eso?... ¿Sabes cuantas promesas estúpidas has roto, todo por creerles a todos, menos a tu propio esposo?

-Yo-yo no me puedo controlar

-Eso lo he notado!

Caminé a paso rengo hacia el baño.

Encendí la luz, y quedé espantado por la imagen en el espejo.

Estaba arruinado, tenía los labios partidos y toda la camisa manchada de sangre, más una pequeña sombra en el ojo izquierdo, pero sabía que mañana se iba a notar.

Mis lágrimas se asomaban, pero apreté fuertemente mis ojos para no llorar delante de él.

Quiero ver tu cara cuando mañana ya no esté, maldito.

Me quité la camisa.

Mi estómago estaba morado, y tenía varios rasguños.
Mis piernas estaban golpeadas, pero no se notaba tanto.

Me desnudé por completo, y cuanto más me quitaba la ropa, mas espantado estaba.

Es un maldito

Me bañé con mucho cuidado, y cuando salí estaba él ahí con una toalla en su mano.
Pero mantenía los ojos cerrados.

Me acerqué y le tomé la toalla bruscamente, pero él siguió sin abrir los ojos.

-¿Qué?- pregunté incrédulo.. ¿No puedes ver lo que tú mismo hiciste?

Él no dijo nada, abrió los ojos despacio y me miró.

Yo contenía el llanto lo más que podía.

Cerré los ojos.

Siento dos manos que me abrasan.

Me puse tenso y él lo notó.

Estaba de espaldas a él. El sumergió su nariz en mi cabello y comenzó a llorar.

Luego me besó la oreja. Una, dos, tres veces, pero yo seguía quieto.

-Lo siento...lo siento mi amor....en serio...yo....

No pudo decir más, porque se largó a llorar, como nunca lo había visto.

-No lograrás nada con pedir perdón y llorar

Dije frío. Si pensaba que lo iba a perdonar y que me iba a quedar en Corea está muy equivocado.

-Lo sé...mi amor perdóname

-Suéltame!

-No...por favor...

-Me...me lastimas!

Él me soltó de inmediato...

Un Marido Golpeador  KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora