Capítulo 22. 🥀

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Me preguntaba a mi mismo si lograría superar esa especie de crisis por llamarlo de alguna manera.

¿Podría yo?

¿Podría yo estar solo, e indefenso en un país totalmente nuevo para mí?

En otro momento pensaría que estaba loco …pero no.

Debía huir.

Tomé ropa, y todo lo necesario para mi higiene.

Llamé un taxi, con las manos temblando. Tenía miedo, sentía que algo iba a salir mal.

Cuando llamé el taxi me dijeron 15 minutos aproximadamente…

Eran las 10:08, si Kook  llegaba no sé cómo lo miraría.

Qué le diría ‘’oh cariño, me voy a Ibiza’’… era una tontería.

Le rezaba a Dios para que me ayudara, en esta…solo en esta necesitaba ayuda.

Cuando ya había terminado mi maleta, y solo rezaba para que apareciera el taxi, llama él.

-¿H-hola?- dije tragando saliva, estaba muy nervioso

-Amor estoy a unas cuadras de casa me detuve en la panadería para comprarte unas medialunas ¿las quieres rellenas?

Yo había quedado mudo.

-Amor, ¿Estás bien?... ¿necesitas que valla ahora?

Yo seguía sin contestar, el pánico me había inundado.

-A la mierda con las medialunas, ya llego a casa

Pi-pi-pi.pi

NOO!!

Fue lo único que pensé al darme cuenta que venía hacia aquí.
Reaccioné rápidamente, tomé la maleta, y fui hacia la calle.

Se me ocurrió una idea.

Así que coloqué la maleta dentro del contenedor de basura…que gracias a Dios era lo suficiente mente grande.

En el momento en que cierro el contenedor, dobla en la esquina el auto Mercedez Benz anunciando que Kook ya esta aquí.

Mi pulso se aceleró.

El auto estacionó a mis pies, y noté que no estaba solo.

-Hola….¿¿Jimin??- me dijo el señor que conducía que me miraba horrorizado

-Hola Jackson

-¿Pero qué…te ha pasado?- preguntó espantado

En ese momento recordé la paliza de ayer y miré a Kook.

-Ayer iba al mercado y…me asaltaron. Me golpearon y los muy infelices escaparon con mi dinero

-Oh…cuanto lo siento…-dijo mirando a Jungkook

-Bueno Jackson ¿me devuelves el auto a media tarde?

-Claro que si…tu bebé está a salvo conmigo! adiós Jimin- dijo al arrancar el auto

-Adiós!

Logré contestar.

Jungkook miró yo estaba con la mirada perdida, y de golpe me abrazó y besó la cabeza.

-¿Cómo estás?- me dijo bajito en mi oído

Yo no contesté nada…solo metí mi nariz en su cuello e inspiré todo su aroma.

Aroma que amaba, pero que me torturaba.

Pasé mi nariz sobre su cuello y le besé allí.

Sentí como se estremecía, y me abrazaba más fuerte, mientras yo lo rodeaba con los brazos.

Un Marido Golpeador  KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora