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Los sonoros pasos de la protagonista resonaban más de lo habitual en aquel pasillo. Luego de que el profesor la sacase a la enfermería, su ruta es donde técnicamente necesitaba ir. Aunque, para lo que su cuerpo a sufrido en su corto período de vida, esos rasguños no eran nada.

Era incomodo. Casi nunca faltaba a una de sus clases o ser interrumpidas en una de ellas. Como su sueño era mudarse de aquel lugar inmundo, su promedio debe ser más que excepcional, por eso siempre se dormía tarde, buscando más información acerca de aquella clase en la que se sentía muy floja.
Llegar a la enfermería no era un trayecto tan largo a comparación con la cafetería, siempre se sorprendía de lo grande que es aquella escuela. Miró nerviosa aquella puerta de mi abierta, no le caía muy bien a la enfermera, razones por la cual aprendió a sanar sus heridas sola. Suspiro, sabiendo que no tenía opción, tocó la puerta y pidió permiso educadamente pero en vez de escuchar a esa vieja, la voz de un joven se hizo pasar.

"Aquí no hay nadie! Pasa!"

Amy lo pensó dos veces, no reconocía esa voz, no era de aquellos matones o de aquel supuesto novio de Stefany. Quitando eso de lado, intento abrir la puerta pero su cuerpo se congelo, no podía moverse y respirar era difícil.

"No entres.." advirtió aquel ser que la retenía "No me agradaba" esto último hizo temblar de miedo a Amy, casi nunca le hablaba de esa forma, solo cuando se enojaba con ella y eso era en pocas ocasiones o simplemente casi nunca.

"P-Por que?" Inclinó hacia arriba para verlo aparecer volar a su alrededor. No respondió con palabras coherentes para la eriza. Gruño, tomándome de las manos y halandome lejos de la enfermería. "N-No! Tengo que ir. Me duele un poco en donde ella me golpeó así qu-" fue interrumpida bruscamente por el. La tomó de los hombros con fuerza arañándola un poco en el proceso. Su mirada intensa llena de sentimientos de ira con chispas de diversión delataban sus intenciones, y eso Amy lo sabía.

"N-No.... no te atrevas.." detuvo al sonriente quien estaba apunto de desaparecer de su vista. El inclino la cabeza aún manteniendo su sonrisa.

"No puedes detenerme" río con fuerza. Tenía razón, aunque Amy sabía manipularlo bien. Era como un niño, le encantaba jugar, si le pide a cambio que los deje en paz por uno de sus juegos, podría funcionar.

"Q-Que tal si hacemos un trato? Lo dejas en paz y juego contigo toda la noche, bien?" Espero alguna reacción de su amigo, la miraba con impresión sin ocultar su alegría.

"TODA LA NOCHE?!" gritó sin ninguna necesidad, su felicidad era evidente, o bueno, para los ojos de Amy. Él revoloteaba y giraba deformando su sutil forma sin querer. Amy asintió con pesar, sabía que de esta manera la escuela se quedaría tranquila por al menos una semana. La otra vez no fue fácil. Ni la anterior.

"Solo.. déjame entrar, si?" Amy dio la vuelta en dirección hacia la puerta de la enfermería pero las garras de su amigo la sostuvieron de nuevo.

"No.." esta vez, Amy se voltio sin miedo, preguntándole de nuevo el porque "él... malo..." esto confundió a la eriza, no se supone que ÉL es el malo?

"Estaré bien, siempre me proteges" sonrió hacia aquel ser, otro método para calmarlo. Darle un poco de ego, y aveces amor.. cuando se deja. El la soltó con cuidado y la dejó ir, desapareciendo enseguida.
Amy golpeó otra vez la puerta y entró deprisa disculpándose al entrar. Esta escuela y las películas escolares eran idénticas, cosa que asqueaba a Amy.

"Hola?" Hablo Amy, buscando a aquel chico que le habló antes "hay alguien aquí?" Miró las camas hospitalarias las cuales se separaban por cortinas médicas. Eran tres en total y una de ellas estaba tapada completamente. La curiosidad apoderó el cuerpo de la eriza y en un intento de abrir la capilla, esta se abrió sola, mostrando a un erizo plateado con un interesante peinado, ojos dorados y sonrisa pequeña pero linda. Esto más que sorprender a Amy, salto del susto. No se lo esperaba.

Tu no te asustas así conmigo...

"Hola! Soy Silver, un placer conocerte chica rosa" saludo con entusiasmo el nuevo personaje. Amy no podía procesarlo bien, nadie casi le habla, a menos de que sea para bullearla o pedirle la tarea. "Vamos niña! Sin miedo!" Salto de la cama hacia ella.

"H-Hola....." volteó hacia otro lado, evitando contacto visual. Aunque, no servía para tanto. Él empezó a rodearla, murándola con detalle de ella.

"Ohhhh eres la chica bruja!"

"Por favor... no me llames así.." era inútil, ni siquiera sabía el porque desaprovechó tales palabras.

"Oh.. ok, bueno! Y cual es tu nombre?" Aún mantenía su alegría, era demasiado brillante para Amy.

"S-Soy Amy.. Amy Rose" estrujó sus ojos por la intensidad de el brillo de aquel chico.

"Amy Rose.." saboreo por un instante su nombre "un gusto conocerte, soy nuevo aquí me perdí. Esta escuela es muy grande!" Volvió a reír aunque esta vez con vergüenza "me quede esperando aquí por si alguien venía y me quede dormido.."

"Nuevo..." para llegar a esta escuela debes de tener una de estas tres cosas. La primera, tener las mejores calificaciones, la segunda, ser conocido del director, y tercera, tener mucho pero mucho dinero. La mayoría de los riquitos están aquí, pésimo. De seguro el es uno de esos, será una victimaria más de los efectos de Stefany.

"Hey? Me estás escuchando?" Sacudió su palma en frente de la rosada asustándola un poco.

Ni así te asusto...

"O-Oh ....perdón..." agacho la cabeza esperando alguna reacción pero solo resultó un suspiro deprimente.

"Tranquila... pareces que eres la acosada de la escuela,  no?" Acertó perfectamente, aunque tenía moretones visibles, no había que ponerle mucho empeño para llegar a esa conclusión. "Pobrecita, yo no tocaría ni una púa de ti! Aquel chico me lo dejó en claro!"

Aquel chico? Quien? Ese? Pero nadie lo puede ver a excepción de mi. Miró con confusión al plateado y este solo señaló cortamente atrás de mi. Se encontraba ahí, justamente a un pie lejos de mi espalda, mirando atentamente a lo que está enfrente de la eriza. El chico nuevo.

"P-Puedes ve—- digo digo.. queee?? Yo no veo nada..." salto nerviosa, si ya le pitaban como loca, dirán que ahora vendió su alma al demonio.

Ojalá

Cállate! No ayudas!

"Se que lo ves, tienes una fuerte aura maligna puesta por él desde que entraste"
Que? Eso era lo único que pensaba. Será que este tipo está loco también?
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Disculpen la tardanza, no me daba la inspiración completa como para terminar el cap.... tenía medio cap echo.... y nada :"v
Pero hoy! Ya que pase por unas cuantas cosas con mi papá, como dejarme sola en la casa cuando el cielo se estaba cayendo... lo normal :3

Gracias por leer.

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