Capítulo 1: Reencuentro.

87 9 0
                                    

Le gustase o no, tendría que continuar su camino, con cada paso que daba el pasado inundaba su cuerpo lentamente, su conciencia le advertía constantemente "sal de aquí", ignorándola, siguió hasta llegar al salón principal donde yacían reunidos sus hermanos mayores.

Sin previo aviso irrumpió en el salón en un silencio total, no valía la pena pronunciar ninguna sola palabra, después de todo fue recibida por intriga en los ojos de los mayores, y sin más preámbulos se recargo en una de las paredes mientras observaba discretamente como retomaban el pequeño drama familiar que había sido interrumpido unos segundos atrás, no tenía en más mínimo interés en participar, era algo absurdo, aburrida empezó a divagar en su mente, un hábito que adquirió con el paso del tiempo. Estaba inmersa en sus pensamientos hasta que alguien llamó su atención.

—Entonces... —escuchó decir a una voz monótona.

«¿Cuántas veces había observado dormir a aquel ser?, se veía tan frágil como un pétalo de rosa» se cuestionó a sí misma.

—¿Quién mató a Karlheinz?

Extrañada ante la noticia dejó de lado su ensoñación y por primera vez prestó atención a la plática de sus hermanos. Esto era realmente un problema, la mayoría de ellos tenía motivos para ver a aquel hombre muerto. De hecho, no podía culpar a nadie por tan "abominable" acto. Solo era un vampiro –una molestia– menos en su vida, ni más ni menos. Pero no espero que soltara tan directamente esa pregunta.

Cuando analizó a su alrededor vio como Laito trataba de contener sin éxito su sonrisa, los demás hermanos aparentaban seriedad –posiblemente porque se hablaba sobre la muerte de un familiar–, pero aun así sus ojos delataban sus verdaderos sentimientos, tan sólo el rubio, demostraba descaradamente su apatía.

La charla continuó durante horas, cada segundo era un martirio, deseaba marcharse de ahí, Karl Heinz y su muerte ciertamente le parecía algo irrelevante... «No tiene nada que ver conmigo», se dijo una y otra vez. Aun así, ninguno de los presentes lograba llegar a una idea concreta, dejó de prestar atención y se sumió en sus pensamientos nuevamente.

[Continuará]

Herencia [D. L.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora