Herencia [D. L.]

Capítulo 5: Interrogatorio.

Al abrir la puerta de su habitación se encontró a alguien sentado sobre su ataúd, extrañada ante su presencia lo interrogó.

—¿Se te perdió algo Ayato? —preguntó con cansancio, el mencionado le sonrió.

—Realmente creciste Subaru.

—Tú también —respondió como si fuera lo más obvio.

—No. Tú sabes a lo que me refiero. Ahora eres capaz de controlar tus impulsos, ¿dónde dejaste a la mocosa tsundere que rompía paredes?

—El pasado debe quedarse atrás —comentó cerrando la puerta.

—¿Y en dónde estuviste estos años?

—¿Es necesario contestar?

—Vamos, no seas así —replicó Ayato con un puchero.

«Así que esto es un interrogatorio». Subaru permaneció en silencio unos momentos, pensando si contarle o no hasta que decidió hablar. —Bueno... estuve viajando, así que no podría decir que me quedé en un lugar en específico.

—¿Cómo pudiste esconderte tantos años sin que supiéramos de ti?

—Richter me ayudó.

—¡¿Qué?! —exclamó sorprendido—. Quién pensaría que él si servía para algo.

—Para mí también fue una sorpresa de hecho... —suspiró—. Pero gracias a él no me encontraron, ¿cierto?

—Odio admitirlo, pero es cierto, cada vez que creíamos encontrar alguna pista sobre ti misteriosamente tal indicio se esfumaba junto contigo —se detuvo unos momentos antes de soltar una nueva pregunta—. ¿Cómo te sientes al volver a tu "hogar"?

—Ayato tu bien sabes que este lugar nunca pudo ser llamado un verdadero "hogar".

—Está bien, dejame volver a plantear la pregunta... ¿Cómo te sientes al volver a este infierno?

Una tenue risa salió de los labios de Subaru, no cabía duda que su hermano seguía siendo igual de franco que antes.

—La verdad me sorprende que este viejo edifico se mantenga aún en pie después de 10 años. Lo único que me alegre este que ataúd aún siga en pie.

—Bueno eso es porque nos hemos encargado de mantenerlo en pie.

—¿Qué significa eso? —preguntó con interés.

[Continuará]