Hell | ChanBaek

15.

Nuevamente estaban en la vibrante ciudad de Seúl, con los habitantes disfrutando de sus diversas actividades nocturnas en una ciudad donde el pecado nunca duerme y todo tipo de criaturas se deleitan en la lujuria y codicia de los placeres que ofrece el mundo terrenal. Chanyeol recuerda cuanto odiaba vivir en Seúl, pues no disfrutaba mucho del ruido constante y el ambiente de la ciudad, el prefería una vida más pacifica en ese punto de su vida, pues ya no era un crío que se dejaba llevar fácilmente por la emoción y adrenalina que romper reglas y causar alborotos causaban. No, en su adultez madura ya Chanyeol lo que quería era una casita de madera en el medio del campo, quizás de dos niveles, con un jardín y pura abundancia de árboles y valles alrededor, quizás una vaca o una cabra no estarían mal tampoco, un gatito y un perro, que la casa tenga mucha luz natural. Ahh, pero que hermoso sería si tuviera tanta paz en su vida, pero aún no era el momento para dar forma y vida a sus fantasías, aún tenía mucho por hacer en Seúl, quizás en el futuro cuando todo terminara cumpliría su sueño junto a Baekhyun, pero se veía algo lejano.  Apenas regresaba de la ultratumba y ya había otro problema, aunque sabía ya desde incluso antes de su muerte que las cosas no habían terminado, que había algo más grande detrás de todo el teatro que montó Taehyung, estaba completamente seguro que eso solo fue la punta del iceberg, y ellos eran el Titanic, solo esperaba que sobrevivieran la colisión.  Por ahora debía enfocarse en una cosa a la vez, así que esperaba que Jongin hubiese resuelto el asunto de Kyungsoo y Minah con la ayuda de Jooheon.  Dudaba mucho que fuera así; no dudaba de las habilidades del chico pues por algo Jongin pensó en él antes que en cualquiera, pero era complicado el asunto como para resolverlo en menos de una semana, se necesitaba tiempo para saber que hacer así que no se hacía de muchas esperanzas por el momento.  Quería ya llegar a la casa para darse una ducha caliente y relajar la tensión en sus hombros del viaje en avión, detestaba esas aves de metales, pues su estómago se retorcía con el despegue y sus oídos se tapaban por la presión, además de que los asientos eran extremadamente incómodos y ni hablar de los baños, desde que descubrió que podía ser succionado por el inodoro los puso en la categoría de cosas humanas que le aterran.  Él sabía desde el momento que vio el primer avión en existir que eran una mala idea, pero eso ya era problema de humanos, él seguiría usando sus portales con mucho gusto.

Suspira de puro gusto al avistar su hogar desde la ventana del taxi, pues Baekhyun se había rehusado a volar por Seúl con equipaje.  El gusto se le fue al ver una motocicleta estacionada en el exterior con un castaño de pie junto a esta, mirando atentamente el vehículo que cada vez se acercaba más a la casa de ambos.  Baekhyun le mira apenado, como queriendo disculparse pero no dice nada al respecto aún pues no quiere hacer las cosas más incómodas de lo que ya son.  Una vez el auto se detiene ambos se bajan con sus mochilas luego de pagarle al conductor, y están de pie frente a Jackson en menos de nada.  El mencionado les sonríe algo incómodo, se acerca y abraza a Baekhyun quien en cambio se tensa un poco antes de devolverle la muestra de afecto a su amigo, mirando de reojo como Chanyeol desvía la mirada ahogado en incomodidad y celos, celos enfermizos que le susurran que le arranque el corazón al otro demonio y se lo dé para comer al perro demoníaco de Jongin.  Estaba muy tentado, no lo iba a negar.

Sin embargo, se abstuvo de actuar, aunque seguiría fantaseando con ello.  Aparto la mirada al verles abrazar, y era muy obvio que no deseaba estar presente en sus interacciones.  Baekhyun se separó algo incómodo del abrazo, no quería que el demonio de fuego se sintiera mal ni tampoco quería despreciar la amistad de Jackson, sentía que cualquier acción errónea podría terminar dañando los lazos que tenía con ambos.  Lo último que quería era perderlos.

— Espero que hayan tenido un buen viaje.  Quería asegurarme de que estabas bien.— dice Jackson mientras se separa del abrazo con una sonrisa.  

— ¿Por qué no lo estaría?— cuestiona Chanyeol, su rostro completamente neutral pero estaba claro que aquello no le había sentado bien.  Jackson se apuro en corregirse.