7.

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Este capítulo es un recuerdo.

Escapar resultaba difícil cuando tenía a la mitad del intentando detrás de su culo. Seokjin lo sabía, pero era bueno escondiéndose en las sombras, así que no tenía problemas en pasar los días tranquilamente escapando, yendo cada día más hacia el sur.

Pero algo evitaba que se alejara por completo.

Su sonrisa se convirtió amarga mientras daba un largo trago al frasco en su mano, el cual contenía una fuerte poción que ayudaba a mantener su distinguible aura al margen. Al otro lado de la calle, una casa hogareña se distinguía de las otras por las luces encendidas en ambos pisos. Extrañaba estar acurrucado allí adentro, envuelto en brazos cálidos y amor, pero se merecía lo que estaba sufriendo, por traidor. Traicionó a sus amigos, a sus compañeros de la vida, a su único amor, pero esperaba que sus esfuerzos dieran frutos.

Estaba demasiado distraído en sus recuerdos y dolor, que no le dio tiempo a escapar de la vista. El dueño de aquella linda y cálida casa salió, con una bolsa de basura y envuelto en un abrigo, y Seokjin tuvo que aguantar un jadeo de sorpresa al verle. Se veía tan... devastado. Su aspecto desaliñado, cabello revuelto y expresión cansada no eran comunes en el pecado del orgullo, pero allí estaba luciendo derrotado, botando una bolsa de basura a las tantas de la noche, otra madrugada más sin poder dormir.

Quería abrazarlo, quitar esa sombría expresión cansada con besos y amor, pero tenía claro que el culpable de aquella tristeza era él. Así que comenzó a alejarse, a poner distancia un paso a la vez, y tan ensimismado estaba en la vista de su gran amor que no se dio cuenta de la lata en el suelo hasta que la aplastó con su pie sin delicadeza alguna.

Miró aterrado hacia enfrente, el terror de haber hecho notar su presencia consumiendo sus entrañas lentamente, pero su ojos no chocaron con otro par, y aunque se sintió aliviado por haberse salvado de aquello, su corazón se apretó de dolor en secreto, porque obviamente quería verlo, y que él le viera a los ojos también.

— No eres tan sigiloso como piensas.

Su corazón se agitó, y del susto casi se gira para mirarlo, pero antes de poder hacerlo, él le abrazó por la espalda y lo mantuvo en su lugar, dejando un beso en sus cabellos antes de reposar su mejilla en estos. Seokjin sintió paz por primera vez en un mes, y no pudo evitar entregarse un poco más a su toque. Podía notar que estaba temblando sin parar, sus labios se abrieron dejando que su tembloroso aliento se escapara antes de hablar. Sus ojos se humedecían por la emoción, pero se negaba a dejar las lágrimas caer.

— Jin, tú no actuaste sólo.— afirma convencido. Quería mentirle y echarse toda la culpa, seguir siendo el malo, pero si había una persona a la que no podía mentirle, era a él.

— No.— niega derrotado. Escucha como el contrario da un suspiró de alivio, y su corazón se agita de emoción. ¡Kim Namjoon lo conocía mejor que nadie!

— ¿Quién te ayudó a crear ese gran plan?— pregunta con un gruñido.— Esto no ha acabado, ¿cierto? Apenas comienza todo.

— Te extraño.

— Responde, amor. Yo no voy a juzgar antes de saber tu lado de la historia.— pide apretando sus brazos alrededor del otro un poco más.

— Te amo.— murmura con los ojos cerrados. Ya había prolongado su visita por demasiado tiempo.

— Yo te amo a ti, a pesar de todo lo que hiciste.— le dice Namjoon, y en contra de lo que su corazón le pedía, soltó a Seokjin sabiendo que éste iba a escapar de nuevo.

— Perdóname.

Entonces Namjoon quedó sólo en el callejón, con el triste frío y oscuro cielo siendo testigos de sus lágrimas. Necesitaba llegar al fondo de todo aquello, porque debía salvar a Jin de lo que fuera que ocurría. Por lo menos, había confirmado aquella sospecha que tanto le había comido el cerebro durante ese tormentoso mes; había algo mucho más grande ocurriendo. La línea que dividía al Cielo y al Infierno comenzaba a hacerse borrosa, las criaturas comenzaban a llevarse mejor desde aquel día de guerra, y estaba seguro que a alguien aquello no le estaba gustando mucho. En el bajo mundo corrían rumores, y pensaba que ya era hora de comprobar si la habladuría de muchos era cierta.

Mientras tanto, en la otra punta de la ciudad, un caos tomaba lugar. A lo alto de un edificio bastante viejo y abandonado, el pecado de la glotonia destruía todo a su paso. Su hambre por el poder lo estaba cegando, perdía su meta cada vez que bajaba sus murallas, y bajo la fría y calculadora de otro ser superior, sus muros caían uno por uno dejando a la vista su punto débil.

— Estás alejándote de mi luz, de nuestro propósito. Te prohibo acercarte a esa escoria.

Las palabras son crueles, pero caen finamente de su lengua y parecen una melodía más. Seokjin le mira tan frío y entristecido, pero responde tan cortante como siempre.

— Cuidado de cómo hablas sobre mi novio.— advierte.

— Tú ten cuidado de cómo te diriges a mí. Podrás ser poderoso pero no te comparas conmigo.— recuerda con nada de amabilidad.

Casi siempre el pecado callaba, ahogando su enojo con pensamientos de Namjoon, pero ese día no había sido el mejor de todos. Por ello, su corazón habló antes de que su mente pudiera razonar lo que decía.

— No quiero continuar con esto.— suelta en un murmullo ahogado, una chispa de arrepentimiento brillando en su pecho.— He perdido todo por andar persiguiendo tus macabros sueños. Los ángeles no volverán al cielo ni aunque el mismo Dios se los pida.— concluye con gran pésame. El ser celestial le mira con una sonrisa que para Seokjin ya se había vuelto un mal augurio.

— Créeme que lo harán.— asegura confiado de cada una de sus palabras.— Volverán. Tengo varias cartas bajo la manga y al soldado perfecto para cumplir mis deseos. Todo saldrá de maravilla, sólo dame tiempo.

— ¿Por cuánto más tendré que huir?

— Cuando el demonio vuelva, la segunda fase del plan estará en marcha. Sé paciente, que Roma no se hizo en un día.— regaña como si a un niño desesperado le estuviese hablando.

— Joder, ¿por qué esperar? Terminemos con esto de una vez.

Los gélidos ojos le miran con molestia y niega repetidamente.

— ¿Qué parte de que necesito al demonio devuelta no entiendes? No me hagas perder mi paciencia, porque aunque tengo de sobra contigo podría dejarla a un lado.

— Tú vives dando amenazas pero nunca las cumples.— bufa, quitándole peso a la advertencia dada, pues ya la había escuchado antes.

— Ah, ¿no? Pues eso lo veremos pronto.

Desapareció dejándole sólo, y Seokjin agradeció no tener que tratar con aquel egoísta malcriado por más tiempo. Le costaba aguantarle, pero necesitaba soportarlo un poco más para obtener su perdón.

— Todo esto solo para poder tocar el cielo con mis manos.

××××

Ustedes cuando vuelvo después de andar desaparecida:

Ustedes cuando vuelvo después de andar desaparecida:

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Juejue jai

He estado un tantito mucho ocupada pero trataré de continuar subiendo capítulos más seguido por que ya lo difícil sta pasando.

¡Ah, y una pregunta! ¿De qué me debería disfrazar?

😈 Demonio 😈
👼🏻 Ángel👼🏻
👻 Fantasma 👻

Ayuden a una mujer indecisa, es para ir a celebrar mi cumple el sábado xdd

Hell | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora