13.

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— Sabes.... traté de no amarte.

Las cortinas ligeramente separadas permitían que delicados rayos de luz se colaran, iluminando de manera tenue la habitación y la desnuda espalda de Baekhyun. Los dedos del demonio recorrían con delicadeza de arriba a abajo la piel expuesta, adormecido, disfrutando de sentir el calor de la piel del mestizo y su suave respiración contra su pecho. Sus ojos se fijaron en el rostro del bello chico que descansaba sobre su ser, y curioso, con su silencio, le indicó que se explicara más. El otro se removió incómodo, como queriendo escapar de lo que se acababa de meter, sin embargo reunió el coraje suficiente para continuar hablando, porque en el fondo ya quería cerrar capítulo, pasar la página.

— Iba de cuerpo en cuerpo tratando de olvidar el tuyo, queriendo que cuando me tocaran, mi corazón evitara el deseo de que fueras tú.— murmuró, con la mirada entristecida.— Te quería borrar de mi mente, me decía que ya podía seguir con la vida, pero cada vez que me acostaba y cerraba los ojos ahí estabas tú, desgarrando cada fibra de mi ser con tu ausencia.

Chanyeol hizo un intento de hablar, pero el pelirrojo colocó un dedo sobre los rosados labios y le pidió que no le interrumpiera. Al demonio no le quedó más remedio que aceptar las condiciones del otro.

— Era un ser verdaderamente miserable, y tan deshonesto.— se lamentó, con la voz rota.— Deshonesto conmigo mismo, porque lo que más temía ya había ocurrido y mis pesadillas se volvieron realidad, y yo no quería aceptarlo.— dijo con la voz ahogada en tristeza. Acaricio la suave piel de la mejilla ajena y sonrío como si estuviera a punto de romperse.

— Baek-

— Park Chanyeol, vivir en un mundo sin ti es imposible. Cada fibra de mi ser clamaba por ti, todos los días, con cada uno de mis respiros. Yo te necesito, y te quiero conmigo. No permitiré que nada te vuelva a pasar.

Chanyeol le miró con ternura y algo de alivio. Le abrazó y besó sus oscuros cabellos, con una sonrisa de oreja a oreja, pero se aclaró la garganta y preparó su respuesta.

— Sabes que mi amor por ti es infinito, y qué tus órdenes son mis deseos, mi amor, pero cuando el sol salga en el infierno dejaré de cuidar de ti.— dijo, algo burlón en sus últimas palabras.

Baekhyun bufó y le miró con fastidio, pero se fundió en sus brazos y disfrutó un poco más del momento. Ambos iban a recorrer la ciudad en busca del amigo de Jongin, y el mencionado les había proveído con algunos lugares para empezar a buscar. Aún era temprano, eran las seis y media de la mañana para ser más exactos, sin embargo ya pronto tendrían que prepararse y salir, pues querían volver a casa lo más pronto posible. Baekhyun se estiró, liberándose del agarre de su amante, para luego proceder y levantarse de la cama, dejando a la vista toda su gloria desnuda.

— Que exhibicionista, amor.

— Pues si no me hubieras vaporizado las energías me hubiera acordado de ponerme calzón.

Recogió dicha prenda del piso y siguió rumbo al baño, sacándole la lengua al demonio que lo miraba con una sonrisa aún acostado.

— ¡Muévete y vístete que planeo volver temprano!

Chanyeol bufó, aún con la sonrisa de oreja a oreja, y procedió a levantarse de la cama y seguir el camino que Baekhyun ya había recorrido hacia el baño. Entre miradas sugestivas y largas "interrupciones", lograron alistarse, y terminaron saliendo del hotel a las ocho de la mañana.

Las concurridas calles de Tokyo ya rebosan de gente a tan temprana hora, algunos de camino a laborar, otros simplemente turistas explorando las maravillas de la ciudad, con sus tiendas atractivas y rascacielos impresionantes, cultura, comida y moda sorprendiendo en cada esquina. Ambos caminaban uno al lado del otro con bebidas en mano, gafas de sol y los sentidos en alto, conscientes de las múltiples miradas curiosas que los recorrían, pues era algo normal. Eran hombres altos, atractivos y con auras intrigantes, por naturaleza, los humanos (e incluso algunas de las demás especies) se sentían atraídos e intrigados. Chanyeol si notó que Baekhyun no actuó con los celos de la noche anterior ante los ojos invasores, quizás porque, como habían hecho las paces, él tenía la seguridad de que nadie podía invadir su territorio, cosa que al demonio le causaba gracia pues no tenía ni ojos ni mente para nadie más que Baekhyun. Ese hombre lo tenía entre sus redes, bien envuelto en su lindo dedito. Sus pensamientos de momento cambiaron de dirección, al darse cuenta de que estaban muy cerca de su primer destino; una vieja tienda de tatuajes japoneses tradicionales, donde el sujeto trabajaba según Jongin.

— Ya estamos llegando al primer lugar, Baekhyun. Si algo va mal, huyes.— le detuvo, a unos metros del lugar. Él le miró con verdadero fastidio antes de hablar.

— Soy uno de los seres más poderosos de los cosmos, ¿lo sabes, no?

— Primero que nada, que ególatra andas. Segundo, exactamente por esa razón necesito que tú, mi amor, huyas. Hay demasiados riesgos, y si nos atrapan a los dos, ¿quién buscará al tipo?— explica tratando de sonar lo más obvio posible. Baekhyun rodó los ojos, pero aceptó que tenía la razón, así que no le quedó más remedio.

Continuaron con el poco camino que les quedaba. Chanyeol entró primero a la tienda, que tenía un gran contraste con sus alrededores. Estaba vacía y se veía muy elegante y misteriosa, con las luces tenues y música clásica japonesa de fondo. Afuera, la calle estaba llena al igual que todas las demás tiendas, sin embargo, la falta de clientes se notaba, y casi podría pensar que estaba cerrada si no fuese por el letrero afuera que decía "abierto" en un cártel. Caminaron hasta el mostrador y Baekhyun, al ver un pequeño timbre, lo tocó, un pequeño "ding" resonó por la tienda. Pensaron que nadie iba a responder, pero de la parte de atrás emergió una figura desgarbada.

Un anciano vestido casi en pijamas les saludó cortésmente y les dio a ambos la bienvenida.

— Buenos días, señor, buscamos a Jooheon. ¿Sabe usted si se encuentra?— preguntó amablemente Baekhyun. Chanyeol miraba al anciano con ojos serios, mientras este colocaba su taza en el mostrador y se ajustaba los lentes, frustrado.

— Por José, María y Jesús, ¿qué diablos hizo ese muchachito ahora?— se queja como si ya estuviera cansado del mismo cuento.

— Oh, no, nada de eso. Necesitamos su ayuda.— responde Baekhyun. El hombre le miró confundido.

— ¿Seguros que buscan al chico correcto?

— Eh, pues sí. Su nombre es Jooheon y nos dijeron que podíamos encontrarlo aquí.

El anciano se ve sorprendido, pero lo acepta rápidamente.

— Ahhh, bueno, pues no está aquí. Se suponía que llegaba ayer de su viaje a Hakone pero llamó diciendo que debía ir a Corea a hacerle un favor alguien.— explicó el anciano, bebiendo de su taza de café.— Lo más seguro fue a meterse en problemas.

— Ni se lo imagina. Muchas gracias por su ayuda.

Chanyeol prácticamente arrastró a Baekhyun fuera de la tienda, y se notaba que estaba iracundo mientras buscaba algo en su bolsillo. El mestizo estaba más que perdido, porque, ¿para qué les había mandado Jongin allí si ya había contactado al chico? No hacía ningún sentido. Por ende, Chanyeol le marcó.

— Hola holaaa compañero, ¿cómo van?

— ¿Para qué nos mandas acá si ya lo tienes, pendejazo?

— Ahhhh ya descubrieron que Jooheon está acá, jajaja, discúlpenme pero no podía más con la tensión. Es que ambos necesitaban tiempo a solas.

— ¿Qué?

— Sip, los engañe. Vamos~, no te hagas el sorprendido.— responde con un tono cantado.— Si yo quiero conseguir a alguien, me le aparezco y ya, ¿no? Soy el Diablo.— le dice con obviedad el muy atrevido.— Tú y Baek estaban siempre rodeados de personas y expectativas, se sentían presionados, necesitaban estar solos para que todo se arreglara, y así, poder proseguir en paz.

— ¿Tú hiciste esto por nosotros?

— Oye pero es que lo menso no se te quita ni yo rezando.— bufa hastiado.— Obvio que no, lo hizo por mí. Ya no podía con la extraña tensión sexual entre ustedes. Ya pueden dejar de incomodar a los demás con sus vibras.

— Gracias, Jongin.— sonrió, pues a pesar de todo, el Diablo no era mal amigo. Solo un idiota, pero no mal amigo.

— Soy fantástico, lo sé. Solo me falta matar a Jackson y está todo perfecto.

— ¡Kim Jongin, ni te atrevas!

— Hasta pronto~, disfruten de la semi luna de miel.

××××

Si hay faltas ortográficas, solo me dicen o las ignoran, que me estoy muriendo del sueño y no me da cerebro pa' arreglarlo.

Espero lo disfruten.

💌 Quejas, sugerencias, opiniones, declaraciones abiertas de amor incondicional, sacrificios en mi nombre, los dejan por aquí 💌

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Hell | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora