Capítulo 8. "Creas o no".
John seguía mirándome horrorizado. ¿Qué estaba pasando?, yo no vi en ningún momento que lo golpearan, ¿por qué está sangrando?
Apretó sus labios y suspiro.
- Vámonos a casa- sonrió.
Por un momento iba a asentir esto, pero él estaba evadiendo mí pregunta. ¿Él ya sabía por qué sangraba su espalda?... no lo entiendo. John recogía las cosas del piso, pero ambos bolsos los puso en sus hombros, sin cruzarlos por su espalda.
- ¿Qué tienes?
- No... - me corrí el pelo de la cara- no has respondido a mi pregunta.
Suspiró, y miró al cielo.
- Tú, realmente no me crees.
-¿Qué?... este- me acerqué a él- ¡te digo que no evadas mi pregunta!
Bajó rápidamente la miranda, pero al mirarme, no me expresaba nada. Me tomó por los hombros con mucha fuerza, se agachó un poco hasta que estaba a mi altura. Estábamos a un centímetro de distantancia.
Era una distancia tan corta, sin embargo él se movía milímetro por segundo, hasta que me besó. No quería soltarme, mis mejillas estaban ardientes, y lentamente cerré mis ojos.
Cuando estaban cerrados era totalmente diferente a la oscuridad que esperas cuando cierras los ojos, era todo lo contrario. Había demasiada luz, y mis ojos estaban abiertos, estaba parada en la nada.
Después de unos segundos la nada brillosa se convirtió en césped y flores, y un campo gigante de girasoles. Recogí unos que estaban en frente de mí, los acerqué a mi nariz y un tierno y dulce olor llegó a mí.
La calidez del girasol desapareció cuando comencé a escuchar unos gritos, cuando ya no estaba concentrada en el aroma del girasol pude darme cuenta que el césped y el campo de girasoles había desaparecido, y ahora todo era blanco. Me di vuelta y vi un hombre, vestido de un traje plomo muy elegante, en la solapa de tú traje había un diminuto girasol, y desde su espalda se abrían paso unas enormes alas, con gigantescas plumas blancas.
- ¡Usted no entiende!- gritaba.
Caminé para acercarme a él, mientras más me acercaba, más se hacia guapo. Entonces estuve a unos metros de él, y lo reconocí. Había leído en internet sobre él, Raziel, un ángel serafín que traiciona a Dios para ayudar a los mundanos. Después de un rato en silencio, volvió a hablar.
- ¡Usted no sabe lo que pasa con todos ellos!...
Se quedó callado nuevamente, pero era como sí yo no estuviera ahí.
- Yo... ¡Yo he visto! ¡Sé qué es lo que hacen!...
Silencio.
Agachó la cabeza.
- Deberían de ser preparados- Miró hacía debajo, cómo sí pudiera ver algo más allá de lo blanco- Usted... Jamás entenderá.
Salió caminando a grandes pasos. Algo me decía que debía de seguirlo, asi que comencé a caminar rápidamente.
- No deberías estar aquí, humana- una voz ronca apareció de la nada.
Me di vuelta para observar a la persona que me había hablado. Pero no había nadie. Sólo mucha luz y silencio. Me quedé esperando a volver a escuchar nuevamente aquella voz, pero no pasó nada.
Seguí corriendo en la dirección de aquel tipo.
Pero me vi perdida en la luz y blancura del lugar, no había rastro de aquel tipo. Ni de ninguna cosa. Comencé a caminar despacio, mirando el suelo blanco, después de un rato comenzó a hacerse disperso y en ciertos lugares se veía azul o café o verde. El suelo comenzaba a parecer neblina o algodón.
Unos gritos comenzaron a escucharse. Era la voz de un hombre. Más bien, era la voz de John. Y empecé a correr nuevamente. Ahí estaba, flotando, con unas largas y amplias alas, que se movían con fuerza desde su espalda. Quedé horrorizada.
Llevaba un traje blanco, el mismo que llevaba la primera vez que nos vimos. Di dos pasos atrás, estaba tan confundida que no podía comprender qué estaba gritando.
De pronto se quedó en silencio, levanté la vista hacia dónde él miraba. Me encontré con el mismo tipo de hace un rato.
Tenía un cuchillo que brillaba en su mano, estirada, como si le ofreciera a John aquél cuchillo.
- Cortalas- fue lo que pude oír de aquella conversación.
Lanzó el cuchillo hasta John, quien lo atrapó con agilidad. Ambos sonrieron tiernamente.
John acercó el cuchillo a su pecho y susurró.
- Raziel.
Cerró sus ojos y acercó el cuchillo a su espalda, se encorbó poco. Pasó el cuchillo por donde habían estado las alas, mis ojos se abrieron como platos, ma alas se desarmaron en un montón de plumas blancas salpicadas de sangre. El cuchillo se lanzó hacia arriba y John cayó. Me acerqué, mis ojos se humedecieron, pero John iba cayendo con una sonrisa.
- ¡John! - Grité desesperada.
- Él va por ti.
Levanté la vista y ahí estaba Raziel, o e tipo que se parecía a este, sonriendo con el cuchillo en la mano.
Entonces fue como si abriera mis ojos, pero esta vez era en la realidad. John se estaba separando de mí, estábamos en las afueras del liceo.
John aún me afirmaba por los brazos, pero ahora ya no era tan fuerte. Miré a todas partes, buscando una explicación a lo que había sucedido. John me estaba mirando, su expresión aún no decía nada.
- ¿Ya me crees?
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Bueno, después de mucho... ¡El capítulo nuevo!, asnsj espero les guste, no olviden comentar y votar, déjenme sus sugerencias, lo que les gusta y no:3 ñ
Gracias por leer ❤ ya iré subiendo más seguido u-u❤
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El caballero blanco [EN EDICIÓN]
Teen Fiction•EN PAUSA HASTA QUE SE TERMINE LA EDICIÓN• Sí, todos me odiaban, todos lo decían, menos él. Jamás pensé que alguien como él llegaría a mi vida, a cambiarla, a amarme... a hacerme feliz. Soy Andrea, según los psicólogos una suicida más, según la soci...