☀️;; 10 June the 2nd.

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Volkov había llegado pronto a la sede del FBI para dejar otra carta. Entró en los vestuarios y en la taquilla de Gustabo metió un sobre por las finas rendijas que tenían estas.

Miró la taquilla repleta de soles pegados con una suave sonrisa, pero justo cuando iba a salir escuchó como alguien se acercaba con rápidos pasos a los vestuarios, el no tenía taquilla ahí ni nada, si le veía alguien que no fuese Michelle, sería muy sospechoso.

Caminó rápidamente hasta posicionarse en la fila de taquillas más lejana de la puerta y se agachó mientras la está se abría y pesados pasos resonaban por la habitación junto con el sonido de una taquilla abriéndose.

Volkov desde su escondite rezaba fuertemente para que simplemente fuera Michelle y se asustó cuando la habitación se quedó en profundo silencio, los latidos de su corazón resonaban en sus orejas, era lo único a destacar.

-HOLA.- saludó de golpe un ruidoso Horacio desde su derecha, haciendo que al ruso casi se le salga el corazón del pecho.

El peliplateado pronunció un chillido para nada varonil y calló al suelo de lado.

-¿Como supiste que estaba aquí?- susurró adolorido por la caída.

Horacio sonrió. -No tendrás una buena cabeza, pero mides dos metros y diez rodillas de ancho. De todos modos, ¿Ya andas haciendo de las tuyas?-

-¿Como que de las mías?¿A que se refiere, Horacio?- Oh no.

-Se que tramas, Volkov.- Horacio lo miraba desde arriba con expresión chulesca. -Ya me lo han contado.-

Volkov se sentía traicionado, no habían pasado ni dos horas desde que se lo contó a Michelle y Horacio ya lo sabía, ¿Cómo le había podido hacer eso su mejor amiga? No le había tomado en serio. Su garganta se cerró debido a la tristeza.

-...¿Cuanta gente sabe que me gusta Gustabo?- habló casi en un susurro.

La sonrisa burlesca de Horacio se desvaneció al segundo. -Espera, ¿Te gusta Gustabo? A mi me habían contado que tienes un fetiche con contar los lunares a la gente, tengo uno en la espalda que es muy difícil de ver, te lo iba a enseñar para que lo contaras.-

Mierda, la había cagado muchísimo.

-¿Quien coño te ha dicho eso, Horacio? Es mentira.- El comisario intentó cambiar de tema pero ya era demasiado tarde.

-¿Ah, o sea que lo otro no es mentira?- Horacio soltó una gran carcajada. -Ya decía yo que le mirabas muy raro.- Horacio siguió riendo hasta que se le pasó algo por la cabeza. -Espera, si cuando te he dicho que tramabas algo y me has respondido con eso... Tiene relevancia que estés aquí.-

Volkov se levantó del suelo con dificultad y se puso delante del de cresta.

-¿Eres el notas?- preguntó Horacio a lo que asumió que la respuesta era afirmativa por el silencio del peligris. -Menudo moñas, ¿Sabes que Conway se piensa que nos vas a secuestrar a todos?-

El ruso se quedó en silencio ignorando lo último que había dicho Horacio.

-No se lo cuentes a nadie, por favor.- Lo miró con preocupación, a lo que Horacio sonrió.

-Que va, hombre, te voy a ayudar.- El de cresta estaba emocionado de repente. -Lo único que tienes que hacer es acercarte y decirle; 'Me gustas, ¿Te gusto?'-

-Horacio, eso no funcionó la última vez, eh.- recordó el ruso.

-Si, pero no es lo mismo, es su propio consejo.- Horacio sonrió y continuó hablando. -Vale, imagínate que soy Gustabo y me vas a decir eso, cierra los ojos si quieres.-

-Vale.- Cerró lo ojos imaginándose que tenía al rubio en frente y su pulso aumentó. -Priviet, Gustabo.-

-¿Que pasa? Calvoo.- Escupió Horacio sus palabras imitando a su amigo.

-¿Me gustas, te gusto?-

-¿Qué? ¿cómo dices, caranabo?-

-Digo que me gustas, ¿Te gusto?-

La conversación no pudo continuar porque la puerta de los vestuarios se abrió, mostrando a un Conway sorprendido por la escena.

-Ya tardabas en lanzarte, rusky. Id a trabajar, ya os comeréis las pollas después, anormales.- Sin más la puerta se cerró, dejando de nuevo a ambos sujetos solos.

Horacio estalló en carcajadas pegándole de puñetazos a una taquilla para descargar la serotonina mientras que Volkov cayó al suelo sintiendo el fracaso recorrer sus venas.
'Por lo menos no ha sido Gustabo el que ha entrado' pensó para reconfortarse.



El sol gopeaba con fuerza toda la ciudad de Los Santos y dentro de un vehículo, Conway y Gustabo se dirigían hacia el norte con ropa normal. Iban a tener una charla con el dueño del Yellow Jack.

-Gustabo, ¿sabes que después de esta reunión te vamos a apartar de la operación por tu propio bien, verdad?-

-Si, si.- respondió, pero para sus adentros pensó sarcástico 'seguro que es por mi propio bien y no por el de los demás'.

-La última vez, Pogo salió por la presión a la que fuiste sometido y no voy a cometer el mismo error dos veces.- Continuó Conway.

-Ajá.-

-¿Puedes responderme bien, coño? Se que te molesta que te hayamos dejado fuera de esta misión tan importante, pero es lo mejor, Gustabo.-

-Me jode mucho, Conway. Era como mi oportunidad para demostrar que puedo hacer el bien.- Dijo el rubio aburrido, que simplemente miraba los árboles con la cabeza apoyada en la palma de su mano.

El pelinegro suspiró. -Te entiendo, en serio que te entiendo, pero es mejor prevenir a lamentarse luego. Te enterarás de lo que pase un poco por encima, pero no estarás involucrado, sobretodo después de lo del motorista del otro día.- Conway aparcó y le dió un par de palmadas en el hombro al rubio que aún miraba por la ventana con cara de amargado.

-¿Y no puedo ni siquiera ayudar a Michelle a investigar sobre el tema externamente?-

-No, ni acudirás a las reuniones.- Se desabrochó el cinturón dispuesto a salir. -Vamos, que ya hemos llegado.-

Acto seguido, ambos bajaron del vehículo, Gustabo dió un fuerte portazo y Conway se giró para darle una colleja.

Entraron y directamente se dirigieron hasta el garaje, encontrándose con Arthur bebiendo con un aspecto desaliñado y mirada perdida que ocultó en seguida frente a los dos agentes, se arrepentía de la muerte del policía, pero tampoco iba a ser tan obvio.

-¿Que tal, amigos? Venid, sentaos.- Dijo mientras se ponía de pié con los brazos abiertos, incapaz de mirarles a la cara después de saber lo que su colaborador quería hacer con ellos.

'-Juro que vi a Jack Conway junto al cadáver del policía al que silenciaste, lo reconocería en cualquier lugar, es como si el universo me estuviera dando una última oportunidad al fin. También vi a un rubio entrando a la sede, que si es quien creo que es, significa que es un traidor.-

Arthur se acordó de la foto que Conway le dió el primer día para saber a quién darle acceso para registrar el bar y algo que le daba mucha desventaja al FBI, era que todos eran muy característicos, sobretodo físicamente. No había dos miembros con el mismo color de pelo ni con la misma complexión. Sacó la foto y se la entregó al sujeto que tenía enfrente suya. -¿Es alguno de estos?-

Miró la foto sorprendido. -Tenia claro que el rubio seguramente era, pero ahora que me das fotos de ambos, estoy 100% seguro de que si es. Y si los dos son del FBI, significa que ambos son traidores del pasado.-'

夏 "Sunny Side Up" 夏// → (✧volkabo✧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora