夏 "Sunny Side Up" 夏// → (✧volkabo✧)

☀️;; 16 aries.

Eran altas horas de la noche, pero tras el énfasis de Michelle, nadie pudo ir a casa a descansar ese día.

Conway estaba estresado en la puerta ya que sabía que tras la repentina ida de Gustabo, este, como hacia usualmente en ese tipo de ocasiones, no respondería mensajes y menos llamadas al saber que las localizarían. Pero el problema era que Conway no podría diferenciar el cuando no respondía por voluntad propia o por cuando había algún peligro.

Esperó refugiado en las luces de la puerta de cristal del FBI con los brazos cruzados a que, quien iba a ser duramente interrogado sin saberlo apareciera, quien al haber sido llamado con tanta insistencia no tuvo más remedio que ir, divisando a Conway tras la puerta transparente y saludándolo con cortesía.

-¿Cual fue el acontecimiento por el que usted me cita hoy a las 2am, señor Conway?- subió los pequeños escalones con rapidez y siguió al agente del FBI, quien miraba con el ceño fruncido.

-Pronto lo tendrás muy claro...- Le fulminó con la mirada y abrió la última puerta por la que deberían pasar mientras escupía su apellido con asco. -...Merino.-

El hombre vió que estaba en una sala mucho más alejada a las demás. Las paredes estaban insonorizadas, había un gran espejo  y lo único que emitía una tenue luz fría azulada era una lámpara sobre una mesa rodeada por dos sillas y todo empeoró en cuanto escuchó como la puerta se cerraba con seguro tras de ellos.

Fijó la vista al frente y vió a una mujer pelirroja, era también del FBI y le miraba notablemente molesta.

-Jack, espósale.- ordenó Michelle en un tono frío y demandador, a lo que Conway obedeció enseguida.

-No entiendo nada de lo que está sucediendo ahora mismo.- Arthur fue empujado a una de las sillas. -Solo soy un hombre con su humilde bar, sin molestar a nadie.-

Michelle río ligeramente. -Mala suerte para tí ser el único Merino al que conocemos. Iré al grano, ¿Te gustan las apuestitas?¿Ruletas?¿Fichas? -

Arthur tragó saliva pesadamente, empezaba a entender la situación ante la que estaba. Tenían una idea sobre su otro negocio.
-En absoluto. Ni me acerco al casino. Un ludópata es incapaz de ver que siempre pierde más de lo que gana, no sé si me está entendiendo.-

-Te estamos entendiendo, muñeca.-  Está vez Conway habló. -¿Estas seguro de que solo un ludópata es incapaz de ver que pierde más de lo que gana? Porque te describe muy bien y no eres un ludópata.-

-Conway, pensé que éramos socios.-

La pelirroja interrumpió. -Merino, has dicho que simplemente eres el dueño de un bar humilde, pero los tres coches costosos a tu nombre no me dicen lo mismo, ¿De dónde sacas el dinero? Porque según tú, 'ni pisas el casino'.-

La cabeza de Arthur estaba pensando de forma mucho más lenta de lo que le gustaría. No tenía palabras y no sabía si los pensamientos de su cabeza eran siquiera coherentes o si metería la pata. También era consciente que, de por cada segundo que tardara en contestar, sería un punto más a favor de las sospechas de los agentes.

Michelle suspiró agotada y decepcionada. -¿Eres consciente de cuánta gente ha muerto por tu culpa?-

Conway observaba el drama que se formaba al no estar muy informado porque Michelle a penas tuvo tiempo de decirle que sucedía. Horacio y Volkov también tomaban nota al otro lado del espejo.

Arthur levantó la cabeza mirando con tensión a la mujer de delante. -No se a qué te refieres.-

Michelle volvió a reir. -¿Por qué venderías drogas pseudo letales para la salud?-

El hombre esposado bajó la mirada. Eso era justo lo que le había preguntado a su hermano una y otra vez. ¿Por qué?

¿Por qué hacían eso?

El jamás quiso hacer daños tan mayores, eran su hermano y colaborador quienes quisieron seguir hacia adelante con ello.

'¿eres consciente de cuánta gente ha muerto por tu culpa?' La voz de Michelle resonaba en su conciencia una y otra vez.

Se acordó del policía al que había silenciado.

No era su culpa.

Nadie había muerto por su culpa.

El nunca quiso hacer nada ni lo más remotamente similar a esas atrocidades.

Se sentía como la mano de sus otros dos compañeros. ¿Estaba solo para hacer el trabajo sucio?

Y la voz del agente cuando estaba a punto de morir, resonó en sus oídos de nuevo como un sonido ensordecedor.

Los demás agentes miraban expectantes al interrogado en su trance, haciendo que todos sintieran decepción por el hombre que solía ser hospitalario con todo el mundo.

-Merino, estás perdido, asúmelo- Conway habló secamente hacia el. -Y dinos de una vez ¿Qué esconde el Yellow Jack?

Arthur comenzó a respirar una y otra vez muy fuertemente, estaba a punto de cometer una locura, y la voz del fallecido agente resonó por última vez como un grito de verdad.

-Nada de esto es mi culpa.- confesó finalmente dejando a todos en absoluto silencio. No iba a permitir terminar con una bala en la cabeza por culpa de las dos personas que le habían estado usando.

-¿Así que?... ¿Asumes que tienes algo que ver finalmente?- Conway preguntó con un tono que sonaba esperanzador.

-Si.- respondió rápidamente. -Pero, conmigo no váis a lograr nada. Estoy bajo las órdenes de dos personas más. Os puedo ayudar, es lo mínimo que puedo hacer por la sangre derramada de la gente que consumió el producto y de los involucrados.-

Michelle sonrió deliberadamente para sus adentros. -Debes entender que en ese caso estarás retenido. Venga, suelta el nombre de tus superiores.-

Se le llenó la boca de rabia en seguida. Su hermano y colaborador por supuesto que no eran superiores, pero así le hicieron sentir.

-El primero es Kennin Merino.- Conway reconoció el nombre al instante, la moto que siguió a Gustabo tenía ese nombre en la matrícula. -Pero, también conocido como 'Yellow Jack'. Es quien quiso distribuir la droga, pero no quiere avisar que realmente es un veneno. Espera a que la gente se de cuenta por si sola.-

Conway poco a poco comenzaba a entenderlo todo y las confusiones. -Prosigue, siguiente nombre.-

Arthur tragó saliva y dijo el nombre rápidamente dejando a los ahí presentes con un terrible nudo en el estómago y miedo inminente a parte de un sudor frío en la sien.
-Jacob Smith, no se mucho de él.-