☀️;; 09 blush.

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Volkov bajó la ventanilla al sentir que le costaba respirar por tener al rubio al lado, quien simplemente miraba por la ventanilla al cielo nocturno y entrecerraba los ojos fijándose en las luces que desprendían las farolas para que las líneas se extendieran.

El ruso se armó de valor y reguló su respiración antes de hablar.

-Gustabo.- El rubio se giró a encararlo. -¿A que se debe su visita?-

Gustabo miró las manos temblorosas del ruso y contestó con simpleza.

-Mira Volkov, se que ya he intentado decirte esto miles de veces.- Dirigió de vuelta la vista a las farolas al no ser capaz de encarar al peligris. -Pero, quiero que nos llevemos bien, se que algún día asimilarás que no es mi puta culpa tener un jodido transtorno psicológico, por mucho que te duela.-

El ruso suspiró moviendo el volante por calles random -Lo se, Gustabo, pero no es tan fácil.-

-Tampoco es fácil para mí, ¿sabes?- el rubio frunció el ceño y bajó el volumen de su voz. -Nunca puedo evitar pensar que si...- Se formó un nudo en su garganta que le impedía hablar, tuvo que respirar varias veces para concentrarse aunque no estaba seguro de querer decirlo, sabía que seguramente terminaría llorando y el no era de mostrar emociones. -...Que si, Conway no se hubiera enterado de que somos familia, me hubiese matado a sangre fría, sin importarle todo lo que vivimos antes, que se supone que yo era un hijo para el y dándole igual que lo que hacía, era porque yo no controlaba mi puto cuerpo, se la sudó mi vida y mi condición hasta que descubrió que por mis venas corre su misma sangre.-

Gustabo no pudo continuar hablando porque sus ojos se cristalizaron y lágrimas habían comenzado a descender por sus mejillas, su garganta ardía de la impotencia y apretaba fuertemente los dientes, estaba haciendo todo el esfuerzo que podía por no hacer ruido, aprovechaba que el ruso estuviera concentrado en la carretera para llorar en silencio e insultarse mentalmente para dejar de hacerlo.

Volkvo se quedó en blanco, no sabía que decir, era de las primeras veces que Gustabo mostraba sus sentimientos frente a él.

-Debe ser duro, Gustabo, lo entiendo, pero en ese momento seguro que Conway pensaba en caliente, siempre le has importado. Sé que mi actitud no es la más madura, ¿Vale? Pero perdí cuatro años de mi vida postrado en una camilla de hospital sin poder abrir los ojos, no puedo evitar sentir rencor.-

-Pues yo hubiera preferido estar cuatro años en una camilla que cuatro años encerrado entre cuatro paredes, viendo cómo no viene nadie a visitarte y sintiendo que no le importas a nadie mientras que los doctores solo te pinchan para ganarse el sueldo. Preferiría haber estado en la camilla que sintiendo eso todos los putos días.- La voz de Gustabo se rompía cada vez más y se le dificultaba mucho al hablar. -Y cuando sales, después de todo eso, te tratan de loco, te insultan y te dicen que no es para tanto, que otros sufrieron más por tu culpa, pero mírame, al contrario que tú yo no estoy exigiéndole todo eso ni a Conway ni a Horacio un día tras otro, cuando ya han tenido suficiente...- El rubio llegó a su límite, se sentía ridículo al estar compartiendo sus emociones. -...Y yo he tenido suficiente, abre la puerta del coche.-

Volkvo frenó en seco en mitad de la carretera por donde ya no pasaba nadie debido a la hora que era y encaró a Gustabo, encontrándolo con los ojos rojos y una expresión que iba desde la ira hasta la angustia.

El ruso no lo aguantó más y abrazó con tristeza al más bajo porque sabía que eso era lo que necesitaba, un abrazo después de tantos años sin recibir ninguno, era el primer abrazo de ambos tras cuatro años.

Sabía que el rubio también lo había pasado mal, pero solo miraba por si mismo y su confesión le hizo sentir miserable.

Gustabo al principio se resistió al abrazo al estar totalmente apenado y avergonzado, pero al ver como el ruso se aferraba más fuerte sin pensar dejarlo ir, lo correspondió y se desahogó silenciosamente sobre su hombro, mientras los minutos pasaban y el más alto le susurraba que todo iba a estar bien.






(A la mañana siguiente)

Michelle sabía que el turno de Viktor todavía no comenzaba, por lo tanto se presentó especialmente pronto frente a la puerta de su amigo sin ni siquiera avisar.

Estuvo tocando al timbre por unos insistentes tres minutos hasta que su amigo en pijama y con grandes ojeras abrió la puerta.

-¿Michelle?- El ruso se sorprendió. -¿Que hace usted aquí a las cinco y media de la mañana?-

-Tenemos que hablar, Viktor.- La pelirroja accedió a la estancia viendo cómo la mesa del salón estaba hecha un desastre y llena de botellas, su amigo había estado bebiendo.

-¿Y no podía esperarse unas horas más?-

-Estoy cansada de hablar en tu oficina donde cualquiera puede pasar y escuchar.- La mujer se sentó en el sofá, acción que fue imitada por el dueño de la casa.

-¿Que me tiene que decir?-

La pelirroja río emocionada al ver la situación que se venía. -¿Sabías que Jack se piensa que eres un espía que quiere hacernos daño?-

El ruso abrió los ojos de golpe y sintió sudor frío. -¿¡COMO?!- exclamó, sin saber a qué se refería la pelirroja.

-Ajá, tu y tus cartitas de adolescente.- la mujer sacó un puñado de cartas de su bolsa y las puso en la cara del más alto, quien al verlas, sintió el verdadero pánico. -Tienes suerte de que no se lo pienso decir a Jack, si no, te mataría. Además... Tu letra es muy reconocible.-

-¿Pe-pero, cómo?-

-Vi una de estas en tu escritorio el otro día, Viktor, y no contento con eso que usas pegatinas que venden debajo de tu casa, cabezón.- Michelle no podía evitar sonreír. -¿Sabes que si Jack te pilla, aunque tú propósito sea muy inocente, te va a desmenuzar como a un pollo?-

Viktor se sentía desfallecer, estaba muerto de vergüenza, era muy pronto como para que alguien el pillase.

-Dime, ¿Te gusta Gustabo?- Michelle habló directa y esperó durante muchos incómodos segundos la respuesta del ruso, que miraba sus propios pies apenado.

-Eso creo.- respondió en un hilo de voz.

Michelle sonrió con sorna. -Te puedo ayudar, aunque, yo pensaba que le odiabas.-

-Ya, Michelle, yo también lo pensaba.-

夏 "Sunny Side Up" 夏// → (✧volkabo✧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora