☀️;; 14 MGTG?

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Gustabo adquirió un gran dolor de cabeza ese día por los acontecimientos transcurridos el anterior. No sabía las intenciones con las que Volkov le enviaba todas esas cartas. ¿Y si era una especie de broma? Sin duda sería muy ilógica y retorcida pero...

¿Y si?

De todos modos no tenía tiempo para complicarse pensando, sobretodo hoy que era su día libre y el ruso le había pedido pasarlo junto a él.

Al principio puso muchas escusas, quería despejar su mente antes de verle porque no sabría si el ambiente se volvería incómodo por su culpa pero el peligrís le insistió demasiado, con lo cual aceptó ir junto con el.

Se vistió de forma casual y salió de su casa cuando Volkov le avisó de su llegada a la puerta de su vivienda.

-Buenos días, Gustabo.- saludó el más alto un poco más serio que de costumbre.
El rubio se fijó en que también se había peinado y olía mejor que lo usual.

Volkov se hizo a un lado para que el rubio saliera con un saludo más tímido de lo usual que no pasó por alto y ambos se subieron al vehículo del ruso.

Queriendo quitar la tensión y nervios del ambiente, Volkov intentó romper el hielo haciendo preguntas.

-¿Que tal ha dormido hoy, Gustabo?- Sus manos temblaban mucho más de lo normal y sus labios titubeaban mientras que no apartaba la vista de la carretera.

El rubio en cambio también estaba nervioso e incómodo por lo que respondió tajante. -No he dormido.-

-Ah.- El ruso divagó por su mente buscando algo más que decir. -Vi que Horacio subió a Instagram una foto de una tortuga que al parecer comparten, es linda.-

-Gracias Volkov. Era sobretodo mía.-

-¿Era?-

-Ajá.- El rubio lo miró con ojos penetrantes. -Se llamaba Cecilia. Murió la semana pasada, preferiría no hablar de ello, si no le molesta.-

Volkov supo que la había cagado mucho pero ya era demasiado tarde. ¿Era ese el motivo por el cual el rubio no estaba tan animado como siempre?



Finalmente llegaron a un parque muy recurrido de Los Santos donde Volkov quería hacer que el ambiente con Gustabo se volviera más dinámico, así que comenzaron a caminar por los paseos de pierda mientras miraban la naturaleza que había en ese lugar. Era bastante bonito y poco a poco consiguieron relajar el ambiente.
El rubio no quería arruinar la tarde de su acompañante tampoco.

Caminando por esa zona y empezaron a reír tontamente con temas que surgían mientras que las farolas de la calle poco a poco se comenzaban a iluminar por la falta de luz en el cielo, paz que pronto fue arruinada.

En medio de su camino apareció un sujeto exaltado entre los árboles y no le tembló el pulso en apuntar como podía a ambos con una pistola corriente.

-Dadme todo lo que llevéis.-  dijo sereno el hombre que había interrumpido por completo su ambiente.

Gustabo se quedó petrificado sin saber que decir por la sorpresa, estaba tan acostumbrado a ese tipo de situaciones que no le provocaba ningún miedo.

Pero Volkov con el despiste, pudo ver al señor mirándole fijamente a los ojos mientras se acercaba como un gato cuando está a punto de morderte la pierna, pasando por al lado y arrebatándole el celular que lo llevaba muy a la vista para luego salir huyendo al verse atracando a dos personas y una de ellas siendo un hombre de dos metros y con el cuerpo bastante ancho pero la cabeza desproporcionadamente pequeña.

El ruso quiso seguirle el paso pero se había desvanecido entre las sombras del anochecer.

Gustabo le siguió corriendo un poco atrasado y río un poco. -Ya robarás alguno de la comisaría, no te preocupes, Viktor.-

Volkov iba a contestar pero se percató de que le había llamado por su primer nombre, cosa que le dió un vuelco. Era la primera vez que Gustabo le llamaba así y este no se percató por reírse de la situación que se había formado, pero para el ruso fue especial.




En la profunda oscuridad se podían apreciar las luces blancas que recorrían la urbanización junto con las neones que emanaba la piscina frente a ellos dos.

Los colores brillando dentro del agua cautivaron al rubio, que con la calurosa temperatura, se quitó la camisa y pantalones para quedar en solamente un bañador y sumergir sus piernas en el agua divertido.

Volkov lo miraba desde atrás, le parecía una bonita escena a recordar. Escribió un par de mensajes a Michelle y cuando terminó, fijó toda su atención al rubio que tenía delante.

Nunca se había podido fijar mucho en su cuerpo ya que Gustabo, incluso en verano solía ir en manga larga y con la chaqueta reglamentaria del FBI, pero ahora que lo tenía delante de esa forma, no pudo evitar quedarse mirando fascinado el cuerpo que este poseía.

Tenía muchos tatuajes como en los brazos, piernas y uno en el cuello, varias quemaduras en la espalda debido al accidente de hace tiempo atrás y varias cicatrices por peleas que tuvo durante toda su vida. También se fijó en un gran cúmulo de marcas en su hombro derecho, el cual parecía un imán de balazos y también algunas pequeñas y muy difíciles de notar en zonas de hombro y brazos, que suponía que era por las centenares de veces que había sido pinchado en el hospital psiquiátrico. Algunas pecas acumuladas y por último estrías en la zona de la cadera debido a la perdida de peso tan rápida y extrema que había tenido desde que salió también del hospital, haciendo que estas se formasen.

A Volkov todos esos detalles junto con las luces que emanaba la piscina, hizo que se quedara anonadado observando la figura del rubio, quién jugaba alegremente en el agua.
Le gustaban todas y cada una de esas cosas y le hacían ver toda la historia detrás del rubio, como si le miraras y pudieses ver todo lo que este había vivido.

Gustabo se giró sonriente para encarar a Volkov, quién llevaba minutos sin mediar palabra, pero antes de que pudiese decir nada, Viktor habló rápidamente.

-Me gustas, ¿Te gusto?-

La sonrisa del rubio se desvaneció al instante convirtiéndose en una mueca de gran sorpresa y sus nervios incrementaron al segundo.

-¿Co-como?- habló ingenuo y sintiendo las palmas de sus manos calientes.

Volkov sentía que se quitaba una gran carga de encima y quiso darle un poco de espacio personal al rubio.

-Digo que usted me gusta, ¿Yo le gusto también?-

-¿Desde cuando?- dijo el rubio casi en un susurro mientras miraba las palmas de sus manos nervioso.

-Hace ya, Gustabo.- Volkov se trataba de conservar sereno pero le costaba. Vió como Gustabo estaba fuera de sí, pero no en un mal sentido y no quiso agobiarle. -Si no me quiere responder ahora, está bien. Lo entiendo.-

El más bajo levantó la mirada entre avergonzado y confundido. -Volkov, yo... Creo que necesito un poco de tiempo.- las palabras que salían de su boca le sonaban a amargas a el mismo. -Nunca antes, yo...-

-Está bien, Gustabo. En serio que le entiendo.- Volkov le dedicó una sonrisa muy sincera. -Para cualquier cosa que necesite, tiene mi número. Estoy para usted.-

El rubio agradeció la comprensión del peligrís y se fue del lugar con una sensación de apoyo que agradecía. Ahora debía ordenar su mente para poder darle una respuesta a este en cuanto a su confesión.

夏 "Sunny Side Up" 夏// → (✧volkabo✧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora