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Mediante ambas líneas se podía escuchar una respiración agitada por parte de ambos, uno debido a estar corriendo hacia su vehículo lo más rápido que podía y el otro por obvias razones gracias que estaba a punto de entrar a labor de parto.

—Respira, con calma, no te alteres... Yo estoy contigo, voy a estar contigo...

Hablaba para el otro, quien asentía a sus palabras aunque esté no pudiera verlo, mientras intentaba seguir las instrucciones dadas.

Subió al auto de color negro y lo puso en marcha. Saliendo del estacionamiento rápidamente mientras seguía diciendo dulces palabras al otro lado de la línea.

[•••]

Mediante más calles pasaba, más aumentaba la velocidad. Podía escuchar claramente el sonido del motor y las ruedas marchando a paso veloz. ¿Acaso no era muy rápido?

Cuando estuvo a punto decir algo fue interrumpido.

—No te preocupes por nada, solo no cortes la llamada y concéntrate en mi y solo en mí.... Despeja tu mente y relájate.

Un suspiro salió de su boca y como en las veces anteriores volvió a asentir, apretó nuevamente las sábanas de la cama con fuerza.

El ruido de el auto realmente no lograba calmarlo a pesar de las dulces palabras del azabache decía para distraerle del dolor. Alejó su móvil un poco para poner el altavoz y tener las manos libres.

En ese pequeño lapso de tiempo logro escuchar algo que no logro captar muy bien al inicio, más un pitido que comenzaba a darle dolor de cabeza. ¿Aquello en el fondo era una sirena? No... Más bien sonaba como la alarma de un auto.

Aquél pitido no se marchaba y conforme el paso se volvía más agudo, torturandole ante el repentino silencio de su alfa.

—¿Hola?...

Se aventuró a hablar, al no recibir respuesta un nudo se formó en su garganta gracias a su mente que se encargó de imaginar el peor escenario posible para esta situación.

— ¿Porqué no contestas? ¿¡Hola!?

Su voz temblorosa gritaba con desesperación en busca de alguna respuesta. Pero ninguna palabra fue recibida a cambió.

—¿¡Trolli!? ¡AMOR!

Su grito nuevamente desesperado fue la única voz que se escuchó a través de la llamada. Un horrible dolor se posó en su nuca, dolía, ardía como el mismísimo infierno.

La marca que le había hecho el alfa comenzaba a dolerle bastante, el lazo que ambos tenían comenzaba a doler bastante. Ese hecho solo hizo que su corazonada se volviera peor. Con temor de estar en lo cierto decidió intentar volver a hablar.

—¿Tr-trollino?

La punzada volvió a instalarse en su nuca mucho más fuerte que antes, soltó un alarido de dolor tan alto que sintió como su garganta raspaba.

Debido a todo el esfuerzo que había estado haciendo gracias a las contracciones y el dolor que le estaba abrumando cayó desmayado encima de la cama por fortuna...

Fin.

La historia ya terminó pero como premio tengo un capítulo extra que en cuanto lo termine lo publico. Para que lloren más (. ❛ ᴗ ❛.)

¿HOLA? //#CoMPaS // RapllinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora