Te preguntarás ¿está es la típica historia de reencarnación?. Pues déjame decirte que estás completamente en lo cierto.
Una persona muere y reencarna, así de fácil.
Si... fácil es reencarnar, pero... sobrevivir con un nuevo cuerpo, eso es lo difícil...
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Durante el recorrido se topo con varias animales, las cuales absorbió sin dudar.
Eh igual como su primer viaje, llegó al anochecer.
Aunque sea un bosque y de noche aparte, no parecía que era realmente peligroso.
Shīto encontró el árbol donde nació y lugar donde conoció a la primera persona en este nuevo mundo, no importa cuál fue el destino de esa persona.
No para Shīto.
Toco el árbol, su "madre" si se puede decir así.
Sentía cierto aprecio hacia el árbol. Esto era confuso para Shīto, nunca penso sentir tanto aprecio por un árbol. Y menos en un mundo que no es el suyo.
Cada día se sorprende más por esta nueva vida.
Se acostumbro demasiado rápido. Aún tenía sus memorias de joven cuando era amante del anime y esas cosas. Solo por eso se le fue fácil acostumbrarse a esta nueva vida, tambien está el hecho de que en realidad el ya es un adulto.
Aunque este cuerpo de niño, de alguna manera le afecta a su conducta, el se compartaba de distinta manera que en su anterior vida.
Y también ciertas fobias desaparecieron.
Obviamente se iba a comportar de distinta forma, está en un nuevo mundo, obviamente pasaría.
El motivo por el cual se acostumbro a matar personas tan rápida fue que como el es un monstruo, no tiene piedad o compasión hacia ellos.
Ni siquiera tuvo un poco cariño hacía Esmeralda, tampoco le molesta el hecho de que talvez ya no la vuelva a ver nunca.
Ah el le molestaba esto, no sentir emociones hacia un humano, el alguna ves fue uno. Y ahora que no puede sentir nada hacia ellos, le molesta, aunque su lado de monstruo no le importa en lo más mínimo.
Tiempo después de estar sentado en el mismo lugar donde nació, decidió adentrarse en el bosque.
No es la mejor idea del mundo pero... Es Shīto del que hablamos, que se le puede hacer.
Ya un poco más adentro al fin admitió algo.
Estaba perdido.
Cómo siempre sucede, su sentido de la orientación es pésima, y una ves más, se volvió a perder.
Shīto: Odio mi vida... O debo decir, "nueva vida".
Simplemente comenzó a caminar en cualquier dirrección, tarde o temprano tendría que salir si solo camina recto.
Pues no fue así, ahora mismo ya casi va a amanecer y Shīto todavía no encuentra una salida.
Ya cuando al fin simplemente trepó por un árbol asta alcanzar la copa de este. Una ves arriba solo miraba más y más bosque, casi al final de dónde su vista acababa vio el final, al igual que una colina.
