Cap 11• [ Hambre... Locura ]

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Después del incidente de la pared, Shīto siguió caminando y explorando la mazmorra.

Cómo de costumbre, no enontró a ningún tipo de monstruo o criatura en ese lugar.

Es casi como si realmente estuviera abandonada al 100%, tanto por humanos como cualquier otro ser viviente.

Luego de un buen largo trayecto de exploración, Shīto recordó algo.

Shīto: ¿Por dónde venía?

Cómo siempre suele suceder, de nuevo estaba perdido.

Voltio a todas direcciones pero no recordaba el camino.

Tampoco servía el hecho de que al no haber ninguna fuente de luz, no podía ver claramente por tanta oscuridad.

¿Visión nocturna? Shīto no recuerda algo como eso.

Lleva tanto tiempo dentro de ese lugar que ya perdió la noción del tiempo, ya no sabe si es de día o de noche. Tampoco sabe cuánto tiempo lleva ahí adentro.

Con tanto tiempo de no absorber nada, Shīto comenzaba a marear se del hambre que tenía.

El tiempo que estuvo en la casa de Esmeralda no podía absorber energía vital de las personas, solo el de pocos animales pequeños que encontraba por ahí.

Shīto: Ahora que lo pienso... el motivo por el cual estuvo en su casa fue porque ella me trajo sin que me yo me diera cuenta. Eso cuenta como un secuestro ¿No?

Mientras divagaba sobre sus recuerdos, al dar vuelta en una esquina se topo con un pequeño brillo familiar en una de las paredes.

Otros cristales mágicos estaban incrustados en una de las paredes.

Shīto despegó a la fuerza estos nuevos cristales y los absorbió con la habilidad de “Calco”.

Lo hacía solo porque si, no tenía un objetivo. Solo era para que ya no tuviera que pelear de nuevo con los slime.

En realidad, estos pequeños son débiles, solo que ellos evolucionan a una velocidad monstruosa.

Shīto también ha conseguido muchas habilidades y se ha vuelto fuerte muy rápido, solo tomo casi un mes hacerse lo fuerte que ahora es.

Siempre se preguntaba ¿Todos los de su raza se hacen así de fuerte tan rápido o solo era el? Obviamente, nunca obtenía una respuesta.

Shīto ya ha vivido aquí en este mundo el suficiente tiempo como para poder acostumbrarse. Pero aún así, no es lo suficiente como para sorprenderse de muchas cosas que pasan a su alrededor.

Dejo los cristales en el suelo y siguió caminando.

No camino tantos metros cuando sintió un pequeño mareo que hizo que se recargara en una pared.

Veía un poco borroso todo.

Shīto: “Vusion nocturna”.

Shīto al fin recordó que tenía esa habilidad.

De todas formas no servía de mucho, porque aún seguia veía todo borroso.

Tenía mareos...

Tenía dolor de cabeza...

Tenía... Hambre.

Sentía mucha hambre, demasiada hambre.

⚠️Peligro - Cordura baja⚠️

Fue un golpe de hambre tan repentino que Shīto no podía reaccionar. Solo podia dejarse llevar por sus instintos.

Sus ojos se volvieron negros con pupilas amarillas, sus dientes se volvieron un poca afilados y garras de madera crecieron de sus manos y pies de madera.

De tal el humano, tal la planta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora