Capitulo 3 - Sophie

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Dos semanas. Llevo aquí dos semanas y ya no tengo nada más con que entretenerme. Los primeros días me dediqué a mi misma: me hice las uñas, me corte un poco la larga melena rubia, fui de compras... Después decidí hacer un poco de turismo pero en seis días había agotado, prácticamente, todos los lugares a los que podía ir. Además, Nicco no ha is vuelto ya que ha is tenido un problema con su billete lo cual significa que no tenia absolutamente nadie con quien salir. También hablé bastante con mi familia y con alguna amiga de Nueva York peor rápidamente me aburría de ello. En días he leído siete libros que pueden considerarse bastante densos. Creo que he escuchado todas las canciones existentes y he tenido tiempo hasta de reforzar mi francés. En estas dos semanas he pintado las láminas y lienzos que en los dos años. He hablado acerca de todos los temas existentes con mis tíos. ¡Incluso he comenzado a cocinar! Quien diría que dos semanas podrían dar para tanto. Tengo que reconocer que soy mucho más feliz aquí que en Nueva York, sin embargo, también me veo obligada a admitir que creía que mi vida en Roma sería mucho más dinámica y emocionante.
Con todas estas meditaciones en mi mente salgo de la ducha y opto por ponerme un vestido de tirantes amarillo con flores azules. Me dejo el pelo suelto para que se seque al aire y agradezco el frescor del agua ya que llevo toda la mañana tomando el sol en la azotea y ya me sentía como un cactus.
Tras estar completamente lista me dirijo al salón donde me encuentro con mis tía leyendo un libro mientras mi tío busca unos papeles en su maletín.
Yo me siento junto a mi tía y pego un fuerte suspiro para llamar su atención y ella calará rápidamente mi mensaje ya que se quita las gafas y deja el libro a un lado, marcando la página por la que va con su dedo.
- ¿Qué ocurre Sophie?
- Los psicólogos recomiendan a los pacientes el estar realizando constantemente actividades para que así su mente esté completamente ocupada. Y hasta ahora nunca había comprendido tan bien este tratamiento. El problema es que ya no me quedan actividades que realizar.
Mi tía me mira con una sonrisa en los labios. Se que ahora mismo debe pensar que estoy sufriendo un ataque adolescente ya que primero di la tabarra para irme de Nueva York y ahora que estoy en Roma continuo quejándome.
- Te aburres.-afirma mi tía y yo asiento con un puchero rezando porque se la ocurra algo que podamos hacer.
- Creo que quien dijo que el tiempo vuela nunca antes había experimentado este sentimiento de sumo aburrimiento.
Mi tía suelta una carcajada ante mi dramatismo y yo por poco también lo hago si no fuese porque estoy demasiado centrada en lamentarme por mi misma.
- ¿Todavía no os han avisado sobre cuándo empiezan las clases?
-No-digo negando con la cabeza y los brazos cruzados sobre el pecho-Todavía no han reparado el edificio de conferencias y por lo visto no quieren comenzar las clases con unas obras de por medio.
Mi tía asiente y por unos momentos se instaura un silencio sepulcral que de repente se ve interrumpido por el grito de mi tía que hace que yo salté en mi sitio y a mi tío se le caen los papeles que estaba revisando.
- ¡He tenido una idea increíble! ¿Por qué no empiezas a trabajar con Dante?
La propuesta hace que los papeles se le caiga. de nuevo a mi tío y yo comienzo a notar la euforia al encontrarme por fin con un buen plan y una buena propuesta.
- Claro que si, tía eso es una gran idea.
La sigo da sola un gran abrazo y un fuerte beso en la mejilla y a continuación me levanto del sofá y me dirijo a mi tío para pedirle que acepte la propuesta.
- Veras, Sophie, es que la industria de la música es muy complicada. No creo que estés preparada para...
- Tonterías Dante-comienza a decir mi tía, reprendiendo a su marido- Sophie es una chica súper profesional, que aprende muy rápido, es muy ordenada y sabes que a ella la encanta ayudar. Además, ¿no necesitabais a una becaria que hiciese todo tipo de tareas? Pues aquí tenéis a Sophie, mejor no podríais conseguirlo.
Yo me encuentro con las manos unidas como si estuviese rezando y cuando me mira le pongo un puchero e intento que mis ojos parezcan los de un cordero degollado. Mi tío nos mira a mi y a mi tía de hito en hito pero, finalmente, tras encontrarse con la mirada asesina de la increíble Loretta; Dante Ferrara se achanta y cede.
- De acuerdo, podrás trabajar conmigo.
Yo pego un grito y enseguida me lanzo a su cuello para darle un fuerte abrazo. De repente un enorme se ti miento de euforia me recorre las venas y me siento como si estuviese a punto de subirme a una montaña rusa.
- Voy a por mi bolso.
Digo con una enorme sonrisa en los labios y me dirijo hacia mi habitación pero entonces me doy cuenta de que no le he dado las gracias a mi tío por lo que retrocedo, le doy un beso en la mejilla, le doy las gracias y después continuo con mi camino hasta mi habitación.
Cinco minutos más tarde nos encontramos en el coche rumbo al estudio de música donde mi tío ha quedado con Måneskin para grabar una serie de canciones. Yo no puedo parar de moverme y de temblar en todo el trayecto porque de alguna manera esto es lo más profesional que he echo en toda mi vida y, aunque realmente no sea así, siento que es mi primer trabajo. Aunque tan solo hago esto para matar las horas y poder ayudar un poco a mi tío ya que necesitan a alguien que les ayude.
Mi tío aparca en la acera que hay enfrente del edificio y cuando me dispongo a salir mi tío me coge del brazo y me dice:
- Sophie, de verdad, si crees que este trabajo te supera siéntete con la total libertad de dejarlo cuando quieras.
- Creo que podré soportarlo.
- Sophie, hablo totalmente enserio cuando te digo que la gente que pertenece a este mundillo está sometido a mucha presión y mucho estrés. Aquí las cosas tienen que salir a la primera porque cuanto más tiempo se pierda más dinero se pierde; y a nadie le gusta perder dinero.
Yo asiento y le doy unas ultimas palabras de consuelo para intentar convencerle de que puede confiar en mi; y tras esto salgo del coche sin hacerle caso.
- Y otra cosa más-me dice cuando consigue alcanzarme-Ni que decir tiene que no quiero ningún rollito con ninguno de los del grupo ya que ellos están muy expuestos al público y no creo que lo que precisamente has venido buscando sea captar la atención de los medios de comunicación.
- No.
Digo sería un tanto harta de esta conversación ya que la sensación que me transmite es de que no confía en mi y que no quiere que esté aquí con el.
- Tío, de verdad, ni notarás que estoy. Me gusta hacer mi trabajo bien y la manera de que así sea es de forma callada y sin incordiar. Ya verás que al final agradecerás que esté aquí ayudándote.
- Eso espero.
Dice mi tío con un suspiro, frotándose el sudor de la frente.
A continuación entramos en el edificio y, tras hacerme un pase de acceso, subimos en un enorme ascensor de lo más glamuroso atestado de gente que desprende aires de profesionalidad. Todos llevan trajes o carpetas, o maletines o gafas; y yo no puedo evitar sentirme estúpida por mi atuendo un tanto hippie más que elegante. Cuando el ascensor se para y se baja la mayoría de la gente que hay en el mi tío se inclina hacia mi y me dice lo suficientemente bajito para que nadie le escuche excepto yo.
- No te preocupes por tu forma de vestir, en cuanto veas cómo van vestidos los del grupo vas a sentirte la mejor vestida de toda Roma. De echo vas a sentirte vestida, a secas.
Yo suelto una carcajada ante el comentario de mi tío y de alguna forma consigo tranquilizarme bastante y mucho más cómoda y confiada.
Finalmente el ascensor se para y los nervios me invaden de nuevo. Cuando se abre nos encontramos ante un largo pasillo que mi tío y yo cruzamos. Incomprensiblemente yo me siento muy nerviosa aunque realmente no tengo ni fin motivo para hacerlo pero simplemente no puedo evitar sentirme así. Entonces llegamos hasta una pequeña puerta blanca que cuando mi tío abre nos lleva a una enorme sala donde se encuentran una serie de sofás, mesas con comida y bebida, una televisión, etc. Pero mis ojos se van directamente hasta las tres personas que se encuentran en medio de la sala hablando un tanto alto. Pero estos, en cuanto ven a mi tío entrar se quedan callados y por su expresión enseguida comprendo que algo malo está ocurriendo; o al menos algo que a mi tío no va a gustarle.
- ¿Qué hay chicos?
Pregunta mi tío un tanto despistado mirando con mucha curiosidad su reloj que parece no funcionar por la manera en que lo aporrea.
- Nada, aquí estamos. Preparados para grabar.
Dice uno de los chicos que tiene el pelo negro y extremadamente largo, tanto que le llega hasta la cintura. En cuanto le veo enseguida me viene a la mente Jacob el hombre lobo de Crepúsculo. Lo más irónico es que, al igual que el personaje, el chico está sin camiseta; pero no es el único. El otro chico, que es un tanto descargando y tiene el pelo hasta los hombros con un flequillo rubio, tampoco lleva camiseta aunque por lo menos lleva una chaqueta por encima. La única que está completamente vestida es la chica que lleva el mismo corte de pelo que el chico anterior. Mi tío no me tía con lo de sus atuendos: todos llevan ropa muy extravagante llena de cuero, purpurina y flecos; y todo extremadamente entallado.
- Oye, Dante, no crees que deberías presentarnos a la pequeña gacela que se esconde detrás de ti.
Dice el chico rubio a la vez que se acerca a mi y me coge de la mano para darle un suave beso.
- Yo soy Thomas Raggi, a su total disposición, mademosille.
Yo reprimo una carcajada ya que su actuación me resulta de lo más cómico. Pero lo más divertido de todo es cuando mi tío aleja a Thomas de mi y se planta en medio de la habitación; entre los músicos y yo.
- Vamos a ver, no me empieces a tocar los cojones tan pronto Thomas.
Dice mi tío de forma seca y dura y yo trato de no sorprenderme ya que el ya me ha is avisado de lo duro y exigente que es este trabajo. Además, comprendo que si el no pone orden sus clientes se comportan como salvajes.
- Lo primero de todo, ¿Dónde coño esta Damiano? Ya he visto Ethan que has intentado despistarme pero te saco unos cuantos años, cuando tu vas yo ya he llegado tres veces.
El susodicho de melena larga se encoge de hombros y su silencio rápidamente me hace darme cuenta de que Ethan es muy tímido, incluso con un hombre con el que lleva trabajando cinco años.
Mi tío contempla por unos momentos su reloj con gesto impaciente y cuando levanta la cabeza se desabrocha la chaqueta y se coloca las manos en las caderas, claramente desesperado.
- ¿Qué pasa? ¿Ninguno sabe dónde está? Os pasáis el día juntos tocando los cojones y ahora nadie sabe dónde está Damiano.
Entonces el silencio se rompe y todos comienzan a explicar dónde se encuentra el tal Damiano pero todos hablan a la misma vez lo cual hace que mi tío y yo no nos enteremos de nada de lo que dice .
- Joder, callaros todos-ordena mi tío con esa voz tan dura- Victoria, por favor, tu que eres la menos cafre, ¿tendrías la amabilidad de decirme dónde coño esta Damiano?
Victoria parece meditar su respuesta durante unos segundos y yo me quedo maravillada ante la seguridad que desprende. Lleva los ojos completamente maquillados, un top rojo apretado, unos pantalones de cuero y unos altos vomites negros que la hacen de mi altura. Y, no se porque, siento que esta chica es un gran referente ya que, al fin y al cabo, es una mujer dentro de un mundo que es prácticamente masculino.
- Veras Dante, Damiano está...
En ese mismo instante la puerta por la que había entrado se abre y en la habitación entra un chico de metro ochenta, con el pelo marrón un tanto largo totalmente despeinado, unas gafas de sol, una camiseta blanca de tirantes con unos pantalones anchos de traje combinados con una especie de botines.
- Esta aquí.
Dice Victoria señalando al lugar donde se encuentra quien supongo que es Damiano. Este levanta la vista del suelo y hace una reverencia que hace que yo ruede los ojos. Me siento tan molesta. Yo he tenido que soportar la charla de mi tío acerca de cómo esté mundillo es tan exigente, tan profesional, tan perfeccionista... y resulta que la estrella del rock puede darse el lujo de llegar cuando quiera mientras que yo me martirizo para ser perfecta.

MarlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora