Capitulo 7 - Damiano

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Había escuchado toda la conversación de Marlena con Vic, y la verdad es que le debía una buena a esta última por haber dicho tantas cosas buenas de mi. Pensaba que Vic me quería, como mínimo, a veinte metros de Marlena pero por su forma de expresarse y de hablar ahora se que ella solo quiere lo mejor para su amiga y también para mi. Pero es que no puedo alejarme de Marlena. Cuando la he visto esta mañana; tan pura, tan inocente, tan bella; solo quería cogerla en mis brazos y encerrarla en mi apartamento hasta que me amase. Lo sé, suena totalmente como La Bella y la Bestia, y quizás sea así porque si alguien puede hacer mi bestia se transforme es esta bella.
Llevamos en el coche un poco más de una hora ya que había algo de tráfico y además tuvimos que parar en una gasolinera por culpa de Thomas que se meaba. Durante todo el tiempo Marlena estuvo durmiendo y yo no pude apretar la vista de ella ni un solo momento e incluso cuando todos bajaron del coche para descansar, yo me quede en el interior del coche, muy atento a ella por si se despertaba y necesitaba cualquier cosa. Pero no lo hizo, y todavía no lo hace, a pesar de que todos estamos cantando a gritos una de nuestras canciones que esta doña si en la radio. En concreto Zitti e Buoni. Todos dejamos nuestras cuerdas vocales en la interpretación de esta canción y yo no puedo parar de reír a carcajadas al ver a Thomas que no para de hacer el gilipollas junto con Ethan, que se dedican a imitarme. Yo decido burlarme también de ellos y me desato para poder imitar a Thomas tocando la guitarra tirando en el suelo y moviendo la cabeza de lado a lado lo cual hace que todos estallen en carcajadas pero todo el ruido que hacemos provoca que Marlena se despierte de su sueño. Thomas y Vic van hacia ella y comienzan a cantarla y levantarla los brazos para que baile con todos nosotros pero ella continúa demasiado dormida como para saber si quiera dónde estamos. Cuando los demás se dan cuenta de que no van a obtener nada de ella ya que está demasiado dormida, la dejan en paz y comienza a molestar a Ethan quien se deja influenciar. Y yo me rio cuando veo como Thomas e Ethan se cogen de la cara y se cantan el uno al otro a gritos.
Pero decido dejar a un lado todo este numerito y me giro para prestar atención a Marlena que se frota los ojos y busca algo en el interior de su bolso.
- ¿Como estás?
Ella levanta la cabeza para mirarme y en sus ojos puedo notar que está algo sorprendida ante mi amabilidad. La comisura de sus labios se levanta un poco como si quisiese sonreír pero cuando no lo hace me doy cuenta de que todavía está un poco insegura y tiene miedo por si la ataco.
- Bien, tengo la sensación de que he dormido todo el día.
En esta ocasión si deja ver su brillante sonrisa y yo me siento desvanecer al encontrarme con que se forman unos pequeños hoyuelos a la altura de sus ojos y su nariz se achata un poco.
- Yo ya creía que estabas muerta.
- Y hubiese sido una gran decepción para ti, ¿no?
Dice ella mientras continúa con la cabeza en su bolso. Al principio pienso que esto es un ataque para iniciar un conflicto pero enseguida me doy cuenta por si tono que lo dice totalmente en broma. Me siento un poco sorprendido al ver que ella también quiere llevarme al límite pero de un modo menos agresivo y decido que a partir de ahora quiero estar relación. Esta clase de tira y afloja constante sin matarnos.
- Por supuesto Marlena-digo yo mira sola con una sonrisa ladeada- ¿A quien voy a criticar si tú no estás?
Marlena levanta la cabeza y deja su bolso a un lado censado en su búsqueda; y cuando me mira me contempla con una enorme sonrisa vacilona.
- ¿Ósea que admites que me criticas y entrometes en todo lo que hago?
- No, no-respondo yo con el dedo índice alzado- Yo tan solo te hago críticas constructivas para que puedes mejorar en tu trabajo, solo eso.
- Tu siempre tan servicial, actuando de manera totalmente desinteresada, ¿eh?
Mi sonrisa se ensancha al escucharla hablar ya que por primera vez siento que nuestra relación de verdad está comenzado a cambiar y me gusta mucho más esta Marlena que no me insulta y no me manda al infierno.
- Por supuesto Marlena-digo a la vez que me acomodo en mi asiento cruzando las piernas- Tengo el presentimiento de que me infravaloras mucho.
- Tampoco es que hayas dado razones para valorarte más.

MarlenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora