Cap 1 : La Verdadera Razón De Mi Desdicha.

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      Las personas que me conocen dirán que soy una chica incomprendida y asocial, no comparto con nadie de la clase, no tengo amigos, ni si quiera me gusta hablar... Sí, todo eso es cierto, pero ¿Se han preguntado porque? No,  solo me  discriminan e insultan por ser diferente, pero... Extrañamente ya me he acostumbrado a esto... Aquella razón tan misteriosa.. Es que desde mi infancia he sido infeliz... No, no exagero... Mi madre trabajaba en un cabaret cuando yo solo tenía 5 años.. Aquella pequeña niña que apenas empezaba a vivir, se quedaba desde horas de la noche sola en casa para que su madre fuera a trabajar.. En momentos de crisis de dinero, mama se iba con unos hombres a algún hotel de mala muerte mientras yo me encerraba en mi habitación.  En un momento de descuido de mi parte, deje la puerta abierta cuando mama salía..  Y un hombre alto entro a mi habitación.. Se parecía a unos de los hombres que siempre venía a buscar a mama en la puerta, y era cierto.. Pero no estaba mama en casa.

-Mama no está. -  Dije con miedo. Sin poder verle la cara al tipo que en la puerta se quedó parado, la luz que venía de afuera de la habitación no me dejaba ver su rostro..

 - Esta vez quería jugar contigo.

 Se acercó a mi habitación, estaba ya en el pie de la cama, suavemente se acercaba a mí. El pánico en mi interior era inexplicable, quede en pánico..

 Afortunadamente, mama entro a la habitación, vio a aquel extraño y supo perfectamente lo que pasaba tomo un spray de pimienta y llamo su atención, él tipo volteo y mama echo aquella rociada de pimienta que dejo ciego a aquel hombre, dejándolo gimiendo y gritando ardido en la cama..

Mama llamo a la policía y en unos minutos el intruso fue llevado a la cárcel.. Mama con todas sus fuerzas me abrazo, entendió que si pasaba una vez podía pasar dos, así que nunca más me dejo sola para ir a trabajar..

     Ya a la edad de 15 años, mama se casó con un hombre que conoció en una aseguradora de autos donde ella trabajaba, no sé qué le vio.. Es tan viejo que podría ser mi abuelo y su padre..

Otra persona la que me encantaría arrancarle los ojos y hacerlas sopa  junto con su maldito hocico...

-¿Otra vez pescado?- Pregunte asqueada de comer siempre la  misma maldita cosa... Si no era frita, era guisada, o rellena... De verdad odio el pescado.

-¡Trabaja, gana tu dinero y compra comida entonces!- Dijo mientras comía una bocanada de aquel pescado, claro... También odiaba el pescado, pero era lo único que podía comprar con su miserable sueldo de vendedor de autos..

-También puedo matar un maldito cerdo asqueroso, sacarle toda la mierda que tiene dentro y rellenarlo..  Delicioso, No?.. – Dijo con sumo sarcasmo. Refiriendo aquello a aquel gordo y fétido hombre, que ensuciaba su camisa blanca con aquel pescado.. –

-¡Mira mocosa.. ! – Dijo levantándose de la silla donde estaba, señalándole de manera agresiva–

-¡Ni se te ocurra acercarte a mí, idiota!- se levantó de la mesa furiosa,  también mirándole de manera fulminante, como si con solo la mirada le deseara muerte. Problemas de ira?.. No, siempre peleaban de aquella manera, era como su día cotidiano en casa-

-Bueno, ya! ¡No aguantare más gritos!... – Dijo la madre enojada por aquella discusión. Siempre tiene que haber una discusión en aquella mesa, así fuera por una tontería como ahora.. La mayoría de veces era así.

-Tks..  no aceptare que me hablen.. En ese tono sarcástico tuyo, niña.. – Dijo mientras le señalaba con aquel cubierto que usaba para llevarse la comida a la boca, mientras hacía suaves círculos alrededor de ella- Mucho menos en mi casa..

¿Perdón?.. – Mira a aquel hombre en su manera sarcástica que el contrario tanto odiaba- ¿Cuando esta casa empezó a ser tuya? ¡Mama la compro para nosotras hace un año y tu prácticamente te entrometiste!.. – dijo mirando a aquel hombre de manera nada agradable. Todo el ambiente era tan desagradable que se olía a mil millas de distancia.. –

 Vete.. ¡Vete, no quiero ver tu sucia cara, vete! –dijo furioso, señalando la habitación de aquella castaña –

Esta sin replica alguna fue. Quería evitar lo más posible aquel hombre y eso logro. Al llegar a su habitación tomo su MP3 y se acostó en su cama, cerrando sus ojos mientras la música a todo volumen se metía cada vez en sus oídos.. Esta se quedó dormida profundamente con los auriculares.

La Gran Mentira De Mi Perfecta Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora