Capítulo 9: Insomnio.

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Para Marine Jones, no todo era felicidad. Ese día no lo era.

Se hacían 5 meses desde la muerte de Maison, su hermano mayor. Era doloroso el recordar que aquel joven, alto, de cabello rojo y perfectamente peinado, que solía usar el sarcasmo y era muy amoroso con sus hermanas, ya no estaba con ellas. Dolía como el primer día, y Marine creía que siempre sería así.

Sus padres no estaban en casa, y ella comenzaba a acostumbrarse a ello. Su hermana estaba metida en su cuarto, y sabía que Madison no saldría de allí en todo el día. Eso era lo que hacía desde entonces, y Marine no podía evitar aquello.

No quería quedarse en casa, sentía que su corazón dolía el doble estando en un lugar donde lo veía por doquier. Y por eso mismo, ahora, estaba en el carro de Marlene West con Kim y Ariadna, camino a la casa de la mayor. La azabache sabía que ese día era triste para la pelirroja, por lo que le preguntó si querría ir a su casa a pasar un poco de tiempo ahí. Los chicos no estaban, tenían guardias y rondas para ver el tema de los vampiros nómadas, así que sería un día de Improntas.

Marine le avisó a su hermana, incluso la invitó, pero esta solo respondió con un golpe en la puerta por un zapato lanzado.

—Entonces, ¿Viajaste a Francia?.—Preguntó Ariadna, mirando a la pelirroja que jugaba con su brazalete que tenía las iniciales de sus hermanos.

—Sí, y déjame decirte, los franceses no son muy amables.—Respondió Marine, con una leve sonrisa.

—Lo supuse.—Murmuró Ariadna.—¿Y viste la torre Eiffel?.

—Sí, pero no soy fanática de las alturas.—Rió nostálgica.—Los gemelos fueron los que subieron, incluso lanzaron un café desde arriba. Le cayó en la cabeza a una mujer que pasaba por allí, mis padres no sabían que hacer.

—Cuando viva allí, haré exactamente lo mismo.—Afirmó Ariadna, asintiendo con la cabeza.

—Claro que no, Seth no te dejaría.—Negó Marlene, estacionando su auto frente a su casa.

—Será a Seth a quien le caiga en la cabeza.—Respondió Ariadna.

Bajaron del auto y caminaron a la casa, donde Marlene fue a la cocina con Kim a preparar bocadillos. Ariadna, tomo el brazo de la pelirroja y fueron a su cuarto. La peli-azul, estaba feliz de tener una amiga de su casi misma edad.

—¿Te gustan los videojuegos?.—Preguntó Ariadna, tomando los controles.

—Nunca he jugado.—Confesó Marine, con un sonrojo.

Ariadna soltó un sonido de sorpresa y abrió los ojos de forma exagerada.

—¡¿Cómo que nunca jugaste a los videojuegos?!.—Preguntó sorprendida.—¿Vives debajo de una roca?.

Innocent |4| Q.ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora