𝓢𝓮𝔁 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓐𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 ( +18 ) [𝓣𝓮𝓻𝓶𝓲𝓷𝓪𝓭𝓪]

Wanda Maximoff

ANTES DE EMPEZAR: Recuerden que son relatos eróticos llenos de contenido sexual y que cada vez comienzo con un lenguaje un poco más fuerte al igual que las descripciones. Sin más, comencemos.

Esa tarde te aventaste como por décima vez la serie de WandaVision. Simplemente había algo que te gustaba mucho, y por "algo que te gustaba mucho" sabemos que te referías a Elizabeth Olsen que te hacía dudar de tu heterosexualidad. Pero nadie te culpa, esa mujer es arte.

Cuando estuviste sola en tu habitación y miraste ese papel (que ya estaba más rayado que tu hoja de ejercicios de la primaria por las calificaciones de tus maestros), pensaste exactamente  en qué otra chica querías ahora.

Wanda Maximoff

Doblaste aquella hoja y la dejaste debajo de tu almohada antes de meterte a la cama y dormirte pronto con una sonrisita en los labios.

¿Y cómo no ibas a sonreir? Si bien que sabías lo que se venía.

Cuando abriste los ojos, estabas en una cama distinta. Parecía un cuarto de la torre Vengadores. Bueno, al menos iba bien el asunto.

Te levantaste y fuiste a darte una ducha. Cuando saliste de la habitación y comenzaste a vestirte, buscaste algo cómodo y con estilo sport. Unos pantalones deportivos junto una camiseta poco holgada, te pusiste unos zapatos deportivos y bajaste las escaleras.

Miraste a Wanda en la cocina de la planta baja. Extrañamente no había nadie más en ese lugar.

—Hola —saludaste antes de acercarte para sacar una manzana del frutero.

—Hola —te saludó Wanda desinteresadamente.

— ¿Dónde están todos?

—Fueron a una junta con Ross, creo. La verdad no sé y no me importa.

—De acuerdo —te encogiste de hombros y sólo fuiste a sentarte en uno de los bancos cerca de la isla de la cocina.

— ¿Tú también vas a salir?

—No.

— ¿Por qué te bañaste tan temprano entonces? —te cuestionó sentándose frente a ti.

—Por nada en especial, ¿No puedo bañarme temprano acaso?

Wanda te miró atentamente, recargo un codo en la mesa y su cara en la mano del mismo brazo.

—No es eso, deja de ofenderte con todo. ¿Notas que esa es la razón por la que siempre discutimos? Sólo pregunté —te respondió con total calma la bruja escarlata—. Dios, desde que me metí en tu mente has estado insoportable.

Ambas guardaron silencio, un silencio incómodo mientras se miraban fijamente. ¿Cómo se supone que debías reaccionar a lo que ella estaba diciendo.

—Eso es una violación a la privacidad —reclamaste—. Como si estuviera orinando y tú abrieras la puerta del baño.

—A diferencia que verte orinando seguramente habría sido menos perturbador que lo que vi. ¿En serio tienes fantasías con Natasha? Te debe de doblar la edad.

Un sonrojo inundó tus mejillas, pero te hacía preguntarte, ¿Qué más había visto aquella pelirroja en tus recuerdos?

—Es algo que no te interesa —respondiste molesta.

— ¿Y quién es Ara? —te preguntó—. ¿Así que es un hecho que lo tuyo son las mujeres? Tenía mis dudas por la vez que tú y Thor...

—Oye, oye, oye. Ya basta —pediste—, ¿A qué viene esta charla? Es jodidamente incómodo hablar contigo sobre si tengo o no sueños húmedos y qué género me gusta, ¿Podemos parar un momento? —esta vez bebiste un poco del jugo de naranja que estaba en la mesa.