Entre chiflidos y vulgares halagos llegué al campo.
—Tardaste demasiado. — Exageró Elizabeth —Acomódate en tu lugar— me indicó y obedecí la orden —No. Espera— me detuvo —Tu. — Apunto a una de las chicas de la segunda fila —Vete al lugar de Gillian — esta abrió los ojos como platos, digamos que no le agradaba mucho la idea de estar al final —Milli toma el lugar de ella— al igual que la ‘Tu’ Milli y Lisa formaron una ‘o’ con la boca.
—Pero Liz— dijo con una voz aguda. La líder puso los ojos en blanco.
—Solo será por esta vez— dijo con fastidio —Ahora cámbiate— ordenó
—Elizabeth— volvió a hablar
— ¡Ya Milli!— le gritó de mala manera —Ahí te quedarás, mejora tus saltos si quieres volver a estar al frente— Wow, creo que me trata mejor a mí que soy su ‘enemiga’ que a sus amigas, de verdad no logro entender porque siguen detrás de ella. —Acomódate ahí— me dijo a mí que solo me dedicaba a ver la escena divertida. Caminé hacia el frente y me coloqué en el antiguo lugar de Milli.El partido comenzó, los gritos no se hicieron esperar al momento que los equipos comenzaban a entrar al campo.
—Eres una A NI MA DO RA— me dijo en silabas Elizabeth — ¡Así que ÁNIMA!— me gritó ya que yo no me movía ni gritaba nada. Giré los ojos y me adentré en el papel de ‘animadora’.No habían pasado más de veinte minutos del partido, cuando comenzó a llover, al inicio eran pequeñas gotas, pero en cuestión de segundos era una lluvia torrencial. Bueno no tanto como torrencial, pero si era fuerte.
—No te quejes Lisa— le gritó Elizabeth —Solo es agua— tenia razón, solo era agua. No había motivo para quejarse como lo hacía Lisa.
—Mi cabello se arruinará— dijo con desespero, solté una carcajada. Ahora si agradecía que Elizabeth me hubiera obligado a atarme el cabello.Ya me dolía la garganta, tenia frio y estaba cansada. Jamás había gritado y bailado tanto y mucho menos bajo la lluvia. Y aun no había hecho entrar en acción mi plan.
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Cinco minutos restaban para finalizar el partido, ambos equipos estaban empatados, el campo ya estaba hecho un desastre, el verde césped se había transformado en un enorme charco de lodo. Los uniformes de los chicos ya no eran azules, ahora eran café obscuro al igual que mis tenis que de tanto salto ya estaban para irse directo al basurero.
Quedaban menos de dos minutos, Thomas se apoderó del balón, corría esquivando a todos los que se le ponían enfrente, Twan más adelante seguía corriendo, acercándose a la zona de anotación para esperar el pase de Thomas. Justo cuando Thomas levantó el brazo para lanzar el balón, justo ahí entraba mi plan.
— ¡Tu puedes Thom!— grité lo más fuerte que pude, seguido de mi grito, se escucharon los gritos y aplausos de todos los espectadores.
—Ya vas aprendiendo—me habló Elizabeth. Pero mi mirada estaba fija en alguien, claro en ‘Twan’ que al escuchar mi reconocible grito volteo inmediatamente hacia donde estábamos. Rodé mis ojos para posarlos sobre Thomas quien en vez de hacerle el pase al ahora distraído de Twan siguió corriendo. Todo el público comenzó a gritar más y más, al ver a Thomas a solo dos yardas de la zona de anotación, tres segundos para finalizar y Thomas se lanzó llegando justo un segundo antes de la finalización del juego.
Todos corrieron hacia Thomas eufóricos, chocando sus cascos y con fuertes gritos celebraban su victoria, esto sumado a los gritos y nuestros cantos, era increíble.—¿Qué rayos pasa contigo?— me grito Twan. Si, mi plan había funcionado.
—¿Conmigo?— pregunté fingiendo no entender.
—Por tu culpa perdí el pase— me reclamó, obviamente no era el mejor lugar para hacerlo. No si su novia actual estaba a escasos centímetros.
—¿Por mi culpa?— pregunté enojada
—¿Por qué por su culpa?— intervino Elizabeth
—Yo… Yo— tartamudeo como estúpido. —Por nada Liz— la tomó de la muñeca haciéndola caminar detrás de él. Ambos me aniquilaron con la mirada y salieron de mi vista.
—Eres perversa chica— escuche la voz de Kendall y no pude evitar reír
—¿Viste eso?— le dije victoriosa
—Todos lo vieron— dijo mientras se carcajeaba —Se pudría de celos— reiteró mi información
—Ahora solo falta el tercer pájaro— sonreí pícara mente
—G yo estoy seguro de que ese se te escapará— cantó burlona mente
—¿Por qué?
—Míralo…— señaló con la cabeza a Thomas quien caminaba hacia la salida rápidamente y con cara de pocos amigos.
—¡Demonios!— grité furiosa mientras corría por mi bolso y solo escuchaba las carcajadas de Kendall. —Te quiero— le dije y besé su mejilla —…Si fuera tu, iniciaría con los trabajos— le grité mientras corría a la salida...........................................................
-¡¡Perfecto Gillian!!- pensé molesta –Arruinaste tu propio plan que era perfecto- no lograba ver a Thomas, seguramente ya se había ido.
Resignada caminé hacia mi auto; caminaba entre los autos tratando de llegar al mío. –Al menos Elizabeth y Twan no pasaran una linda noche- reí en mi interior.
Seguía caminando entre la oscuridad del enorme estacionamiento hasta que logré visualizar mi auto pero antes de llegar me sujetaron de la muñeca tirándome fuertemente y tan rápidamente que no pude ni gritar.—¿Por qué me fastidias?— logré reconocer el rostro de Thomas en medio de la oscuridad. No podía creer que era Thomas el que me sujetaba del cuello y me miraba con toda la ira del mundo.
—¿Yo? ¿Fastidiarte?— afortunadamente la actuación es algo que se me da — ¿Ahora que hice?
—Volverte porrista, ese grito— sentía su respiración mezclándose con la mía —Entiéndelo, no me interesa nada relacionado contigo, ni amistad y mucho menos tu ‘apoyo’— liberó mi muñeca pero mi cuello seguía siendo prisionero.
—¿Seguro?— susurré sobre sus labios mientras subía mis manos a su cuello, solo que yo al contrario de él, lo acaricie suavemente.
Tragó saliva y aunque lo disimulara se le notaba que estaba muy nervioso. Detuve mis manos en su nuca, para lentamente eliminar los escasos centímetros que nos separaban.
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Pensando solo en mi
RomanceGillian Eisley es lo que toda chica desearía ser. Hermosa, popular, rica; pero esta tiene un gran problema, no tiene amigas, tal vez todas quieran ser como ella, pero nadie quiere estar con ella. Su único apoyo es su mejor amigo, Kendall Marsden. A...