Capitulo 13

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Llegué a mi casa, cené, me bañé, me puse mi pijama y me acosté a dormir, estaba cansada de todos.

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Me desperté ya con mas ánimos, el dolor en mis piernas ya no era tan intenso como el de ayer, así que ahora si quería ir glamurosa a la escuela, como siempre. Me bañé, me puse un pantalon de cuero negro, una blusa naranja con cuello negro, zapatillas del mismo naranja, ademas de un bolso a juego y dejé mi cabello suelto con sus comunes ondas, el maquillaje fue ligero como siempre y baje para subir a mi auto.

Cuando llegué a la escuela con suma seguridad caminé por los pasillos, atrayendo miradas al por mayor. Adoraba tanto esto.

Localicé a Thomas en su casillero quien sacaba algunos libros. -Debería de ser contra la ley que use ese tipo de pantalones- pensé debido a la masacre de hormonas que causaba en mi interior. Al mismo tiempo complementando con la playera color azul en cuello 'v' que portaba, creaba una revolución en mí. -De verdad es sexy -pensé.

-¿Que decidiste Am?- le susurré en el oído por detrás, haciéndolo voltear bruscamente.
-Primero... aléjate- me hizo a un lado -Y segundo ¿Por qué me dices Am?- preguntó sin entender
-Am... Por Amargado- solté una carcajada
-Mira...- dijo con fastidio -Ya es bastante difícil tener que soportarte, así que trata de guardarte tus estúpidas bromas- cerró de un fuerte golpe su casillero.
-Trataré- le dije sonriente - ¿Entonces?- pregunté caminando detrás de él con ligeros pasos - ¿Tu casa o mi casa?
-Tendrá que ser en la mía- dijo de mala gana sin voltear a verme.
-Perfecto- sonreí y me fui a la clase.

Las clases pasaron muy rápido, como siempre Kendall me ayudaba a distraerme y hacerme un poco más divertidas las horas.
-¿De verdad te llevará a su casa?- preguntó Kendall
-Sí, solo para hacer la inútil guía de física- le expliqué -El chico sigue resistiéndose a mis encantos- ambos reímos
-Te lo dije. - Sonrió victorioso -Es mejor que te rindas Gillian
-Mira Marsden... en cuanto menos te lo esperes- lo señalé -Lo voy a traer tras de mí- sonreí.

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Era la hora de salir. Fui de las ultimas en salir, reuní pacientemente todas mis cosas pues la verdad no tenía prisa alguna, además con suerte y haría enojar a Thomas

Dejé la mayoría de mis libros en el casillero, afortunadamente no había tanta tarea, solo unos cuantos problemas de matemáticas y algunos resúmenes. Caminaba hacia la salida del edificio y no lograba ver a Thomas. -Más te vale que no te hayas ido Browning...- pensé mientras lo buscaba en el campus.

-Tú no te preocupes que tenemos todo el día- una sarcástica voz me sacó de mis pensamientos
-Te estaba buscando- le dije sonriente
-Si, como sea- rodó los ojos y comenzó a caminar -Sígueme- me indicó mientras se subía a su motocicleta. - ¡Dios mío! lo que tiene de amargado, lo tiene de sexy- pensé mientras lo veía. Sacudí levemente mi cabeza, para salir de mis pensamientos.
-S..S...Si- contesté y caminé hacia mi auto, lancé mi bolso en el asiento trasero.

No fue muy largo el trayecto, solo tenía algo de dificultad al tratar de seguir la alta velocidad de Thomas.
De pronto Thomas se subió a la acera, estacionando su motocicleta ahí, aunque no parecía una casa, seguramente sería su trabajo. Me estacioné y bajé no muy segura.
-Espérame- me dijo antes de entrar a una enorme tienda de música. De todas formas entre detrás de él.
-¡Thom!- un rubio detrás del mostrador le saludó al mismo tiempo que estrechaban fuertemente sus manos - ¡Wow! ¿Y tú eres?- le sacó la vuelta a Thomas acercándose hacia mí.
-Nadie, no es nadie- Thomas lo tomó de cuello de la camisa y lo regresó al mostrador. -Concéntrate en tu trabajo- le ordenó.
-¡Thom qué bueno que viniste!- una pelirroja que bajaba las escaleras con ambas manos ocupadas por dos cajas -Llamó Har...- su mirada se quedó fija en mi, analizándome de pies a cabeza. Su cabello entre rojizo y naranja, levemente desordenado, jeans desgastados, converse viejos y maltratados. No me extrañaría que fuera la... la novia de Thomas
- ¿Qué dijo Harry?- preguntó Thomas con cara de desesperado.
-Qué... que no podría pasar por Alexa ni por el pequeño- dejó las cajas en el piso
-Pero... ¿por qué?- el desespero, aumentaba.
-Su auto...- dijo haciendo una seña con sus manos como de explosión y junto con el rubio rieron.
-No puede ser- dijo mirando el reloj en su mano -Me va a matar- dijo caminando rápidamente hacia la puerta -Espérame aquí- me indicó.
-Si, aquí espéralo- sonrió el rubio cuyo nombre desconocía, mientras que era aniquilado con la mirada por la pelirroja.
-Thomas pero...- hablé y regresó
-No- tomó su cabello entre sus manos -No puedo ir en la motocicleta por ella- regresó al mostrador -Dame tu auto- le dijo al chico quien asintió con la cabeza y se agacho.
-Aquí tienes- sacó sonriente una patineta
-Cody- le dijo fulminante mente. Según lo que entendía la pelirroja no era su novia, y la tal 'Alexa' era muy importante, así que seguramente que ella si sería la... novia. -Lo siento Thomas, en esto vine- sonrió.
-¿Hill?- se dirigió a la chica
-Caminé- sonriente subió los hombros.
-¿Pero qué? ¡Siempre está lleno el estacionamiento por sus autos!- dijo alterado y yo solo me limite a agitar las llaves de mi lujoso auto.
Se dio la media vuelta para verme y le sonreí. Acortó nuestra distancia con aproximadamente cinco pasos.
-Nunca te pediría algo a ti- susurró en mi oído para después salir de la tienda. Le gustaba sufrir ¿no? Salí detrás de él, después de escuchar un 'Nos vemos' del tal Cody..

-Sabes...- le dije por la espalda, gracias a la altura de los zapatos, alcanzaba con precisión su oído -Hieres mis sentimientos- lo rodee poniéndome frente a él.
-¿En serio?- levantó una de sus naturalmente bien definidas cejas. Acortaba lentamente la distancia entre ambos. Mientras dejaba mis llaves en una de las bolsas de su chaqueta.
-No- solté una carcajada y me di la media vuelta y caminé hacia mi auto. Solo que esta vez subí al lado del copiloto.
-Al parecer si aceptaste mi ayuda...- dije sonriente cuando Thomas subió al auto.
-No, solo subí y tomé tu auto- aclaró
- ¿Entonces viene siendo un robo?- pregunté mientras miraba su perfecto perfil.
-Exacto- afirmó

Pensando solo en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora