Pensando solo en mi

Capítulo 2

Todos voltean en dirección a la puerta, decido mirar también, encontrándome con una escena indignante. Rápidamente siento como Kendall voltea a verme, pero no puedo apartar la mirada.

—Creo que será mejor que nos vayamos...— No se quien dijo eso exactamente, pero al regresar la mirada a la mesa, sólo Kendall me acompañaba
— ¿Gillian? — Me dice
— ¿Elizabeth?— Aún me cuesta reaccionar — ¿Elizabeth le va a dar más que superficialidad y sexo? — Elizabeth... digámoslo así, es una chica con una gran reputación; es una porrista con un padre adinerado, así que si, es popular, pero tiene una gran fama que la sigue a donde sea que vaya

Elizabeth camina sosteniendo el brazo de Jonah, sonríe ampliamente siendo el centro de atención, algo que nunca le ha molestado, sabe que será tema de conversación por días. Al igual, Jonah camina quitado de la pena, saluda a los demás miembros del equipo de fútbol y toma asiento con ellos.

— Gills — Escucho la voz de Kendall llamándome, pero mi cabeza está en otra parte

Ambos parecen bastante cómodos con el otro, ¿desde hace cuanto Jonah me estaba viendo la cara?
Elizabet me ve observando como el resto de la cafetería, a lo cual su reacción es robarle un beso a Jonah frente a todo el equipo

—Odiaba que yo hiciera eso...— Digo mientras alejo mi mirada asqueada

Jonah detestaba que hiciera eso... pero al parecer que ella lo haga ahora es aceptable.

— Gills, mírame — Alzo la mirada de mi plato lleno de comida —Cuando más necesitas tu orgullo, este decide descansar— Habla en un tono severo —No vas a dejar que esto te obsesione — Tiene razón, sé que la tiene
—No — Me pongo de pie, llena de rabia —No puede hacerme esto —Camino directamente a la salida, sin importarme quien me haya visto o lo que los demás estén pensando

Una vez en mi casillero, tomo mis libros para la siguiente clase, historia.

-Como puede hacerme eso...- No dejo de darle vueltas – ¿Cuanto tiempo ha pasado sin que yo lo supiera? -Ni siquiera le interesa, un día después de terminar conmigo ya camina orgulloso al lado de otra

El fuerte timbre me saca de mis pensamientos. Cierro de un fuerte golpe mi casillero y camino hacia el salón de clases. Entro y las personas ya dentro me miran extrañados, no es mi costumbre llegar a tiempo, ahora no tengo nada o nadie que me distraiga de llegar antes.

Tomo mi lugar de siempre, justo en el medio. Espero a Kendall, quien siempre se sienta detrás de mi. Recargo mi cabeza en mis manos y observo perdidamente el suelo y su brillante color blanco.

— ¿Que no se supone que no te importaba?— La voz de Kendall me obliga a salir de mis pensamientos
—No me importa— Miento, aunque no tiene sentido, Kendall me conoce mejor que nadie
—Si no es así ¿por qué esa cara?
—Pienso en cómo voy a hacerles pagar
— ¿Pagar?— Suelta una carcajada —Lo bueno es que no te importa...
—Cállate Marsden— Giro sobre mi asiento para verle directamente
— ¿Y qué vas a hacer?— Sonríe divertido — ¿Vas a salir con alguien más para causarle celos a Jonah?— Se burla
—Sabes... no es una idea terrible — Sonrío con la mirada perdida, imaginándome el plan
—Si comprendes que sólo estaba bromeando, ¿verdad? — Deja de reír
— Sólo tengo que buscar a alguien lo suficientemente peculiar para causarle celos y demostrar que esa relación es una farsa, cuando Jonah regrese arrastrándose a mi... quizá lo acepte de regreso, pero será necesaria una buena disculpa
— ¿Cómo fue que termine siendo tu mejor amigo?
—No lo sé...— Tomo su mano —Pero ahora serás mi novio— Afirmó con seguridad
— Gilly — Pone su otra mano sobre la mía —Todos aquí saben la clase de relación que tenemos -Es un buen punto -Nadie, mucho menos Jonah, creerán que estamos saliendo de la nada
—Entonces ¿quién?— Ahora debo buscar a alguien más, de no ser así, mi plan perfecto puede irse completamente a la basura

No puede ser cualquiera. Tiene que ser alguien a quien Jonah no tolere, alguien físicamente atractivo, a quien no resista verlo a mi lado. El problema es ¿Quién?

— ¿Que tal él?— Señala a uno de los come libros sentados en los asientos de adelante
—Kendall, el punto es provocarle celos, rabia, ira...— Digo seria —No risas y pena ajena
— ¿Y cómo sabes que a quien elijas, te seguirá el juego?— Pregunta intrigado
—Ya lo verás...— Contesto segura, no creo que haya muchos hombres dispuestos a rechazarme
— ¿Él?— Pregunta señalando con la mirada a uno de los miembros del equipo
—No lo sé... es probable que se moleste por un compañero de equipo -Volteo instintivamente hacia la puerta y cambio completamente de opinión — ¿Por qué no él?— Digo, siguiendo con la mirada a un chico, que para ser sincera, jamás había visto antes
— ¿É? ¿Estás segura?
—Si... es bastante opuesto a Jonah — Jeans negros desgastados, camisa blanca, chaqueta negra de cuero. El sueño de toda adolescente — ¿Quién es él? ¿Y por qué nunca le había visto antes?
—Olvídalo... no aceptaría ni aunque le pagaras
—Kendall nadie nunca me ha...
—Será el primero entonces, créeme
— ¿Por qué debería creerte? ¿Como es que si quiera lo sabes?
— ¡ Gills, es lógico!— Contesta intentado no alzar demasiado la voz —Sólo míralo, a kilómetros puedes ver qué no eres su tipo
—Kendall, no me voy a casar con él, digamos que lo quiero por unos días, no necesitamos ser compatibles o una pareja real
—Piensa lo que quieras, pero cuando te rechace, lo que hará, me niego a ayudar con un plan de venganza contra él también
— ¿Cuando me rechace?— Pregunto indignada
—Estoy seguro que lo hará
—No podrías estar más equivocado
— ¿Quieres apostar?— Sonríe con malicia
— ¿Cuánto quieres perder?— Contesto segura
— ¿Cuánto?— Suelta una carcajada — No quiero tu dinero, hagámoslo más interesante— Le miro atenta —Si tu ganas, yo...— Dice, dándome pie para terminar la oración
—Si yo gano...— Pienso en algo que necesite bastante —Si yo gano, harás todos hasta que nos graduemos
—Y si yo gano— Dice sonriendo, no me agrada nada su expresión—Desistirás del plan con Jonah y les darás tu bendición públicamente a ambos...— rayos, ahora mi premio no es nada comparado con el suyo -Quiero una declaración original y emotiva, quiero que me sorprendas...
—Cállate, ya entendí— Le contesto seria, considerando si realmente vale la pena perder mi dignidad... y al chico —De acuerdo - Termino por ceder. Extiende su mano hacia mí, cerrando así el trato
—No habrá fecha límite, ya que seguramente dirá que no a los dos segundos de que comiences a hablar con esa voz chillona que tienes, harás una rabieta y admitirás que siempre tengo la razón y qué haces mal en llevarme la contraria
—Te quiero Kendall... pero a veces, puedes ser un completo idiota —Digo riendo

El profesor finamente entra al aula, dando por resultado, un silencio sepulcral. ¿Cuál será su nombre? Ahora que lo veo bien, no entiendo porque antes no lo había notado.