Capitulo 14

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— ¿Y quién es Alexa?— me aventuré a preguntar

—No te importa— dijo de mala gana 
—Claro que me importa— volteé a verlo —Me interesa saber por quien, llegaste al grado de pedirme ayuda— como gozaba de hacerlo enojar.
—Haber— dijo con fastidio, este hombre no tenía ni una pisca de sentido del humor —No te pedí ayuda. Serias la última persona a la que le pediría algo— serio regresó su mirada al camino.
—Una pregunta…— dije divertida — ¿Por qué tanto ‘odio’...— hice comillas —…Hacia mí?— la verdad me intrigaba, ya que nunca en mi vida algún chico me había rechazado y/o tratado tan mal como él lo hacía. 
Se estacionó en un enorme parque, había muchos autos alrededor, la verdad no reconocía donde estábamos.
—Detesto a las personas como tu— habló —Falsas y engreídas que piensan que solo por ser ‘lindas’ pueden hacer lo que se les pegue la gana— apagó el auto.
—¿Así que piensas que soy linda?— me giré hacia él 
—¿Lo vez?— suspiró y me volteó a ver —No puedes ser más hueca porque no haz de saber ni que es eso— sacó las llaves y bajó del auto.
- ¡Es que es un estúpido!- pensé molesta. –Este tipo realmente piensa que soy más tonta que nada- solo de una cosa estoy segura, se va a arrepentir.
Esperé en el auto cerca de cinco minutos hasta que por fin logré verlo caminar hacia el auto, cruzaba la calle para después atravesar el parque pero lo que me llamaba la atención era la que seguramente sería ‘Alexa.’
-¿Es su hermana? Si seguro que es su hermana- tenía un pequeño debate en mi mente al ver al ‘rudísimo’ Thomas Browning con una pequeña de unos 5 años de edad aproximadamente. Sin duda era hermosa, finas facciones, nariz respingada, cabello castaño y lacio – ¿O su hija?- digamos que un poco de pánico se apoderó de mi –Tal vez es casado, con esposa, hijos ¿Pero cuántos años tiene? ¡Tal vez por eso se resiste a mí!- cada vez se acercaba más y mi rostro de asombro era imposible de ocultar –Es que es tan parecida a él- respiré profundamente y me giré en el asiento para ver hacia el frente –¿Y el pequeño?- recordé –¿Otro niño?-
Escuché que se abría la puerta de atrás y Thomas sentó a la niña detrás del asiento del piloto. La pequeña no paraba de hablar, con su aguda voz entre cortada podría entender que hablaba sobre sus tenis. Thomas abrochó el cinturón de seguridad y subió al auto en el lado del piloto. Alexa, no se había dado cuenta de mi presencia hasta que volteo y me sorprendió observándola.
—Hola— dijo con una hermosa sonrisa — ¿Thom? — llamo a su ¿hermano? ¿Padre? — ¿Ella es tu novia?— preguntó con una risita cubriendo su boca. – ¡NO ES SU HIJA!- celebré en mi interior.
—¿Yo?— solté una carcajada y voltee a ver a Thomas quien solo rodó los ojos —Claro que no— le sonreí —Soy solo su compañera en un trabajo. — Le hablaba con ternura —Soy Gillian— me presenté.
—Yo soy Alexa— no tenía una idea de lo aliviada que me sentía al saber que era solo una pequeña, así no tendría que deshacerme de nadie. 
—¿Thomas es tu hermano?— le pregunté a ella ya que si le preguntaba a él, diría ‘que te importa’ La pequeña asintió con la cabeza. —Oye ¿y quien te hizo ese peinado tan lindo?— le dije y Thomas volteo bruscamente hacia mí y me fulmino con la mirada. ¿Pero que había dicho?
—Hil me lo hizo— dijo sonriente —Thom me peina horrible— soltó una carcajada, es imposible que esa dulzura fuera familiar de él amargado de Thomas.
—Bueno basta de preguntas si— dijo Thomas seriamente. Me giré nuevamente en el asiento y volteé mi mirada hacia la derecha. 

Íbamos en silencio, yo seguia sin entender por qué Thomas no me dejaba hablar con Alexa. Salí de mis pensamientos cuando el auto se detuvo. Estábamos frente a un colegio. Thomas presionó el claxon del auto dos veces y al igual que Thomas y Alexa un castaño claro se acercó al auto. Como no conocía el auto dudó un poco, hasta que Thomas bajó el vidrio del auto.
—¿Y este auto? ¿Y… quien es ella?— preguntó el niño al cual le calculaba unos ocho o nueve años.
—Ella es Gillian y es la novia de Thom— informó Alexa y los dos comenzaron a reír, no pude evitarlo y solté una carcajada.
—No es mi novia— dijo Thomas con fastidio, volteé hacia atrás y vi que Alexa le decía riendo que si, con un pequeño movimiento de su dedo índice. 
—Soy Gillian— sonreí —Pero no soy la novia de Thomas— me dirigí al niño cuyo nombre desconocía
—Yo soy Tanner— dijo al igual que su hermana con una preciosa sonrisa. 
Es que en realidad era imposible, creer que estos tres tengan algún parentesco. Me giré nuevamente, antes de ser regañada por Thomas
Thomas y yo íbamos en silencio, solo se escuchaban las voces de los niños y sus risas, según lo que entendía ‘Hil’ era la pelirroja que había visto en la tienda de música.

Llegamos a la que seguramente sería su casa, era realmente hermosa. Blanca, enormes ventanas, inmenso jardín. Sin duda una mansión.
Thomas se estacionó y todos bajamos del auto, caminamos en silencio detrás de Thomas hasta la puerta. Mientras esperábamos a que Thomas abriera, noté como la pequeña me observaba.
—Es muy linda tu ropa— dijo tocándolo
—¿De verdad lo crees?— le pregunté ahora muerta de ternura, asintió con la cabeza —Sabes…— le dije sonriente —Esta es de mis favoritas— le confesé señalando mi blusa.
—Eres muy linda, te pareces a una de mis muñecas— dijo riendo 
—Hasta en lo plástica y hueca…— dijo Thomas en un susurro al momento de abrir la puerta, entré no sin antes matarlo con la simple mirada. Lo que tenía de lindo lo tenía de bocón.

Pensando solo en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora