I Want My Life Back (Cherik)

Capítulo Ocho

Raven tenía enciclopedias llenas de temas relacionados al arte. Pronto Erik tuvo que aprender que éste se extendía desde la escritura con jeroglíficos hasta la arquitectura, pasando por la ropa, las joyas, los manteles, pergaminos, vitrales, retratos, murales y mil cosas que la rubia explicaba con mucha pasión.

Incluso tenía un pizarrón pequeño que utilizaba para explicar cosas a través de dibujos. Nunca se había percatado del gusto que esta tenía por el tema, casi se comparaba con la pasión que tenía Charles por la ciencia.

Pensaba que iba a ser aburrido tener que esperar a que Raven se callara para encontrar un momento de escabullirse y ver a Charles, pero se encontró con una mujer inteligente experta en una materia que hace nada no significaba nada para Erik.

Se dio cuenta de que aunque llevaba años conociéndola nunca la había conocido realmente, sólo se había quedado con una versión superficial que lo odiaba. No pensó que diría algo así pero, resultaba hasta agradable cuando hablaba rápido y se detenía sólo para preguntar si había entendido antes de disculparse por extenderse con el tema.

Esta Raven era distinta, no era cortante, no era odiosa, era muy amable y servicial.

Erik desvió la mirada hacia el cuaderno que Charles le había prestado y lo hojeó con curiosidad, tenía muchos datos anotados, desde números que no tenían ningún significado para Erik hasta estudios personales relacionados con la biología. Incluso tenía ilustraciones que notó rápidamente que eran hechas por Raven y sonrió para sí mismo. Eran tan distintos y aún así combinaban bien.

Podía entender ahora la gran conexión que tenía Charles con Raven, siempre habían sido dos extremos de un mismo espectro.

Siguió pasando las hojas hasta llegar al final, había un boceto de un casco lleno de cables con unos datos anotados abajo con un rotulado torpe que decía "Hank's plan" con un pequeño corazón dibujado a un lado.

Maldito Hank.

El logo de Genosha, unas fechas, de nuevo el nombre de Hank, una carita feliz y garabatos sin sentido. Pero hubo algo que llamó especialmente su atención; en una esquina de la última hoja decía "Erik Lehnsher?????" escrito con bolígrafo.

Casi se podía imaginar a Charles recostado sobre su escritorio pensando porqué este chico que apareció de la nada comenzaba a actuar de manera tan rara cada vez que estaba cerca.

-¿Erik? ¿Estás prestando atención? -Preguntó Raven deteniendo su explicación sobre la influencia que tenía la religión en el arte egipcio.

-Sí, perdón, continúa. -Dijo subiendo la mirada hacia ella y cerrando el cuaderno.

Un rato más pasó antes de escuchar unos pasos en las escaleras, era Charles dirigiéndose a la cocina, imaginaba que por un vaso de agua o algo así.

-¿Podemos tomar un descanso? -Pidió Erik tratando de no parecer obvio y Raven detuvo su charla para asentir.

...

-Espiar es de mala educación. -Dijo el joven Charles mientras exprimía unos limones en una jarra. Esto no lo sorprendió, el castaño siempre sentía cuando alguien entraba en la habitación.

-Estás haciendo una limonada. -¿En serio, Erik? ¿En serio?

-Alguien por aquí es muy listo. -Dijo Charles en su tono sarcástico habitual sin apartar la vista de lo que estaba haciendo. -¿Qué tal Raven?

-Es muy lista. -Respondió el otro brevemente y alcanzó a ver una sonrisa en el rostro de Charles.

-Lo sé, es la mejor.