Capítulo Cinco.

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Durante la semana que transcurría, Erik intentó todo lo que se le vino a la mente para conquistar a Charles, para luego caer en la desesperación al darse cuenta de que Hank siempre iba un paso al frente.

Planeó invitarlo al parque y ya él lo había invitado al cine.

Ideó un paseo, y él ya le había organizado un picnic.

Pensó en llevarlo a tomarse un batido y se enteró de que, por supuesto, Hank lo había llevado a un restaurant.

No se sentía él mismo sin Charles al rededor, sin nadie a quién contradecir o sin esa voz que siempre le hacía ver cuando estaba equivocado aunque lo negara.

No se había dado cuenta de lo acostumbrado que estaba a él sino hasta ese momento, sentado en aquél banco, tomando su batido de frutas favorito. Sólo entonces se planteó con seriedad lo que pasaría si no lograba remediar aquella situación.

¿Cómo viviría sin Peter corriendo por todas partes y hablando de manera que nadie entienda o sin David, sus desastres y ocurrencias que siempre animaban cualquier reunión? ¿Cómo siquiera se animaría a ver una película sin Wanda comiéndose todas las palomitas y riendo en un volumen sobrehumano? ¿Con quién se sentaría frente a la ventana a ver como la gente perseguía sus llaves cuando misteriosamente comenzaban a volar fuera de su alcance si no era con Lorna? O peor ¿Quién lo regañaría por tener un comportamiento tan infantil si no era Charles?

-Por favor, me da un batido de chocolate si no es mucha molestia. -Pidió una voz femenina algo insegura a su lado, hablando al encargado. -Gracias. -Dijo después para luego cubrir su rostro con sus manos, claramente estaba consternada por algo.

Pero Erik ya tenía suficientes problemas como para inmiscuirse en los de alguien más. Así que ni siquiera volteó a verla.

No fue hasta que ambos profirieron un suspiro al unísono que Erik supo que no podía escapar de la conversación que se avecinaba.

-¿Y a ti qué te pasó? -Preguntó ella aparentemente interesada y esta vez él si le dirigió una mirada.

Moira McTaggert.

Como si no tuviera suficientes problemas.

Aquella chica de cabello castaño y maneras sumisas, había sido la misma que le ocasionó incontables dolores de cabeza en su adolescencia, pues tenía un absurdo enamoramiento con Charles. Lo mantenía ocupado y siempre buscaba excusas para visitarlo o hacer tareas juntos cuando él y Charles tenían una cita. Era insufrible.

Pero al parecer esta Moira aún no lo conocía bien.

Claro, ella me conoció cuando empezaba a entenderme con Charles. Si el imbécil de Hank es el que... Entonces ella no me conoce.

Se dio cuenta de que la chica esperaba una respuesta y pensó un poco en lo que diría.

-La persona que amo... -Se dio cuenta de lo prematuras que habían sonado esas palabras en su voz de diecisiete años. -La persona que me gusta. -Corrigió. -No encuentro la manera de acercarme. -Ella parecía escuchar con atención y él supo que tenía que preguntar. -¿Y a ti qué te pasa?

-Es por un chico. Es que no importa lo que haga él siempre parece preferir irse con ese... Con ese... -No encontraba la palabra adecuada.

-Imbécil. -Completó Erik sabiendo a lo que se refería y no pudo evitar sonreír con humor. No podía creer estar compartiendo penas justamente con ella.

-Juro que es el chico más listo y amable que conozco, es uno en un millón, no sé si hallaría a uno como él en otro lado. -Se lamentaba ella. En cuanto a Erik, luego de meditar en que unos años en el futuro ella se casaría con un cantante pelirrojo que apenas cursó secundaria, Erik supo que su predicción era correcta. Claro que no se lo arruinaría.

I Want My Life Back (Cherik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora