Capítulo Dos.

312 32 28
                                    

Los sentidos de Charles fueron los primeros en despertar. Sabía que había caído en el suelo la noche anterior, pero ahora inexplicablemente se encontraba en la cama, recostado sobre un pecho desnudo que no se sentía en nada como el de Erik. Era más delgado y francamente no tan cómodo.

Era eso o el alemán había dejado de hacer ejercicio con la misma regularidad de siempre.

De cualquier manera. Si ellos estaban peleados no tenía porqué estar abrazado a él de la forma en que lo estaba.

Abrió los ojos con confusión, parpadeó varias veces y lo que captó su vista lo alarmó en gran manera. Era la cara de Hank McCoy ¡Estaba durmiendo con Hank!

-¿Amor, ya despertaste? -Dijo el otro aún adormilado antes de que Charles lo soltara y se le alejara como si tuviera algún poder repelente contra él. Hasta que se encontró con el borde de la cama y se cayó al piso. -¿Charles, estás bien? -Preguntó el otro asomando su cabeza para verlo.

-¡Henry, por todos los cielos! ¿Qué demonios haces aquí? -Cuestionó en un grito. -¿Qué demonios hago yo aquí? -Se miró a sí mismo hacia abajo. -¡Y desnudo! -Gritó con vergüenza tomando una sábana de la cama y cubriéndose por completo para luego levantarse.

La sonrisa tímida de Hank y sus orejas sonrosadas provocó que Charles hiciera una mueca de absoluto horror.

-No. -Negó furiosamente con la cabeza. -No, no, no, no, no. -Repitió una y otra vez sin que su mente dejara de dar vueltas.

Hank lo miró con el ceño fruncido por su reacción. -Si tú mismo viniste anoche diciéndome que aprovecháramos que el director no estaba, Charles. -Señaló el otro desde donde estaba recostado. -Y yo acepté porque teníamos tiempo sin... Ya sabes. -Ahora sus mejillas estaban rojas.

-Estás drogado. -Afirmó Charles sosteniendo con firmeza la sábana. -O tal vez yo estoy drogado... -Exploró la posibilidad pensativo. -Yo nunca haría eso, estoy casado ¿Sabes? -Le mostró su mano izquierda, con el anillo que ahora se sentía tan extraño en su mano.

Hank soltó una carcajada y la confusión de Charles creció aún más si era posible. Se bajó de la cama, mientras el más bajo agradecía que tuviera puesta su ropa interior.

-Yo te puse ese anillo. -Dijo el científico colocándose sus anteojos. -Por lo tanto es normal que a veces queramos consumar...

-¡No lo digas! -Exclamó Charles sintiendo nauseas. -No es posible, no lo creo ¿Dónde está Erik? -Preguntó inmediatamente.

-¿Erik? No lo sé ¿A quién le importa? -Se encogió de hombros e intentó dirigirse hacia Charles, pero este retrocedió otro paso.

-Por favor, no me toques. -Exigió antes de poner una mano en su cara para pensar en lo que estaba ocurriendo.

Esto debe ser una pesadilla.

Pero al ver su mano y encontrar la mancha negra, su mente ató cabos sueltos. Esa bruja hombre debió haberle hecho algo y cuando peleó con Erik...

Su pelea con Erik.

Tal vez no debimos habernos casado.

Volvió a oír su voz diciendo aquello repetidas veces, como un castigo auditivo que no lo dejaba en paz.

¿Era posible?

¿Era posible que ahora se encontrara en un tipo de realidad alternativa donde él y Erik nunca se casaron?

-¿Dónde están los niños? -Preguntó cuando volvió a la realidad con un raro vacío en el pecho.

I Want My Life Back (Cherik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora