6.Ray

10 2 0
                                    

     Cuando me despierto por la mañana me llega música por la ventana, los sonidos de la banda ensayando, y es cuando me acuerdo de la fiesta. "Los guardias estarán demasiado ocupados durante las celebraciones" pienso " Es el momento perfecto para actuar"

    Bajo a la cocina a coger un croasan y me lo como mientras me dirijo al jardín principal. La banda sigue ensayando, violines y trompetas tocando y Fermin chillando indicaciones para colocar los últimos detalles en la decoración. Me uno a ellos. No faltará mucho para que lleguen los invitados y quiero tener la mejor vista posible. Al cabo de un rato mi tío hace acto de presencia. Se ha vestido con sus ropas reales, un traje dorado y rojo, y su corona bien puesta en la cabeza. Viene a recibirles como un buen anfitrión haría. Detrás de él se han colocado cuatro de sus guardias.

    La primera que llega es Ruby, la gobernante de Arenase y reina de Terras. Viene en un carro de madera, con ribetes dorados, tirado por dos rinofantes. Siempre me han fascinado esas criaturas, tan grandes y fuertes y a la vez débiles por dejarse domesticar. Si yo fuera un rinofante con mi cuerno y mis colmillos atacaría a quien quisiera ponerme la mano encima. La reina Ruby también se ha vestido de gala como mi tío, lleva un vestido sin mangas a tonos verdes y marones que representan los colores de su región, y una pequeña tiara dorada en la cabeza que hace juego con sus rizos rubios. A su lado, además de su guardia real, hay dos chicos que giran las cabezas de un lado a otro intentando verlo todo. Están entusiasmados y no quieren perderse ningún detalle. Veo la cara de decepción de mi tío, esperaba más personas. Aun no sé para que los necesita ni lo que quiere que hagan. Son jóvenes, unos 14 años, y delgados. Se parecen, es posible que sean hermanos. Ambos son de pelo castaño y tez bronceada, aunque uno lleva el pelo más largo que el otro. 

   El siguiente y último en llegar, ya que Bahair lleva sin aparecer muchos años, es el gobernante de Maire y rey de Calagua, Kaito. También viene vestido para la ocasión, un traje de pantalón corto sin mangas con tonos azules y una corona plateada en su cabellera castaña. Él, además de su guardia, trae 2 chicas y 1 chico. Han venido a pie, por eso han tardado más. Desde donde estoy no puedo verles con claridad, pero el chico parece mayor que ellas, seguramente haya sido de don tardío como yo. 

    Han traído regalos, los llevan a cuestas un grupo de tortugas, seguramente perlas y cosas valiosas del mar. De Terras también hay regalos, estos son más numerosos y gracias a los papeles que leí en el despacho de mi tío ya sé en que consisten. Piedras preciosas y pepitas de oro. Tampoco sé para qué lo quiere mi tío

  Los tres se reúnen en la entrada a palacio.

   -Ash, que bonito está todo-Dice Ruby 

  -La ocasión lo merece-Contesta mi tío haciendo una falsa reverencia 

  -Las tortugas necesitan sombra-Dice Kaito

  -Mi gente se encargará de todo. ¿Entramos?

  Mi tío hace un gesto con la mano para indicar que pasen y unos segundos mas tarde aparece un grupo de gente que se dividen, unos se dedican a coger los regalos mientras que otros intentan guiar a las tortugas hacia un sitio refugiado del sol. Los tres entran a palacio para hablar de negocios, cada uno seguido por su guardia y custodiando a los nuevos chicos con dones. Consigo colarme entre entre ellos como un chico más. Solo espero que mi tío no se fije en mi o me reconocerá. Continuo en el grupo hasta que puedo escaquearme sin ser visto detrás de una puerta. No puedo permanecer aquí mucho tiempo o mi plan para sacar a los prisioneros se irá al garete antes de empezar, pero quiero escuchar su conversación. Los dos chicos de Terras y las dos chicas y el chico de Calagua esperan donde les han dicho que esperen. De pie en una habitación, están mirándose los unos a los otros, custodiados por guardias que esperan tras la puerta. Mi tío ha entrado en su despacho con los otros líderes, primero quiere hablar con ellos. Miro el reloj y decido que mi tiempo de espía ha terminado, no puedo escuchar nada desde donde estoy y acercarme más sería exponerme a ser visto. Decido que es el momento de bajar a los calabozos. 

》El Don De Netter 《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora