Sol y Sombra [KageHina]

XIV

Kageyama estaba bastante molesto pero aquello parecía poco importante para el pelinaranja, quién seguía riéndose como un desquiciado.

-Ya es suficiente

-Claro que no-dice Hinata, y trata de disimular la risa, pero se le escapa una enorme carcajada.-Dios santo, lo siento

-No parece que sea así-dice el pelinegro entre dientes.

Le arranca la fotografía de las manos al más bajo, con clara molestia, sobretodo porque parece que el otro no puede dejar de reírse haga lo que haga él.

-Mírate-dice Hinata, refiriéndose a la fotografía que Kageyama oculta entre las sábanas-Eras un adorable niño

-Ya deja de reír, me encantaba ese disfraz

Haciendo un mohín, el pelinaranja asiente, y aunque deja de reírse, tiene los ojos llorosos aún. Kageyama rueda sus orbes oscuras, mientras el contrario se acomoda mejor a su lado.

Mientras sacaban todo del closet, habían encontrado una caja con muchísimas fotografías. Y ambos, como por mutuo acuerdo habían dejado la mudanza de lado para mirar aquello.

Kageyama lo lamentaba, pues, dado que era su habitación, las fotos eran sólo suyas. Ni siquiera sabía en qué momento su madre había dejado aquello ahí. Hinata en cambio parecía más feliz que nunca,como si verle en pañales fuese lo mejor del mundo.

-No puedo creer que vayamos a vivir juntos

-Bueno, empiezo a arrepentirme-dice el pelinegro, aunque el otro sabe que no lo dice en serio.-Dejemos ya las fotos, podrás verlas cuanto quieras en casa

-Voy a enmarcar esa-dice Hinata, señalando a la foto que aún sigue oculta.-Y la pondré en mi mesa de noche

-Eres un idiota

La habitación se llena de nuevo de la escandalosa risa del pelinaranja, Kageyama pasa de él y vuelve de nuevo a su faena, aún le quedan bastantes cosas para empacar.