Sol y Sombra [KageHina]

XVII

Nota:Continuación del drabble VII

El semestre estaba por terminar, Hinata sentía que una vez entregase su exámen iba a empezar a dar saltos como un desquiciado, pues sería libre al fin, al menos por unos cuántos días.

Cuando sale del salón, está oficialmente de vacaciones, y aunque no baila ni salta, de pronto parece ser inundado de una increíble felicidad.

Se detiene un momento en una de las máquinas expendedoras del pasillo e introduce una moneda, para elegir su bebida poco después.

-Yo también quiero una de esas

La voz le saca de su mundo, hace que se gire más asustado de lo que el contrario esperaba.

-Lo siento mucho, no creí asustarle tanto senpai

-¡Maldición Kageyama!

Siendo sincero, Hinata no se había asustado por la voz, si no por quién era el dueño de esta. Había pasado casi un año desde que ambos se habían conocido en la lavandería de su edificio.

-¿Qué te he dicho de hablarme tan formal? Sólo eres un año menor

-Lo siento

Ahí estaba de nuevo inclinándose, el pelinaranja trata de no sonreír más de la cuenta porque de alguna manera el actuar ajeno le resultaba bastante lindo. Aunque lindo no debería ser la palabra para definir a Kageyama, pero se ha descubierto llamándole así en los últimos meses.

-Toma, felicidades por haber concluido tu primer año universitario

Tomando el refresco entre sus manos, él pelinegro le dedica una sonrisa al contrario. Hinata se gira sintiendo que el color sube con fuerza a sus mejillas.

Este es el día, lo había decidido, terminaría con todo hoy. Sabe que es lo que siente, y no cree poder seguir fingiendo.

Le gusta Kageyama Tobio, desde el momento en que llegó a su departamento con pequeño pastel para compartir, agradeciéndole su "bienvenida" al edificio.

-Kageyama, ¿Quieres pasar por mi departamento hoy?

-Oh, iba a sugerirle lo mismo

-¿Sucede algo?

-Lo descubrirá está noche-dice el pelinegro.-Andando, o perderemos el tren a casa