"𝗗𝗲𝗮𝗿 𝗪𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿." [𝘿𝙧𝙚𝙖𝙢𝙎𝙈𝙋.]

[🌥]" Padres. [8]

A medida pasaban las horas, días, semanas y meses, su cuerpo se volvía más débil, y ahora hablamos de Tommy. No se podía decir que su alimentación era muy buena, apenas podía masticar algo de pan para no hacer sentir mal a su amigo Toby. Lo único que Romana de vez en cuando por iniciativa propia era agua. Nada más.

Era preocupante, sentía a menudo como su estómago sonaba del hambre, pero nunca acudía a hacer algo al respecto. Era hijo único, si sus amigos no estuviesen para cuidarle, de seguro no podría moverse. Actualmente estaba en su cama descansando de ayer, sus amigos decidieron no despertarlo. Al tener un poco de fuerzas para levantarse fue hacia el baño para peinarse, lavarse los dientes y tomarse una ducha.

Lo que más evitaba era verse al espejo. Su débil imagen se reflejaba allí, habían veces en las que el rubio pensaba que el espejo era su peor enemigo. Este mostraría la cruda realidad de cómo eres en verdad, en el caso del adolescente, un chico anoréxico con ojeras y una gran cicatriz en su pecho que nunca logró sanar.

Verse al espejo era de lo peor.

Se vistió con otro pijama y se puso su sudadera agrandada para que no marcase su cuerpo, caminando hacia su escritorio. Tomó su cuaderno, dejando una carta de sus padres al lado de este para leerla. Era una de las últimas que le habían entregado.

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Querido Tommy ;

—Hola Tommy, el que te escribe es Ponk, ¿Te está yendo bien allí con tus amigos? Yo y Sam te extrañamos demasiado.

¿Donde está el chico eufórico que crié? Solo queremos volver a verte y ver cómo has crecido. ¡De seguro eres el más guapo de tu universidad! Nunca dudaríamos de eso mi niño. Bueno, aún no recibimos una respuesta, pero alivia saber que aún sigues allí rondando por el mundo. Por favor, ten cuidado al salir hacia la ciudad. Te amamos Tommy.

—Tu padre, Ponk. <3
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—Quiero volver a casa...— susurró sintiendo sus manos comenzar a temblar, lamentarse sobre la falta que le hacían sus padres le rompía el corazón. El chico se dedicó a escribir una carta en respuesta, pero nada tenía algún final, todas las hojas eran rotas y arrojadas a el basurero.

Era un sentimiento contradictorio que no le dejaba mandar siquiera una carta con un mínimo "te amo" le era difícil. Ya la doceava carta rota se estreso, queriendo gritar, nada salió. Ya siquiera tenía voz no fuerzas para hacerlo. El chico desolado, puso sus manos en su cabeza, con sus dedos sacando pequeños pelos de su cabello, mientras intentaba calmar su respiración frustrada.

—Odio esto, Odio esto... ¡ODIO ESTO!— logró exclamar, golpeando su mesa, haciendo que la pluma y tinta sobre el escritorio se desparramaran manchando sus manos.

[...] ❄️ ;

El pelirrojo ya había regresado a la universidad queriendo llegar a su habitación rápido para alistarse para una visita que siempre tenía por parte de un profesor, este era Alex o Quackity, un profesor que acostumbraba a ayudar a sus estudiantes a recrearse en el invierno, siempre se reportaban casos de que los estudiantes bajaban sus ánimos, dañando sus estudios.

"Odio esto, Odio esto... ¡ODIO ESTO!"

Esos gritos le sacaron de la tranquilidad en su cabeza, Fundy se alejó de la puerta de donde le había escuchado para confirmarlo, estaba claro, el llanto se iba haciendo más débil, no más fuerte. El pelirrojo abrió la puerta de la habitación del rubio. —Summer...— pronunció su nombre al ver como su cuerpo temblaba sobre el escritorio, teniendo parte de su ropa y manos manchadas de negro. Fundy fue con él, agachándose frente suyo, secando las lágrimas en sus ojos con sus dos pulgares.

—Perdona por que me tengas que ver así...— se lamentó, cerrando los ojos al sentir que recibía pequeñas caricias en las mejillas por parte del contrario. —No, está bien, no debes de lamentarte por eso. Ven, te ayudo.— Fundy ayudo a pararse al rubio, pero al ver que este siquiera podía mantenerse estable sin tambalear en sus pasos, le subió a su espalda para llevar una silla hacia el baño, en frente de el lavabo para que se lavase las manos.

—Hey, estaba a punto de ir a mi habitación para esperar al señor Alex, ¿No quieres que le diga que venga aquí para que no me vaya?— sugirió mientras buscaba algo entre el closet del rubio para cambiar la sudadera que tenía leves manchas negras, volviendo a encontrarse con miles de cardigans, se notaba que el chico le encantaban. Tomó uno rosa con corazones rojos, ayudando al contrario a quitarse su sudadera.

Tommy se tapó con el cardigan enseguida, observando a Fundy. —Me lo voy a poner yo, no te preocupes.— hablo dulcemente, el pelirrojo aún con sospechas, asintió para retirarse a sentarse en la cama. Tommy cerró la puerta parándose, levantó su camisa viendo su físico nuevamente, desviando la mirada para ponerse el abrigo y salir, yendo a apoyar su cabeza sobre el hombro del pelirrojo.

[...]

—¿Alumno Soot?— preguntó una nueva voz, la de un adulto, Alexis. Particularmente conocido por ser el profesor más joven de la universidad, con 25 años de edad. Fundy le saludó con la mano, este fue con los dos chicos, uno arropado en la cama y el otro cuidándolo, acariciando su frente. —Hace tiempo no veía al alumno Henderson.— declaró el adulto, yendo con su portafolio colgado de su hombro, sentándose con los chicos. Acerco su mano hacia la frente del rubio, frunciendo un poco el ceño.

—¿Luego de esto podrías acompañar al alumno Henderson a la enfermería con Charlie?— preguntó con tranquilidad el adulto, el pelirrojo asintió acariciando los cabellos del rubio. Alex siempre acostumbraba a ser una persona que ocultaba sus cosas y problemas con la comedia, cada que podía bromeaba sobre su persona lo más que podía para hacer reír a los demás.

Alex sonrió sacando una agenda de su portafolio, comenzando a revisar el calendario que estaba. —Hey, tal vez esto les podría subir el ánimo, tras unas semanas más, se irá acabando el año y los estudiantes tendrán la posibilidad de volver a casa.— explicó emocionadamente, Tommy no respondió y Fundy solo asintió no prestándole mucha atención.

La sonrisa de Alex se volvió alto forzada de un momento a otro. —Vamos, parecen funeral de lo tristes que están chicos.— río suavemente, viendo que ninguno reía junto a él, se retractó tragando en seco algo nervioso por el espesa aura seria que brindaban los adolescentes. Alex jugo un poco con sus dedos, intentando pensar en algo mientras susurraba en voz baja "Okay... eso no les hizo reír..."

—Miren, iré con un estudiante de último año, espero estén bien y aparte, necesito que lleves a Henderson a la enfermería.— advirtió tomando sus cosas, despidiéndose de los chicos para correr hacia una de las habitaciones más alejadas de todas...

La habitación de Nicholas Ahmed Noveschosch.