Recuerdo la primera vez que te hablé. Estabas sentado con uno de nuestros compañeros en la primera mesa justo enfrente del escritorio de la maestra. Nos tocó hacer equipos, en mi mente sólo repetía "que me toque con él, por favorcito Diosito", y pasó. Tú, él otro chico y yo, un equipo de 3, fue maravilloso ese instante, me senté a lado tuyo, con el corazón a mil por hora, y pasó la primera palabra, debo de confesar que fuiste un fastidio.
Así corrieron los días de ese año, yo soñando contigo mientras tú pensando en todas menos en mi. La odiaba, te juro que la odiaba como ahora, a ella, a tu mejor amiga, Fernanda así se llamaba, la aislada pero a la que le hacías lindos dibujos, cosas que yo quería para mi, como ahora, tu incondicional presencia en su vida.
Clases en aquél pequeño salón, con la maestra del nombre raro "Nuevemi", siempre me pregunto "¿sus papás habrán sido maestros de mate?", aunque esa profesora me cae bien, un poco ilógico. Suspiraba mi amor, todo era para ti y sólo para ti. Te molestaba todo el tiempo mi vida, y me fastidiabas pero yo y solamente yo sabía que era para atraer tu atención. Aún siento el dolor de esos jalones de cabello, nuestro inicio de historia, nuestro saltito del odio al amor.
Así fue pasando el tiempo, yo como una chica invisible para ti mientras tú todo para mi.
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Punto final
RomansaElla lo que más amaba era la luna, y no se refería precisamente al blanco cristal Sinopsis Imagina el trauma que puede suponer la primera ruptura de amor, dejar ir a tu ser querido, tener todo perfecto para un día despertar y que ya no esté ahí. Se...