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—necesito un cambio, Marto- me dijo mi novia mientras veía como tomaba su maleta y se acercaba a la puerta.
—¿un cambio de qué? Pensé que eras feliz conmigo, con nuestra vida- le respondí siguiéndola.
—y lo soy, me encanta verte tocar y escribir canciones, pero ya no siento que estoy haciendo algo importante- explicó —lo único que hago es eso: verte en conciertos y escribiendo canciones, o si acaso verte trabajar en tu marca de ropa. Quiero ser fotógrafa y lo sabes, me encanta ser la fotógrafa de tu banda, pero quiero algo más-
—¿entonces te vas? Así como si nada- pregunté.
—lo siento Marto- se disculpó para luego salirse de la casa dejándome completamente destruido, pero tenía que hacer algo para que no se fuera.
—buenas noches mi niño, ¿Cómo le va?- Villa me saludó del otro lado de la línea.
—mal perro, Pao se va- revelé.
—¿Qué? ¿Cómo así? ¿Qué pasó?- me empezó a hacer mil preguntas así que lo tuve que parar.
—se la dejo simple: se aburrió de ser nuestra fotógrafa y quiere una nueva vida- le expliqué.
—¿Y que piensa hacer? ¿La va a dejar ir?- averiguó.
—no, para eso te llamo, necesito su ayuda- le pedí.
—está bien, dígame como lo ayudo- me dijo.
—nos reunimos en la casa de Isaza en diez minutos y planeamos. No la voy a dejar ir- colgué mi llamada con Villa y salí a la casa de mi amigo.
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—¿de verdad piensas que destruirle la casa a Pao va a hacer algún cambio?- le pregunté a Simón luego de dar su maravillosa idea.
—absolutamente- respondió —si le destruimos la casa se va a tener que quedar más tiempo antes de irse-.
—Simón, eres un terrorista- le dijo Villa y me empecé a reír.
—terrorista usted. Yo no fui la persona que decidió ponerse a gritar en una furgo porque le dieron una hamburguesa de pollo- atacó Simón y rodé los ojos. Me dicen a mi el niño chiquito.
—a ver, niños, estamos ayudando a Marto, ¿recuerdan?- Isaza habló para calmar a los niños chiquitos.
—entonces, Paola ya fue por las cosas de ella que tenía en tu casa, ¿verdad?- preguntó Villa y asentí —todavía le falta empacar en su casa- volvió a preguntar y volví a asentir —sigo sin sabe que rayos hacer-.
—¿no es más fácil cantarle? Digo, somos músicos- dijo Isaza con obviedad.
—eso es un gran punto- dijo Villa.
—yo sigo votando en destruir la casa- interrumpió Simón.
—¿Y si hacemos las dos cosas?- propuse.
—Vargas terroristas- comentó Villamil.
—digo, Simón tiene un punto. Saquemos las cosas que ella está empacando y cuando vuelva a ver que todo está desordenado le empezamos cantar- expliqué.
—Martín está creciendo- molestó Isaza y lo miré con fastidio mientras el resto se reía.
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Hoy era el gran plan. Con mis amigos no íbamos a meter a la casa de Pao, mientras que nuestro manager Pedro nos hacía el hermoso favor de distraerla.
Repasamos por última vez el plan y Pedro se fue a tocar la puerta de la casa. No me pregunten como pero, Simón se consiguió una escalera para poder subir desde la terraza. El primero en subir fue Villa, que forzó la puerta para poder entrar. Luego fui yo, Isa y Simón.
—diez puntos por la organización- dijo Simón al ver todas las cajas empacadas. Si nos hubiéramos demorado unos minutos mas ella ya se habría ido.
—bueno- interrumpió Isa aplaudiendo —empecemos que no tenemos todo el día-
Empezamos a tomar cajas y a sacar las cosas que tenía por dentro para luego dejarlas regadas por toda la habitación. Mi corazón dió un vuelco y mis ojos se llenaron de lágrimas al ver una foto de nosotros dos de hace un año en Madrid. No podía dejar que se fuera. No terminaba de crear recuerdos con ella. Ella era la única que sabía todo de mi, y la seguía necesitando conmigo. Sonaba estúpido, pero no podía vivir sin ella.
Al terminar de sacar todas las cosas escuchamos que ya se estaban acercando, así que volvimos a bajar por las escaleras para preparar la siguiente sorpresa.
La alcancé a ver por la ventana confundida al ver todas sus cosas en el piso. Le hice una señal a mis amigos para empezar a cantar.
Cuando empezó a sonar la música salió por la terraza con una pequeña sonrisa. Tocamos todo la canción, y al terminar le sonreí y le hice una señal para que bajara a hablar, lo cual hizo.
Al tenerla frente a mi empecé a recordar todo lo que le quería decir, pero nada salía, solo quería con todas mis fuerzas que se quedará conmigo.
—eso fue muy lindo, Marto- me sonrió—aunque no entiendo la razón para desordenar todas mis cosas-.
—porfa no te vayas- esas fueron las únicas palabras que salieron de mi boca.
—Martín- me empezó a hablar pero la paré.
—yo se, quieres intentar nuevas cosas y ser libre. Me olvidé de las cosas que querías y que no solo a trataba de mi- empecé a hablar —no te voy a impedir ir a cumplir tus sueños, porque eso es lo que yo hago y me parece injusto privarte de hacer eso. Pero yo te vayas, no te vayas de acá- puse su mano en mi corazón —si te vas de ahí yo me muero. Podemos tener una relación a distancia, todos tienen una y le va muy bien. Solo, no me dejes solo. No puedo vivir sin tu sonrisa y tus ojos, te necesito a ti- ví como las lágrimas empezaban a salir de sus ojos, así que limpié una con mi mano —porfavor, no te vayas- susurré.
Que dijera que sí, era lo único que necesitaba. . . . . . . . . . . . . . . Les dejé una final abierto jsjsjsj, ustedes decidan si decidió irse o quedarse.
EN UNAS HORAS SE ESTRENA M3 Y ME VA A DAR ALGO. Les juro que si nos pasa rápido el tiempo me voy a morir.
Pero buena, tengan bonito día, que disfruten ¿A dónde vamos? Y nos vemos en unos días.
