Pedido hecho por MariV63
Espero te guste y perdón por la demora :)Habían pasado cinco días desde que Isaza había terminado con Daniela, y se sentía extrañamente esperanzado. No lo malentiendan, no pensaba que estaba cerca de volver con ella, pero estaba casi 100% seguro que la tusa no sería tan mala como las anteriores veces.
Si, tal vez solo había pasado sus días encerrado en su cuarto, pero sólo había derramado unas pocas lágrimas el primer día, y los siguientes cuatro los llevaba invicto.
Bueno, tal vez era muy positivo pensando que esto sería así de fácil, porque tendría una hermosa pero devastadora visita.
—buenas noches, mi querido Juan Pablo— Mariana, la mejor amiga de Isaza entraba por la puerta de su cuarto. Sus manos cargaban una bolsa de helado junto un paquete de galletas oreo que él tanto amaba.
El rostro del chico se iluminó con una sonrisa ante la aparición de Mari, definitivamente podía alegrar sus días sin intentarlo.
—¿Cómo va mi corazón roto favorito?— preguntó desplomándose en la cama de su amigo.
—extrañamente bien, mi querida Mariana— contestó tomando el tarro de helado, para luego comenzar a destaparlo.
—Isa— la chica escondió su sonrisa por un segundo —no tienes que mentirme, dime como estás—.
Isaza soltó un suspiro mientras su mirada se quedaba fija en el helado de chocolate.
—estoy bien, Mari, te lo prometo— se encogió de hombros —supongo que no me ha pegado la ruptura todavía—.
Su amiga lo miró con lástima. Realmente los dos habían pensado que Daniela era la indicada, pero no salió como lo planearon.
El par de amigos se acomodaron en la cama de Juan Pablo y comenzaron una maratón de películas de star wars, la saga favorita del chico.
Todo marchaba relativamente bien, hasta que llegó una notificación al celular de Mariana.
Daniela había hecho una nueva publicación.
—¿quién es?— preguntó Isaza con la mirada fija en su televisor. Al notar que su amiga no le contestaba, giró su cabeza con confusión.
La chica lo miró por unos segundos, y al saber que no la dejaría en paz si no le decía, le mostró lentamente el celular.
Era una foto de Daniela y Sebastián, el nuevo novio con el que había engañado a Juan Pablo.
Los ojos del chico se llenaron rápidamente de lágrimas, su pecho se apretó y juraba que su respiración se había cortado. Sollozos desgarradores se escapaban de su garganta, y mientras tanto, Mariana lo envolvió en sus brazos mientras acariciaba su pelo largo suavemente.
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One shots ~ canciones de Morat
Hayran KurguPequeñas historias basadas en las canciones de mis Colombianos favoritos.