Por los 10 añitos de Morat (: (y porque la canción es demasiado buena para que no la saquen oficialmente)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—es demasiado bonita, ¿se lo han dicho?- le dije como el loco enamorado que era en ese momento.
—no tantas veces como parece- soltó una risita nerviosa que me movió todo por dentro —escucha, Villa, tengo que decirte algo-.
—está bien, ¿es algo grave?- pregunté preocupado.
—no, tranquilo, es algo importante que tienes que saber sobre mí- movió sus manos nerviosa al igual que su pierna. Algo no estaba bien.
—oye, tranquila- tomé sus manos para que se calmara un poco. No me gustaba verla así.
Nuestra conversación fue interrumpida por la vibración de mi celular. Era Isaza.
—escucha, Mia, tengo que irme al estudio, pero podemos seguir hablando más tarde- ella asintió en silencio y suspiró cansada —la conversación no termina acá, no se me va a olvidar-.
Me levanté de la mesa y besé su mejilla saliendo del restaurante.
Llevó saliendo con Mía desde hace unos meses, y estoy perdidamente enamorado de ella. Sus ojos azules cielo, sus pecas en la nariz, su sonrisa de niña pequeña me mataron desde la primera vez que la vi. Nunca había sentido algo así por nadie, y cada vez estaba más seguro que era el amor de mi vida.
—llega tarde, perro- me regañó Isaza cuando llegué al estudio.
—perdón, estaba con Mía- me senté al lado de Simón que me miraba con seriedad.
—el Villaco enamorado- se burló Martín y le pegué en le brazo.
—¿algún problema? Hace mucho no sentía algo así por alguien, y estoy feliz- sonreí como un estúpido recordando cada facción de mi niña. Era demasiado perfecta para existir.
—esa mujer no me trae nada de confianza- opinó Simón.
—¿por qué, Moncho?- preguntó Isaza.
—no lo sé- me miró —es de esas personas que me traen malas vibras-.
Miré con seriedad a mi mejor amigos. ¿Qué podría tener de malo la linda de Mía?
—¿podrías al menos estar feliz por mí? Por favor, Simón- le pedí. Él se quedó en silencio y asintió suavemente. Solo quería que mi mejor amigo me apoyara, pero supongo que él no lo iba a hacer.
........................
—¿Juan Pablo? ¿Qué haces acá?- Mía sonrió al verme frente a la puerta de su casa. Quería darle una pequeña sorpresa.
—quería verte, bonita- acaricié su rostro —no me respondiste el celular en todo el día y estaba un poco preocupado-.
—estuve un poco ocupada, no pasó nada- su acara mostraba cansancio y sueño. Probablemente había tranajado mucho hoy.
