Abrí los ojos lentamente, la luz de la habitación me encandiló por un momento, por lo que tallé mis ojos.
— Buenos días, Mari.
Me acoplé a la claridad de la habitación y vi a Adrien enfrente de mí, ya no tenía la bata de hospital, ahora usaba su ropa, además, estaba siendo desconectado del último suero que tenía conectado a su vena.
— ¿Saldrás hoy? — Él asintió, la enfermera que estaba desconectando le dio una sonrisa, después una a mi y salió de la habitación.
— El doctor dijo en la última revisión que todo esta bien, que estaré bien, aun así estaré bajo supervisión y eso...
— Bien.
Me puse de pie en silencio y salí de la habitación, Natalie y Gabriel estaban sentados en las bancas, la ojizarca se veía muy cansada y Gabriel... ¿Feliz? Cansado pero feliz. Supongo que ver a Adrien mejor lo ayudó.
— Gracias por quedarte Marinette, la señorita Alya me pidió que te informara que Nino la llevó a casa — Mencionó Natalie dándome una sonrisa.
— Gracias Natalie.
— Marinette — Intervino Gabriel — Muchas gracias... Por todo, necesito decirte que... significa mucho para nosotros y para él también, el hecho de que hoy estés aquí, quiero pensar que esto puede ser una buena señal y que existe la probabilidad de que puedan regresar y...
— No — Interrumpí al mayor — Esta no es una reconciliación o el regreso de nuestra relación... Tampoco una buena señal o una luz verde — Lo miré — Quiero estar con Adrien en su proceso de terapia, por que tengo entendido que eso hará, ¿No es así? — Ambos asintieron — Pero no es un regreso, las acciones y las palabras de Adrien me lastimaron, quiero estar con él por qué a pesar de todo, lo quiero y mucho, lo amo, lo amo mucho más que muchas de las personas que están en mi vida, pero no, no es un regreso, con suerte nuestra amistad vuelva a surgir y... Pueda hablar de nuevo con él.
— Te entiendo Marinette y no te juzgaré, somos socios y no puedo dejar que las decisiones de mi hijo rompan un trato, aún así, no me desilusionaré en cuanto a su relación.
Le sonreí en respuesta sin mencionar nada más, poco después, Adrien salió de la habitación, vio al señor Agreste e inmediatamente desvío la mirada a Natalie, quien le sonrió de lado, por último, me miró a mi.
— Gracias por estar aquí, Marinette.
— Yo... — Lo miré a los ojos — No es nada, me alegra que estés bien, que estés vivo... Tengo que irme... — Me giré a Gabriel — Me gustaría estar informada de los comentarios que haga el terapeuta y... Gracias por mantenerme al tanto.
— Gracias a ti, Marinette.
Me giré sobre mis talones dispuesta a irme cuando alguien me tomó por el hombro.
— Hey, Mari — Era Adrien — Yo... Quería darte las gracias... Otra persona... No hubiera hecho lo mismo que tú, es algo muy considerado de tu parte, me siento muy afortunado, esto significa mucho para mí y me hace pensar que...
— No es un perdón, Adrien — Apretó la nariz confundido — Me importas y solo tú sabes cuánto te amé y te amo, pero no puedo permitirme esto, me dolió mucho lo que hiciste, me lastimó y no tengo la capacidad de entender tus acciones, es algo difícil de procesar, así que, estaré al pendiente de tus avances, pero no, no estaremos juntos de nuevo, al menos no tan pronto — Con suavidad quité su mano y seguí mi camino mientras sentía como se acumulaban las lágrimas en mis ojos.
Salí del hospital y fui camino a mi auto, mi visión se nublaba por las lágrimas que quería soltar, pero no salían. Subí al auto, ajusté el cinturón de seguridad, coloqué mi bolso en el asiento copiloto, poniendo a la mano mi teléfono y me dirigí rumbo a mi casa, mi celular vibró y comenzó a sonar, miré la pantalla, era una llamada de mi madre, contesté.
— Hola cielo, ¿Cómo te va? ¿Estás ocupada?
— Hola mamá, no, estoy disponible — Sentía un nudo en mi garganta, mi madre no sabe que terminé mi relación con Adrien, mucho menos que intento suicidarse... — Quiero hablar contigo, ¿Estás ocupada?
— Para ti nunca.
— Terminé con Adrien — Antes de seguir hablando, coloqué mi teléfono en el tripié que tenía pegado al vidrio — Ahora estoy saliendo del hospital.
— ¿Terminaron? — Hizo una pausa — Espera, ¿Estás saliendo del hospital? ¿Estás bien?
— Yo estoy bien mamá, no te preocupes — Suspiré — Era Adrien el que estaba ahí.
— ¿Pasó algo con él?
— Si, por la noche de ayer... Él... Intentó suicidarse... — Las lágrimas abordaban mis ojos nuevamente.
— ¿En verdad? — Exclamó detrás del teléfono — Lo siento tanto, Marinette, ¿Por qué no nos avisaste?
— Yo... No tenía cabeza mamá... — Limpié mis lágrimas y regresé mi visión al volante — Además, Gabriel no quería que nadie se entere.
— Lamento no estar ahí contigo, Marinette... ¿Cómo te sientes tu?
— Me siento culpable mamá... — Tomé aire — De alguna forma siento que es mi culpa que haya querido acabar con su vida, pero, me dañó mucho, me dañó y me hizo sentir como una basura, me lastimó, no podía estar a su lado, no así...
— ¿Quieres hablar de lo que pasó?
— Él... Se estaba viendo con Lila Rossi, la chica de la preparatoria, ¿La recuerdas?
— Si.
— Se acostaba con ella.
— Marinette... No se que decir, lamento que ésta conversación sea telefónica, no puedo imaginar cómo te sientes... — Suspiró — No es tu culpa, ¿Si? No te sientas culpable, él tomó la decisión y por suerte fue salvado, tiene la oportunidad de cambiar y ser mejor, muchos ya no la cuentan.
— Tienes razón mamá — El camino en auto terminaba, estaba por llegar a casa — Cambiando el tema, ¿Ustedes cómo están? ¿Qué pasó con la competencia repostería?
— Estamos por irnos a New York una temporada cielo, la competencia de reposteros de éste año se realizará allá.
— Suerte mamá, aunque, no la necesitan, son los mejores reposteros del mundo.
— Lo dices por qué somos tus padres — Admitió avergonzada.
— No bromearía con algo así mamá — Un fuerte golpe por parte de la otra línea telefónica me espantó — ¿¡Está todo bien!?
— Sólo fue tu padre, cielo, dejó caer por accidente una de las maletas, pero todo está bien.
— Bueno mamá, te dejo, espero verte pronto y poder hablar contigo...
— Claro Marinette, te amo linda, ten lindo día, ánimo.
— Gracias mamá, lindo día, suerte.
Colgué el teléfono. ¿Realmente todo esto sucedió en una semana? Digo, habían pasado tantas cosas, todas las emociones, los momentos, todo se había ido en un abrir y cerrar de ojos.
Solo quisiera que todo fuera un mal sueño.
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Alejate Agreste [Lukanette]
Fanfiction[ Fanfic Lukanette ] "La relación de Adrien Agreste y Marinette Dupain- Cheng es perfecta" o al menos, eso es lo que los jóvenes parisinos decían, Adrien y Marinette se separan cuando Lila Rossi se mete en sus caminos, dejando a Marinette destrozada...