Gracias Chat Noir

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Regresé a casa, no sabía por qué le había dicho a Chat sobre mi situación con mi ahora ex, Adrien Agreste, sin lugar a dudas el sabría quién soy, ya que mi relación era pública, además, no era cualquier persona, era Adrien, por favor, es el modelo más conocido en París.

— Tikki... Puntos fuera...

Me dirigí a mi habitación, las fotos con él inundaban mi habitación, el dolor se apoderaba de mi, venían a mi mente miles de recuerdos con el.

Sin poder llegar a la cama, las lágrimas comenzaron a abrir caminos por mis mejillas, caí de rodillas, las fuerzas que tenía eran nulas, sólo quería que fuera un sueño, un horrible sueño, que por la mañana me levantara y todo esto fuera una farsa. Abracé mis piernas a mi pecho, recargando mi frente sobre mis rodillas, quedando en el suelo frío de mi habitación.

Unos brazos pasaron por mi espalda, asustada miré de quién se trataba, nadie había entrado a mi casa, o al menos eso creía, y estaba completamente equivocada, se trataba de mi compañero de batallas y mejor amigo, Chat Noir.

— ¿Qué haces aquí Chat? — Intenté decir, pero mi voz estaba hecha un hilo.

Él no decía nada, sólo me abrazaba, me apretaba, su olor a vodka comenzaba a desprenderse, me giré, pude ver su rostro, el también lloraba.

— Sé que eres Ladybug  — No dije nada, cómo había imaginado, el tarde o temprano sabría mi identidad.

— Lamento que conocieras mi identidad de está manera...

— Eres perfecta Marinette, la Ladybug que siempre pensé que serías — Chat guardó su cabeza en mi cuello, mi piel se erizó por completo — Eres tan dulce... No mereces llorar.

— No puedo evitarlo... — Solté en un murmullo.

— No te pediré que dejes de llorar, es completamente inhumano, sólo pido que dejes que te escuche, que me dejes ayudarte a salir de esto — Lo miré, el hacía lo mismo conmigo, sólo me miraba, sin poder evitarlo comencé a llorar de nuevo, Chat me atrajo a el, pasaba sus manos sobre mi cabello, mis rodillas posaban sobre su muslo.

— Libérate mi lady...

Mi llanto poco a poco cesó, el rubio seguía abrazándome, me separé un poco, el tenía sus ojos cerrados, por un instante creí que estaba dormido, pero no, sus grandes y verdes ojos se dejaron ver, aún marcados por las lágrimas.

— Gracias Chat, no merezco esto — Sonreí tristemente.

— ¿Por qué una bella dama como tú no merecería esto? ¡Vamos! ¡Eres Ladybug! ¡La heroína de París! ¿Acaso crees que no lo mereces?

— Te rechacé por tanto tiempo... No puedo evitar sentirme culpable.

— ¿Puedo preguntarte...

— ¿Quién era? ¿El por qué te rechazaba? — — Interrumpí, él asintió — Siempre fue Adrien Agreste, sólo pensaba en el, y en como sería estar a su lado... Digamos que no terminó bien.

— Lo siento tanto...

— No te disculpes, de cualquier forma, tú no eres el culpable — Chat frunció el entrecejo, y se puso de pie.

— Cualquier cosa que necesites... Háblame mi lady, sabes que siempre estaré por aquí, lamento decir que tengo que irme, te vendré a visitar mañana, ¿Esta bien? — Únicamente asentí, Chat me ofreció su mano para ponerme de pie, la acepté — Cualquier cosa, mi lady. — Me abrazó a su cuerpo de nuevo, sonreí mientras las lágrimas seguían cayendo, el abrazo no duró mucho, él se separó y limpió mis lágrimas con sus pulgares. El rubio se acercó a la puerta de cristal que daba al balcón.

Alejate Agreste [Lukanette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora