˙·٠•●♥ 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥 𝔸𝕟𝕚𝕞𝕖 ♥●•٠·˙

🔥Kyojuro Rengoku🔥²

¿Por qué este trabajo tiene que ser a veces difícil? Después de esa pequeña reunión no pude sacarme la cara de Kyojuro por el resto del día, quería que la tierra me tragara, quería desaparecer en ese momento.

Peor fue su expresión antes de subir al auto cuando vio que Akasa pasó a recogerme, ¿era una muestra de celos y amargura? No lo sé, no sabria como es el Kyojuro de ahora. Es tan triste nuestra situación que me da lástima la yo de ahora por ahogarse en penas por un chico. ¿Cómo no hacerlo? Fue el amor de mi vida que me sacó de un posó vacío sin fondo.

Suspiré frustrada tirándome en mi cama, por años soporté los abusos de mi madre, era una gran chef reconocida por el mundo, yo la admiraba, adoraba como se veía cocinando, todo hasta que descubrió el engaño de mi padre con su hermana. Decayó en una depresión profunda que no se volvió a saber nada de ella despues de eso, se había cambiado de nombre y aspecto para que no la reconocieran. Por eso fue que conocí a la familia de Kyojuro, bueno, a su madre.

Ruka-sama era la única que conocía mi relación amorosa con Kyojuro, me adoraba y yo a ella, le estoy eternamente agradecida, como mejor amiga de mi mamá pudo hacer que saliera de la depresión y volviera a cocinar con esa pasión característica... Pero ro las cicatrices quedan y llevo años sin verla, trabaja para la mansión Rengoku en agradecimiento, también tiene dos restaurantes en el país, me da dinero, tengo una cuenta bancaria con millones. No la uso.

Parte de mi me duele que mi madre no tenga las hagayas para querer verme, es por esa razón que había crecido con una capa fría de hielo en mi corazón. Kyojuro fue quien lo derritió en los años que viví en esa mansión, me enamora de su alma, me enamore de su cuerpo, me enamore de lo cálido que llegaba hacer conmigo cuando menos se lo pedía.

Cuando tuve suficiente edad para irme a vivir a un complejo habitacional por mi cuenta con autorización de Ruka-sama, entendí que parte de nuestra relación decayó porque el quería mantenerme, protegerme de todo como si fuera una muñeca de cristal, tenía miedo de que me volviera tan independiente que no lo necesitara ni siquiera en lo romántico. ¡Que equivocado estaba!

Parte de nuestras peleas fue eso, el sabia que yo era fuerte y podía mantenerme económicamente sola, pero su extrema caballerosidad se volvió machismo en un momento, no pude soportarlo. Necesitaba a alguien que me ayudara a seguir, no que me retrasará, él necesita a alguien que tampoco lo deje fuera de todo y que le enseñe a trabajar en equipo.

Siempre le dije que una relación era de dos personas, que juntas se complementan si ambas partes están dispuestas a colaborar. Yo cometí el error de no pedir ayuda cuando realmente lo necesitaba y dejarlo fuera de todo lo que hacía sin comentarle ni siquiera como me había ido en el día, el cometió la equivocación de no darme un voto de confianza, siempre oponiéndose a que trabajará, verme como alguien que necesitará constante protección.

—Siempre fuimos polos opuestos Kyo... —murmure viendo las figuras que había dibujado en el techo de mi cuarto—. Ninguno de los dos quiso dar su brazo a torcer, hasta que terminamos en un bucle tóxico del que no quisimos salir hasta muy tarde.

Suspiré pesado, en ocasiones lo extraño, pero sé que es mejor dejar las cosas como están. Terminaríamos siendo un desastre.

Di vueltas en la cama, mire el reloj viendo la hora, a penas eran las nueve, por eso no tenia sueño. Solté un bufido levantándome pesadamente, no sería mala idea salir a caminar para despejar mi mente, ¿tal vez una disco? Hace mucho no salgo a divertirme, ¿podría acostarme con alguien? No, hoy no tengo ganas para eso, aunque... ¿Cuando fue la última vez que lo hice? No recuerdo.

En fin, busque algo acogedor, la noche estaba fría así que me coloque una bufanda arroba de la chaqueta blanca de terciopelo, me coloque un gorro con trenzas de ambos lados de mi cara. Mi cabello estaba largo, he pensado en cortarmelo.