Al final de la competencia en China hacen una pequeña fiesta para celebrar a los mejores tres patinadores, la noche fue muy alegre y alocada terminando pasándose de tragos.
Por esta ocasión Viktor no quiso beber como normalmente lo hace ya que sus ojos estaban puestos en ese peculiar chico japonés que lo atrajo instintivamente desde que salio ese video imitando su coreografía por Internet.
En toda la noche el chico fue cortejado por su amigo y rival en el patinaje haciendo que crezca una extraña sensación en su poco.
Los tres tragos que provo con un sabor amargo hicieron que poco a poco lo que quedaba de cordura se fuera perdiendo. Lo peor es que el pelinegro no apartaba las manos del otro hombre cada vez que lo tocaba o no reprochaba nada si decía algún piropo.
Esta enojado con sus mejillas algo rojas por el alcohol, decidido a llevarse al japonés se percata de que su presencia ya no se encuentra en la bulliciosa fiesta en el salón de fiesta. No es tan grande, pero al estar enojado nunca lo perdió de vista hasta ahora. ¿En qué momento se fue?
Camino por los alrededores buscando con la mirada, gritando su nombre por el volumen demasiado alto de la música, sin respuesta se acerca hasta uno de los mejores amigos de su chico tocando su hombro, parece más sobrio que el resto.
—¿Eres Leo verdad? —Pregunto observando cómo el estadounidense le asiente con la cabeza ya que está cargando al moreno Tailandes que perdió contra el reto de Shots— ¿Has visto a Yuri? Estaba por aquí hace un momento y ya no lo veo.
El castaño parecio meditarlo por un momento recordando a donde había ido su amigo, el foco se prendió regalando una sonrisa al ruso que lo observaba de manera ansiosa.
—Se fue por esa puerta —señaló—, lleva a las escaleras que van directo al estacionamiento. Estaba acompañado de Chris.
—Gracias —dijo, corrió rápidamente evitando a las personas bailando, no bajo su ritmo cuando bajó las escaleras. Al llegar al estacionamiento su corazón latía tan fuerte que pensaba que saldría de su pecho.
No estaba cansado por la pequeña carrera que hizo, su corazón estaba desenfrenado al ver que Chris besaba a su chico. Apreto los dientes fuertemente junto a sus manos, el patinador Zuiso se separó del muchacho aturdido sin saber que acaba de pasar hasta que su nerviosismo por ver al entrenador ruso detrás de ellos con un aura asesina lo aterra.
—Piensa lo que te dije Yuri, te prometo que no te arrepentirás. —El rubio le guiña un ojo dándose vuelta, choca hombros con Viktor con una sonrisa burlona en su rostro hasta salir del estacionamiento dejando la tencion en ambos hombres.
—V-Viktor...
—Al auto Yuri, ahora.
(...)
Cuando llegaron al hotel el ruso seguía sin decir nada, Katsuki estaba devastado por dentro al sentir que traicionó la confianza que había entre ellos.
Salieron del ascensor hasta llegar a su habitación, una vez adentro Viktor no vaciló en acorralar a Yuri contra la puerta observando sus ojos dilatados, aguados y esas mejillas rojas por el alcohol.
Una pequeña marca se veía por el cuello del japonés colocándolo más furioso, solamente él tenía el derecho de tocar su cuerpo como le plazca y no dejaría que ningún idiota se atreva a tocarlo de nuevo.
—Viktor... Yo... L-Lo lamento —gimoteo—. Entiendo su estas molesto, y-yo no sé por qué lo seguí yo... ¡Perdoname! No pude apartarlo de mi —hablo con voz quebrada el pelinegro apretando su chaqueta mientras que modia uno de sus labios.
El mayor suspiro pesadamente, se dejó ganar por los celos logrando que su chico llorara, sigue enojado pero tratara de remediar eso just ahora.
—Yuri... No llores. —Su voz ronca resonó en el oído del menor, trató duro sintiendo como los brazos de su ídolo abrazan su cintura de manera protectora y un tanto pevertida.
No es bueno consolando a las personas pero si de algo conoce de su discípulo es que es adicto a sus besos.
—Pero te lastime.
—Mirame —demando—, no dejare que nadie vuelva hacerte algo así nunca Yuri —agarró su mentón pasando el dedo pulgar por su labio inferior, hoy sería suyo. Después de varios meses conteniéndose ya no puede ocultar este deseo que siente por él—. Yo me encargaré de que sepan a quien le perteneces.
Se unieron en un ferviente beso ahogando los quejidos y gemido por parte de Katsuki.
Sus cuerpos se juntaron más con una de las piernas del amante mayor acariciando con suavidad la entrepierna despierta de su amado patinador.
Fueron hasta la cama con pasos torpes, todo sin separarse, hubieron golpes de pies con algunas cosas pero aun así no le tomaron importancia alguna.
Al separarse del beso la mirada sumisa por parte Katsuki es todo un deleite a sus ojos. Sonrió con lujuria sacando su camisa y toda la ropa superior del chico dejándo sus peones expuestos.
—Yuri, esta noche serás mío y no habrá ser en la tierra que pueda apartarme de tu lado —susurro ronco por el deseo desabrochando un poco los pantalones.
—Viktor... Quiero ser tuyo, no quiero ser nadie más.
Los besos fueron intensificando la pasión que los rodea, ya sin ropa el ruso aprovecho de lamer y meter un dedo por el ano de Yuri sacándole un jadeo.
La mano izquierda atendía el pené de su acompañante japones mientras esté gemia sin control alguno. Un segundo dedo fue insertado seguido de otro y otro hasta que estuvo lo suficientemente preparado para que entrará la pilla de Viktor.
Katsuki mentiría si no estaba aterrado, le dio una señal a su pareja para que entrará ya que se sentía vacío y excitado. Al sentir que el gordo pené de su amor lo llenaba arqueo su espalda de manera incontrolable.
—Mierda... Es mejor de lo que creí.
—Agh... N-No te muevas... Espera —gimoteo sintiendo las lentas estocadas por parte del contrario.
—Solo relajate amor... Te encantará luego de que te acostumbres.
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Holaaaaaaaaaaa tengo tiempo sin escribir, he tenido bloqueo de escritor últimamente pero justo estaba viendo Yuri On Ice y se me ocurrió esto.
