El dragón -del latín draco, y este del término en griego: δρακων (drakon, en español, víbora o serpiente)-, probablemente la más famosa de todas las criaturas mágicas, es también de las más difíciles de ocultar. La hembra es generalmente más grande y agresiva que el macho, aunque no hay que acercarse a ninguno de los dos salvo que uno sea un mago hábil y experimentado.
La piel, la sangre, el corazón, el hígado y los cuernos de dragón contienen una tasa elevada de propiedades mágicas; los huevos están clasificados como Bienes No Comerciables de Clase A.
Mientras la piel de dragón puede resistir a la mayoría de los hechizos, como el encantamiento aturdidor, algunos hechizos pueden afectar a los dragones en el punto justo, o si son lanzados por varias personas a la vez.
El maleficio de conjuntivitis: en el Torneo de los Tres Magos en el cáliz de fuego, el campeón de Durmstrang Viktor Krum usó este maleficio contra un bola de fuego chino con resultados satisfactorios.
El encantamiento aturdidor: ha sido conocido por afectar a los dragones sólo cuando múltiples magos se lo lanzan simultáneamente al objetivo. En el Torneo de los Tres Magos en el cáliz de fuego, Charlie Weasley y varios otros dragonólogos.
Existen diez especies, aunque hay constancia de cruces ocasionales que producen extraños híbridos. Los dragones de pura raza son los siguientes :
Bola de fuego chino
El bola de fuego chino (en inglés, Chinese Fireball), también llamado dragón león, es el único dragón oriental que existe, y tiene un aspecto especialmente llamativo. De escamas suaves y escarlatas, tiene una hilera de astas doradas alrededor de la cara, un hocico chato y ojos sumamente protuberantes.
El bola de fuego se ganó ese nombre por la llama con forma de hongo que sale de sus narinas cuando está enfadado. Pesa entre dos y cuatro toneladas, y la hembra es más grande que el macho.
Los huevos son de un carmesí brillante moteado de amarillo dorado y las cáscaras, muy estimadas en la hechicería china. El bola de fuego es agresivo, pero más tolerante con sus congéneres que la mayoría de los dragones; algunas veces acepta compartir su territorio con otros dos bolas de fuego. Aunque puede comer casi todos los mamíferos que se conocen, prefiere cerdos y seres humanos.
En el cáliz de fuego, Viktor Krum enfrentó a este dragón en la primera prueba del Torneo de los Tres Magos en un intento de recuperar el huevo dorado que éste estaba vigilando, y usó el maleficio de conjuntivitis para cegar temporalmente al dragón, pero éste comenzó a tambalearse y aplastó la mitad de los huevos de verdad, y debido a eso se quitaron puntos.
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Colacuerno húngaro
Considerado el más peligroso de todos los dragones, el colacuerno húngaro (en inglés, Hungarian Horntail) tiene escamas negras, y su cuerpo recuerda el de un lagarto. Tiene ojos amarillos, cuernos broncíneos y pinchos de un color similar que surgen de su larga cola.
