Él y yo

Capítulo 13: Las cosas claras

Primero tenía que aclarar las cosas con Damiano. Comenzaba la gira, así que sería perfecto para poder hablar con él. Estaba nerviosa pero no podía vivir con ello dentro.

Antes de comenzar las gira me tomé una semana para mi, sin personas, sin redes sociales ni nada.
Me encontré a mi misma. No era la misma, había fortalecido y era más fría.

Llegó la hora de embarcar.

Primer destino Grecia, todos los días por la mañana escribía cosas positivas en un cuaderno y a la noche apuntaba como me sentía. Grecia era preciosa. Nunca la había visitado y era uno de los viajes que quería hacer. Me sentí muy acogida allí.

Fueron pasando los días. Italia aún quedaba lejos de mi destino. Pasé por Francia, Portugal , Tokio, Suecia, Suiza, Holanda, Malta, Israel y muchos más. Todos preciosos. Luego pasé una semana en Dinamarca, también daba concierto allí, pero hice un pequeño descanso...

Conocí a personas realmente maravillosas, conocí a un chico, era alto (±1.80), moreno, ojos claros, pelo largo pero no tanto, con una bonita sonrisa. Sin novia. Cosa la cuál me extraño.

Me enseñó Dinamarca. Me presentó a sus amigos. Tendrían entre 20 y 24 años. Me costó mucho despedirme de ellos. Tenía que continuar con mi gira. Nos dimos los teléfonos y estuvimos en contacto. Hice videollamadas todas las noches con él. Hablábamos por un grupo de WhatsApp en el que estaban todos.

Quedaba un destino antes de llegar a Roma, dónde daría el último concierto de mi gira. Bueno no el último, faltaba España. Estuve en San Marino, era increíblemente bello. Si ya me gustó la actuación que hicieron en Eurovisón, no os imaginais la ciudad. Pasé 2 días allí los justos para dar el concierto e irme a Roma.

Llegué a Roma, a la salida del aeropuerto millones de personas esperaban mi llegada. No recordaba haber visto a tantas personas la última vez que fui. Había paparazzis por todos lados, miles de personas deseando una foto o un autógrafo.

Detrás de un reflejo de luz de una de las cámaras de los paparazzis les vi. Eran ellos. Maneskin, la banda. Me alegré de verles, hacía mucho que no sabía de ellos. Ni me imaginaba que estuvieran allí. Me acerqué y les salude. Estaban igual. Estaba Giorgia.
Estaba abrazada a Damiano. Sonreí, y desvíe la mirada hacia Victoria.

-Que rollazo me llevas, niña- dije riendo. - Eres una diosa. Que guapa. - añadí.

Me abrazó. La verdad echaba de menos sus abrazos. Thomas y Ethan se unieron al abrazo.

-Hola. - dijo Damiano sonriendo. - Cuánto tiempo - añadió.

-Hola. - contesté.

Mi sonrisa desapareció por unos instantes, después volví a sonreír falsamente. Mire a Giorgia.

-Bueno ya sabías que habíamos vuelto, ¿verdad? - preguntó con una sonrisa forzada

-Sí- contesté.

Subimos al coche y me acompañaron hasta el hotel. Después bajamos a tomar algo. Todo bastante bien. Terminamos de cenar y dimos un paseo. Estaban muy felices de que estuviéramos todos juntos otra vez, yo también lo estaba pero no tanto como ellos.

Damiano se acercó a mi y me preguntó.

-¿Qué tenías que hablar conmigo? Eso que me dijiste que preferías hablarlo en persona- preguntó.

-Ah, si - respondí, hice una pequeña pausa y continúe. - No nada, solo era saber si Giorgia sabía algo de lo nuestro - sonreí.

Todos quedaron en sock. Nadie sabía nada.

-¿Cómo que lo vuestro? - interrumpió Giorgia

-Ah, no te ha contado, claro, es verdad. A mi tampoco me contó que había vuelto contigo cuando me besó por la noche el día que fuiste a su casa a pedirle perdón . - Sonreí dulcemente.

-¿Cómo, os habéis besado y no nos habéis dicho nada?- saltó Thomas.

-Damiano ¿está de broma, no? - pregunto Giorgia mirando a Damiano sin entender nada.

-¿Estabáis juntos?. -preguntó sorprendida Victoria.

-Estaba borracho no sabía que hacía- puso como excusa Damiano.

-Sí, y al día siguiente también estabas borracho, cuando me diste las llaves de tu casa, ¿verdad? - añadí.

Continuará...